Nada cambiaría si las elecciones autonómicas fueran hoy. La izquierda valenciana seguiría gobernando con un margen ajustado sobre la derecha. Los bloques mantendrían una dimensión igual o muy similar a la que presentan hoy en las Cortes. Cuatro años después, tras una legislatura en condiciones singulares, con una pandemia histórica y una guerra en Ucrania que ha disparado la inflación y ha afectado a la economía, el Consell del Botànic resiste de cara a las elecciones de mayo de 2023. Es lo que pronostica la encuesta de otoño de Gesop para los periódicos de Prensa Ibérica en la Comunidad Valenciana (INFORMACIÓN, Levante-EMV y Mediterráneo de Castellón) tras entrevistar a 1.510 valencianos entre el 20 de septiembre y el 1 de octubre.

El mantenimiento de los grandes bloques es el marco general que ofrece el sondeo. La distribución más posible de escaños que indica es una repetición de la actual: 52 para la izquierda y 47 para la derecha. Ni en la versión más alta de la horquilla de resultados la suma de PP y Vox sería suficiente para gobernar: se queda en 48. Por contra, en la franja más baja de la horquilla la suma de PSPV, Compromís y Unides Podem sí alcanzaría el mínimo para gobernar: 50 escaños.

Los grandes bloques se mantienen, pero sí hay movimientos importantes en la situación de cada partido en el arco parlamentario, según la encuesta. El principal es que el PP volvería a ser la primera fuerza en el Parlamento valenciano. Recuperaría la hegemonía perdida en 2019 ya que obtendría entre 33 y 35 diputados, frente a los 19 que tiene ahora.

Cs, lejos de la barrera del 5%

La clave está en la desaparición de Ciudadanos, que, según el sondeo de Gesop, está lejos de la barrera del 5% de votos para acceder a las Cortes: se quedaría en el 2,9%. Los 18 escaños logrados por la formación de centro en 2019 y que la situaron como tercera fuerza al borde del sorpasso al PP pasarían ahora en su gran mayoría a los populares. Otros tres irían a engrosar la bancada de la ultraderecha, que pasaría de diez a trece diputados.

Esta es otra de las grandes claves de la encuesta, ya que el avance de Vox sería menor al que algunos estudios demoscópicos pronosticaban hace pocos meses. Los cambios en la cúpula del PP habrían frenado así el empuje de la formación radical o este sería de menor calado en la Comunidad Valenciana, donde la ultraderecha no cuenta con un líder definido ni un candidato claro en este momento.

En la izquierda, el PSPV es el partido que obtendría un mejor resultado. Pasaría de 27 a entre 31 y 32 escaños. El aumento no sería suficiente, no obstante, para que el partido de Ximo Puig mantuviera la posición de primera fuerza valenciana que recuperó en 2019, tras 24 años de hegemonía del PP. No obstante, el dato indica que el partido continúa la senda de crecimiento desde que Ximo Puig preside la Generalitat (2015). No sucede lo mismo en el resto de fuerzas del Botànic.

No obstante, la encuesta tiene otra de sus claves en la estabilidad de Compromís, a pesar de los problemas judiciales de su candidata en 2015 y 2019, Mónica Oltra, que llevaron a su dimisión en junio pasado. El sondeo está realizado precisamente pocos días después de la declaración de la exvicepresidenta del Consell como investigada por el trato de su conselleria a la menor que sufrió abusos del exmarido de la política. En este contexto, el sondeo ofrece un resultado a Compromís del 15% de los votos y entre 14 y 16 diputados. Tiene 17 en la actualidad y obtuvo 19 en 2015.

Por su parte, Unides Podem sufriría el principal retroceso en la izquierda, pero aguantaría como fuerza parlamentaria con el 6,1% de votos (algo que otros sondeos no consideraban). Mantendría así cinco escaños, fundamentales para que la izquierda conserve su mayoría en las Cortes.

La suma de diputados de Compromís y Unides Podem quedaría en todo caso lejos del resultado de los socialistas, de cara al planteamiento que han realizado dirigentes morados en los últimos tiempos de buscar un cambio de balanzas en la coalición de izquierdas en detrimento del PSPV.

El PSPV gana en intención directa

La encuesta dice, en este sentido, que el PSPV es el partido con mayor intención directa de voto, por encima del PP. También es el que suscita mayor simpatía y el que la mayoría (un 32%) cree que ganará las próximas elecciones. Sin embargo, un 53% de los encuestados no define su voto a siete meses de los comicios. Esta circunstancia se da especialmente entre quienes votaron en 2019 a Ciudadanos. Ello hace que la estimación de voto del PP se dispare a pesar de no concitar ahora tanta intención directa de voto como los socialistas.

PSPV y PP se refuerzan, pero lejos de grandes mayorías


El panorama resultante de la encuesta es de reforzamiento de los grandes partidos tradicionales, PP y PSPV-PSOE, pero ambos estarían lejos aún de las mayorías absolutas unipartidistas de antaño. La encuesta dice que seguirán siendo necesarias las alianzas para gobernar, aunque aquello que se denominó la nueva política, encarnada por Ciudadanos y Podemos, se resienta considerablemente. Un dato del sondeo muy significativo es que, después de ocho años del Botànic en el poder, la coalición de izquierdas es la forma de gobierno preferida por los valencianos, por encima de ejecutivos monocolor.