Educación ha dejado sin plaza a un alumna de Alicante con altas capacidades en un instituto específicamente dotado para atender a estos estudiantes, en el mismo día en el que la madre se negó a retirar el recurso que había interpuesto previamente.

La estudiante afectada figura en lista de espera para acceder al referido centro, por la elevada demanda existente en los escasos institutos de Secundaria integrados en el proyecto Conecta-t de desarrollo del talento, donde se favorece el trabajo con la totalidad del alumnado en función de sus capacidades.

Identificada con altas capacidades desde que tenía 8 años de edad, la madre narra cómo ha tratado desde el primer momento de buscar las opciones más adecuadas para que el proceso de aprendizaje de su hija no se vea resentido por la falta de medios.

Cruce de llamadas

La situación, en callejón sin salida, se ha enrarecido más este curso con un cruce de llamadas que primero informan a la madre, desde el propio instituto, de que por fin su hija había conseguido plaza.

Aunque la estudiante está ya matriculada en tercer curso de ESO en otro instituto, la madre no duda en trasladarla porque se trata de un centro que específicamente cuenta con recursos para propiciar el aprendizaje cunado hay un dictamen de altas capacidades.

La misma mañana en que se le informa de que su hija tiene plaza, recibe otra llamada de la inspección educativa en la que, como respuesta a sus preguntas, se le hace saber que la alumna entra porque ya le corresponde por el movimiento de la lista de espera, pero al mismo tiempo se le indica “la conveniencia de que retire el recurso de alzada” presentado ante la dirección territorial de Alicante, tal y como detalla la madre.

Les dije que el recurso no lo quitaba porque hay muchos niños perjudicados por la falta de reserva de plazas para altas capacidades

La madre

“Les dije que no, que el recurso no lo quitaba y que lo iba a mantener, porque hay muchos otros niños perjudicados por la falta de reserva de plazas, porque Educación no incluye las altas capacidades en el proceso de admisión pese a que la ley orgánica lo contempla”.

Y cual es la sorpresa de esta madre cuando, en la misma mañana en la que le dicen que ya tiene plaza su hija y que la inspección se la ratifica, le vuelven a llamar desde el centro educativo para disculparse y hacerle saber que “por error” habían asignado plaza a su hija sin que le correspondiera.

La alumna deberá seguir en el centro en el que está matriculada “por tercer año consecutivo. Mi hija sufre discriminación por parte de la administración educativa”, lamenta profundamente esta madre, que prefiere guardar el anonimato para proteger la identidad de su hija.

El error

La conselleria achaca lo sucedido a un lamentable error en la gestión de la lista de espera para acceder al centro, se desmarca de la “recomendación” de que retirara el recurso, y asegura que “velará” para que la alumna afectada reciba la “atención necesaria para el desarrollo educativo específico propio de sus altas capacidades” con los recursos generales del sistema educativo.

Desde Educación insisten en achacar lo sucedido a “una confusión en la gestión de la lista de espera por parte del instituto”. Explican que como los que precedían a la alumna afectada no habían renunciado por escrito a permanecer en dicha lista, reclamaron una plaza que les correspondía por derecho.

Y respecto a la intervención de la inspección, señalan que desconociendo el citado error, contactó con la familia para indicar que, obtenida la plaza, no había lugar al recurso interpuesto “de ahí que recomendase su retirada, pero la indicación no partió de la dirección territorial”, puntualizan desde Educación, que reitera su pesar por “las confusiones que se hayan podido generar a la familia”.

Las demandas

La madre no desiste uno y otro curso en lograr lo que "por ley" corresponde a su hija. Viendo que la niña no recibía la atención que precisaba desde Primaria, llegado el momento de pasar al instituto optó por recurrir tanto al Síndic de Greuges como a la propia Conselleria de Educación con sucesivos recursos durante los tres últimos cursos.

El defensor del ciudadano en la Comunidad le ha dado la razón, pero se ha visto obligado a cerrar la queja por incumplimiento de lo demandado por parte de Educación al término del plazo establecido en su gestión, por lo que procederá a incluir el caso en su informe anual. El Síndic trasladó a la administración la necesidad de que amplíe la reserva de plazas que actualmente solo se contempla en la Comunidad para casos de necesidades educativas especiales y de compensación educativa, pero no para las altas capacidades.

El defensor, igual que la madre, entiende que la ley educativa lo contempla cuando expone que “corresponde a las administraciones educativas asegurar los recursos necesarios para los alumnos que requieran una atención educativa diferente a la ordinaria”, entre los que en el mismo párrafo incluye aquellos “en situación de vulnerabilidad socioeducativa y por sus altas capacidades intelectuales”.

Visto que por esta vía no había solución, la madre trasladó de nuevo sus requerimientos “por tercer año consecutivo” también ante la dirección territorial de Educación en Alicante en recurso de alzada, el que le dijeron que retirara tras haber conseguido la plaza que luego se le quitó.

La explicación

La respuesta de la administración al recurso sigue siendo negativa a la reserva de plazas, alegando la propia normativa de la Comunidad en la admisión de alumnos.

Repite la tónica de que no se contempla reservar plazas en centros con medios específicos para niños con talento, y que solo se hace para los que precisan necesidades especiales por alguna discapacidad, y para los que proceden de ámbitos deprimidos social y económicamente, que se escolarizan en los centros CAES para la compensación educativa.

A estudiantes como la afectada en este caso, no se les deja otra salida que esperar año tras año a entrar en un centro dotado con todos los recursos necesarios.