Paso adelante pero también con dudas. La Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó ha dado un nuevo paso adelante para cerrar el acuerdo alcanzado con Acuamed y la Confederación Hidrográfica del Júcar para consolidar durante los próximos diez años el trasvase Júcar-Vinalopó con un precio de 0,24 euros/m³ para los regantes, a cambio de cerrar los acuíferos. La Junta ha logrado en una asamblea general el apoyo con 1.200 fotos a favor de continuar la negociación, 749 en contra y 6 votos en blanco.

El motivo de la disidencia se basa en que una parte de los usuarios, los municipios, están en contra de tener que pagar la factura que supuso el cambio de toma del agua de Cortes de Pallás al Azud de la Marquesa (Cullera), por lo que el caudal solo sirva para riego. A esto se suma que los ayuntamientos tienen que seguir sacando agua de los acuíferos, cerrados para el campo, y abastecerse también de agua desalada, cuyo precio está desorbitado por el descontrol de los precios de la electricidad. En algunos ayuntamientos obligados a consumir agua desalada el presupuesto se ha llegado a duplicar el último año. El problema de fondo es los abastecimientos no pueden consumir agua del trasvase, al ser agua residual depurada en su mayor parte, por lo que tienen que utilizar agua de acuíferos y de las desaladoras de Alicante y Mutxamel.

Otros votos en contra han llegado, por otro lado, de aquellas comunidades de regantes que siguen sin estar enganchadas a la infraestructura del postrasvase -reparto del agua desde Villena- debido al retraso que sufren las licitaciones de la Generalitat y por el hecho de que algunas no tienen ni el proyecto redactado. El tiempo empieza a apretar para el cierre del convenio definitivo ya que el envío de los caudales del Júcar tras el acuerdo provisional de este año caduca el próximo 31 de diciembre. No obstante, ambas partes, Junta Central y Ministerio para la Transición Ecológica, se muestran esperanzados para lograr un escenario favorable para todos.

Un momento de la asamblea convocada por la Junta Central de Usuarios Información

El Ministerio está dispuesto a servir el agua más barata en los primeros años para recuperar después costes un vez que se haya incorporado al trasvase la energía fotovoltaica, que requiere, no obstante, unos cien millones de euros de inversión. El borrador del acuerdo contempla que el trasvase vaya aumentado progresivamente cada anualidad durante los 10 año de vigencia del acuerdo: desde los 7,9 hm³ de 2023 a los 34,1 hm³ de 2033, a partir del cual se procederá al cierre total de los acuíferos para la agricultura.

La Junta Central de Usuarios del Trasvase Júcar-Vinalopó llegó a un principio de acuerdo a principios del pasado agosto con la Confederación Hidrográfica el Júcar y la empresa estatal Acuamed -las bases del futuro convenio tendrán que se ratificadas por una asamblea general de la Junta y la ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera- para fijar las normas de explotación del trasvase Júcar-Vinalopó para, en principio, un periodo de diez años, entre 2023 y 2033.

El acuerdo fija un precio máximo del agua de riego de 0,24 euros el metro cúbico, y el compromiso de Acuamed de ir aumentado progresivamente la cantidad de agua de riego desde los 7,9 hm³ iniciales el año que viene a un total de 34,1 hm³ en 2033. Un caudal que se elevará año tras año que incluirá en su tarifa, si al final se aprueba, la polémica amortización de los 200 millones de euros que el Gobierno endosó a los usuarios del agua de Vinalopó, l`Alacantí y Marina Baixa, tras el cambio de toma del agua de Cortes de Pallás al Azud de la Marquesa, donde sigue habiendo problemas con la calidad.

Otro de los avances para fijar las bases definitivas del trasvase Júcar-Vinalopó es que la Confederación Hidrográfica del Júcar se compromete a que los ayuntamientos y los agricultores sigan extrayendo agua de los acuíferos. Para uso urbano el agua subterránea está garantizada -elevar agua desalada al Medio y Alto Vinalopó es un disparate económico- y los agricultores irán captando menos caudal a medida que éste vaya fluyendo por las tuberías del trasvase, según apunta Ángel Urbina, portavoz de la Junta Central.