Las farmacias de Alicante tienen problemas de abastecimientos del Dumirox de 100 miligramos, principal medicamento para tratar la depresión en adultos y personas mayores. El fármaco fomenta la creación de serotonina ayudando así al cerebro a mantener una cierta estabilidad mental. Por ello, el Dumirox se utiliza en las personas que están atravesando un período de depresión.
Entre las boticas que, las farmacias alicantinas de plaza Calvo Sotelo y avenida Óscar Esplá han notado la ausencia del antidepresivo de 100 miligramos en sus cajones. No obstante, ambas tienen el de 50 miligramos, aunque en la mayoría de los casos no supone una dosis suficiente.
Ahora bien, el farmacéutico Borja Bosch asegura que a la botica de Óscar Esplá acude un paciente al mes a por este fármaco: “El último Dumirox de 100 miligramos que se vendió fue el 28 de septiembre. Desde ese día hemos intentado reponer y está desabastecido”.
En aras de tranquilizar, hoy día no hay una escasez generaliza de medicamentos, pero sí existen casos puntuales. De esta forma, las farmacias cuando se encuentran con este tipo de casos, en primer lugar, recurren a los medicamentos del grupo homogéneo, esto es, los genéricos. Después, lo comunican a la Agencia Estatal de Medicamento que es la encargada de regular -siempre que sea posible- su disponibilidad.
Asimismo, el farmacéutico José Miguel Ruiz explica que “el genérico del Dumirox tiene las mismas características y no altera el tratamiento farmacoterapéutico del paciente” y reconoce que “es cierto que hay un desabastecimiento de este antidepresivo, pero está el genérico”.
Sin embargo, desde las farmacias confirman que si el desabastecimiento se prolonga en el tiempo recomiendan que el paciente contacte con su médico de cabecera para barajar la posibilidad de cambiar el tratamiento.
El rechazo a los genéricos
La desconfianza a lo desconocido se aplica en varias facetas del día a día. Es por ello, que los medicamentos genéricos tienden a suscitar recelo. Ahora bien, este tipo de fármacos llamémosles ‘sin marca’, son fabricados por los mismos laboratorios que los que sí tienen marca en un alto porcentaje de los casos.
Los especialistas, como Ruiz indican que “puede variar la bioapariencia, es decir, el tamaño de comprimido o la caja”. Además, hace hincapié en que “lo importante es que tenemos la posibilidad de dar un montón de medicamentos con la misma composición y sobre todo que hagan el mismo efecto que es lo mas importante”.
Ahora, las personas mayores son las que suelen mostrarse más reacias al cambio. Así lo indica Bosch “son personas que suelen llevar mucho tiempo con el mismo tratamiento y sobre todo la caja”.
Desde las farmacias, abogan y defienden que afortunadamente en España existe un surtido de fármacos homogéneos que contienen la misma composición que los comerciales y esto les hace cumplir su función de la misma forma. Por lo que, el recelo inicial no está justificado.
