El Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), propietario del estadio José Rico Pérez de Alicante, impulsa el estudio técnico para convertir la instalación deportiva en la que disputa sus partidos el Hércules en un recinto multiusos, en el "Arena Alicante", un espacio deportivo, pero también cultural y de ocio.

Esta iniciativa la anunció el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en una entrevista concedida a INFORMACIÓN hace justo un año, en octubre de 2021. "La voluntad es desarrollar un proyecto que podría convertir el estadio en el Arena Alicante, con el que se consiga un espacio deportivo, cultural, de ocio, que tenga una potencia que vaya más allá del fútbol, pero teniendo en cuenta que es el estadio emblemático del Hércules y que ahí va a jugar el Hércules siempre. Tiene que haber unas actividades, si no no se entendería mucho la participación pública", señaló Puig al anunciar la intención de la Generalitat de darle "otra vida" al Rico Pérez.

El IVF ha lanzado este martes la licitación del servicio de consultoría para la explotación y gestión del estadio Rico Pérez, que se prevé tener listo a finales de este año, en el que se buscan respuestas a cuestiones como la dimensión urbanística que puede alcanzar la iniciativa, así como el modelo de negocio para que el proyecto sea viable, según reflejan los pliegos del contrato, que tiene un presupuesto de licitación de 85.000 euros.

El objetivo es "conocer las diferentes posibilidades de su activo, transformándolo en un edificio multiusos y dotándolo de la infraestructura necesaria para que puedan desarrollarse en el mismo nuevos servicios inmobiliarios, comerciales o culturales, conservando en todo momento su carácter deportivo principal, siendo necesario para el IVF conocer las posibilidades que presenta la parcela y el bien patrimonial para llevar a cabo un modelo de negocio viable".

El estudio debe concretar los usos que se deben dar al entorno del estadio, ya que la zona del parking no es propiedad de la Generalitat Valenciana. Los expertos, por otro lado, también deben analizar el modelo de negocio viable, en función de cuestiones como los usos que pueden tener éxito en función del entorno en el que está enclavado el estadio, como espacios comerciales o de ocio. También se debe precisar la rentabilidad del proyecto, para concretar la inversión que debe realizar el Consell. El objetivo de la Generalitat es dilucidar los usos que podrá explotar la empresa encargada de transformar el Rico Pérez en el "Arena Alicante", para así abaratar el coste para las arcas públicas.

Según el pliego de condiciones, se debe redactar un "estudio urbanístico del área en la que se encuentra ubicado el estadio, que incluya sus posibilidades urbanísticas, en atención a las ordenanzas municipales, teniendo en cuenta las necesidades y zonas limítrofes, y la rentabilidad que se podría obtener incorporando los espacios colindantes al proyecto de remodelación del estadio". Se deberá determinar la zona de influencia del estadio para identificar su demanda potencial y la propuesta de actividades a realizar.

También se exige la redacción de un estudio de viabilidad económica y modelo de negocio del recinto deportivo, "en el que se analice su adecuación arquitectónica o transformación en un espacio multiusos donde desarrollar nuevos servicios inmobiliarios, culturales o comerciales".

Aunque el objeto de este estudio técnico no es fijar el diseño futuro de la infraestructura, el IVF también incluye en el contrato la realización de un análisis arquitectónico y urbanístico, incluyendo una recreación de cómo quedaría el estadio para abrirlo a los nuevos usos.

Según el pliego, el adjudicataria deberá elaborarse también el "material gráfico y audiovisual que muestre el futuro encaje del estadio con el aprovechamiento urbanístico de la zona". En concreto, al IVF le interesa la  elaboración de documentos que "expliquen de forma detallada el resultado del análisis económico,  la distribución de usos por zonas y la figuración arquitectónica, un video explicativo del resultado de los trabajos, incluyendo vistas de los  espacios (gradas o vestuarios) y una maqueta urbana que permita visualizar la correcta imbricación del estadio en la trama urbana".

Por otro lado, el IVF también aborda la relación del Hércules y el Rico Pérez, que actualmente se encuentra en los tribunales por las discrepancias con el dueño del estadio. Este estudio también busca concretar el reparto de usos y de metros cuadrados, que la Generalitat pretende negociar con la propiedad del club blanquiazul. Al respecto, el IVF quiere que el adjudicatario de la redacción de este estudio aborde también cómo se ha abordado este reparto en otros estadios deportivos. En decir, qué uso se quedaría el Hércules y qué uso mantendría la Generalitat, como propietaria a través del IVF, con el fin de que todas las partes ganen.

"Hércules, en su calidad de club decano de la ciudad..."

El pliego concreta que "como parte del análisis del modelo de negocio del estadio, también resulta necesario conocer, mediante análisis comparativo con otros estadios municipales, el espacio que en su caso pudiere necesitar el Hércules CF para sus tareas administrativas, venta de merchandising, taquillas o utillaje en su calidad de club decano de la ciudad de  Alicante, para compartir el uso del recinto deportivo".

Visión área del Rico Pérez y su entorno antonio amorós

El adjudicatario "deberá analizar también la posibilidad de que la Generalitat Valenciana o, en su caso, un hipotético promotor de naturaleza privada pueda desarrollar en el estadio otro tipo de actividades, deportivas y culturales". En este sentido, "se valorarán los usos que distintas administraciones locales o regionales reservan habitualmente a los clubes de fútbol para disputar sus encuentros en estadios de titularidad pública, justificando las razones que motivarían, en su caso, que el Hércules CF disfrutara de un régimen de usos distinto del habitual". 

El estudio, por último, también prevé concretar detalles más técnicos, como la redacción de la documentación necesaria para sacar a licitación el posterior contrato para la adecuación de las instalaciones, en función de los análisis urbanísticos, económicos y jurídicos llevados a cabo anteriormente, incluyendo el cálculo del presupuesto base de licitación, la redacción de prescripciones técnicas y el establecimiento de los criterios de valoración.

El plazo de ejecución del contrato sobre el papel es de ochenta días hábiles, no prorrogables. El adjudicatario deberá entregar un primer borrador de informe en un plazo máximo de sesenta días hábiles. Sin embargo, el IVF premiará en el concurso a las ofertas que se comprometan a acortar los plazos previstos inicialmente. Las propuestas de los licitadores se pueden registrar hasta el próximo 2 de noviembre.