«Estamos notándolo muchísimo; sobre todo entre la gente que ha pasado la enfermedad hace poco tiempo o que la ha tenido ya al menos dos veces, que nos cuentan que se les cae el pelo mucho más que antes».

Si este otoño ha notado que se le cae el pelo más de lo normal y ha pasado el covid-19 en los últimos meses, es posible que esta enfermedad sea la culpable de lo que le está pasando. Así, al menos, lo están detectando profesionales de distintos ámbitos relacionados con la estética o con la salud en la provincia de Alicante, como peluqueros, farmacéuticos y médicos.

Todos ellos, en cualquier caso, advierten mayoritariamente de que se trata de una afección reversible y poco preocupante. Y también lo ratifican facultativos del Hospital General-Doctor Balmis de Alicante, que aunque también afirman haber detectado una caída mayor del cabello a raíz de pasar esta infección, refieren que se trata de una secuela que desaparece en muy poco tiempo y que no reviste mayor gravedad, por lo que ni siquiera se llega a tratar en las consultas postcovid que se han puesto en marcha en los últimos meses. 

Con la llegada del otoño, es más que habitual que el sumidero de la ducha, la almohada, el cepillo, la ropa o el suelo de casa se llenen de pelos, al tratarse de la estación del año en la que más se suele cambiar el cabello todos los años. Es lo que la doctora Roge Navarro, del Centro Dermatológico Estético de Alicante, denomina recambio fisiológico: «Entre junio y noviembre recambiamos el pelo, todos los años, todas las personas», un proceso que según esta experta puede prolongarse aproximadamente por un periodo de tres semanas y un mes.

Ahora bien, la doctora Navarro apunta que este año ha habido dos factores que han podido contribuir a que muchas personas estén detectando una mayor caída de lo habitual: «Al hacer más calor, ha habido un factor precipitante de que el pelo se pueda caer en mayor cantidad», indica. Y a esto también se suma como posible causa el haber tenido el coronavirus SARS-CoV 2, con el que también se pueden producir «efluvios potentes durante los primeros seis meses de haber pasado la enfermedad», agrega la doctora. 

Los peluqueros señalan que la pérdida de cabello es uno de los efectos secundarios más desconocidos del coronavirus. David Revenga

Ana Santiago, una profesional de la peluquería de Benidorm, asegura que en su centro también observan a diario a muchos clientes que, tras haber tenido la enfermedad, refieren una pérdida de cabello desmesurada. «Nos lo comenta muchísima gente y nosotras también lo estamos notando», señala esta peluquera, que se hace eco de algunos estudios que citan la caída de pelo como una de las secuelas más desconocidas de esta enfermedad. «Hay mucha gente que no lo achaca al covid porque no lo sabe, pero hay varios estudios que señalan que es un efecto secundario bastante frecuente», agrega. 

Uno de estos estudios, elaborado por Iderma, el Instituto de Dermatología Avanzada, apunta que entre un 25 y un 30 por ciento de personas que han pasado el covid-19 sufrirán una caída intensa de cabello (efluvio telógeno), multiplicado por cuatro o cinco pasados de 2 a 4 meses después de la enfermedad. Igualmente, otro informe elaborado por un grupo de investigación de Tricología del Hospital Ramón y Cajal, apuntaba a que esta mayor caída podría alcanzar hasta el 50% de la población que ha pasado el coronavirus y que, incluso, un 14 por ciento de pacientes que sufrieron este efluvio telógeno había presentado una infección asintomática. 

Vanesa Zambrano, farmacéutica, explica que este asunto también ha llevado de cabeza a muchos de los clientes habituales de la botica en la que trabaja. «El covid es una enfermedad que merma mucho a la persona, te produce mucho agotamiento y bajada de defensas y eso hace que el pelo se debilite, como cuando tienes cualquier otra infección», explica. Este hecho, unido a que estamos en plena época de caída, ha provocado que mucha gente acuda a las farmacias en busca de ampollas, pastillas u otros productos con los que intentar frenar esta caída. 

La doctora Roge Navarro explica que siempre que la pérdida de cabello no exceda de un plazo de entre tres semanas y un mes, no hay de qué preocuparse. «Cuando es más prolongada en el tiempo, por ejemplo si dura más de dos meses o si la caída se cronifica, puede ser el primer signo de que hay otro problema o patología y entonces sí sería conveniente consultar con un especialista», agrega. 

Consultar con un especialista si la pérdida se alarga en el tiempo

Todas las fuentes consultadas han coincidido en afirmar que la caída de pelo más acusada debido al covid-19 suele remitir al poco tiempo de pasar la enfermedad y que, como máximo, se puede llegar a prolongar hasta 6 meses. Por eso, profesionales como la doctora Navarro recomiendan consultar con un especialista si la pérdida de cabello se prolonga en el tiempo, puesto que puede ser el primer signo de otro problema o patología que se haya de tratar. Además, entre las recomendaciones que dan algunos expertos en épocas de caída de cabello también figura el llevar una alimentación equilibrada y sana, que contenga todos los nutrientes necesarios; no abandonar los tratamientos que el paciente tenga en marcha; no automedicarse sin consultar antes con un profesional; ni tampoco dejar de lavarse ni de cepillarse el cabello por miedo a que se caiga. Por último, los profesionales aseguran que existen numerosas técnicas y tratamientos que pueden ayudar a fortalecer los folículos o reducir la caída, aunque insisten en que el recambio fisiológico es un proceso normal y que no tiene por qué preocupar.