Acaba de leer un manifiesto ante sus compañeros al término de la movilización para reclamar atención a la salud mental y acabar con los suicidios. “No es normal que el suicidio sea la principal causa de muerte entre los adolescentes, significa que algo no funciona. Creo que todos los adolescentes y la gente en general, sufrimos muchos problemas. Yo misma siento mucha presión en mi instituto, en Bachillerato es todo muy complicado y para mi gusto, nos privan de la existencia", recalca.

Admite que no es nada nuevo, que esto ha existido toda la vida, pero que con el covid ha aflorado de forma específica. “Que haya empezado con el covid no es real, creo que ya estaba antes, pero nos hemos dado cuenta y hemos tenido valor para decirlo ahora, porque a veces es complicado decir que tienes una depresión o que te sientes mal”.

Suicidios

Confiesa que entre sus propios compañeros en el Instituto García Berlanga de Sant Joan hacen bromas cuando ven a alguien que no está bien, del tipo “si estás mal no lo estés”.

Un momento de la movilización estudiantil PILAR CORTES

Para Guadalupe son “como bromas que hacen parecer loco o ido" al que se le ocurra mostrarlo. “Es como que estar deprimido es un tabú. El tema del suicidio es un tabú. Y sé que hay muchas personas con problemas”, asegura.

Se califica de atenta y curiosa sobre lo que le rodea, y que esa circunstancia personal le lleva a observar la forma de actuar de la gente, cómo se mueven físicamente, cómo hablan y cómo están “yo lo noto, pero no se atreven a decir que están mal”, lamenta.

Presión

Para esta alumna es fundamental, llegados a este punto, llegar a la acción “y cambiar el sistema porque creo que podemos mejorarlo. Con 17 años que tengo, la vida no es solo estudiar”.

Y eso que le apasiona lo que ha elegido, Biología, “me gusta mucho y me encantaría hacer Medicina -añade- pero la presión que tengo me lleva a odiar esa asignatura. Es como que te obligan a adquirir ese conocimiento y yo creo que habría que integrarlo, no meterlo a la fuerza”.

No es que no sea suficiente para ella lo que le apasionan estos estudios, pero es que, insiste, hay más vida fuera del instituto y “hay otros problemas que también nos afectan. Aunque para mí haya sido más sencillo, sé que no ha sido así para muchos otros. Yo solo soy un caso, algo puntual”.

Lo alumnos quieren hablar y que el suicidio deje de ser tabú PILAR CORTES

Admite que el nivel de presión es muy elevado y que llega un punto en que “todo explota”, y que es todavía peor cuando no se tiene el apoyo de la familia, que no es su caso tampoco.

Se emociona al expresar lo que sucede a su alrededor. Comenta que fuera del instituto también presionan lo amigos cuando realmente no lo son, “porque cuando un amigo no te apoya no te defiende, realmente no es amigo y eso afecta mucho”.

Soledad

Se siente afortunada porque su entorno, asegura, es favorable, “pero la soledad es muy mala. Ninguna persona quiere estar sola de verdad y a veces quieres estar con los demás a toda costa, pero no es gente que te vaya a ayudar”.

Eleva el tono para aseverar que “he visto a personas muy solas por los pasillos y los patios del instituto”, y que unido a todas las presiones que “nos ponen encima lo profesores”, acaban afectando.

A título personal quiere contar que es “la única” de todo su instituto que se ha acercado para respaldar una movilización “que es para reclamar algo para todos nosotros”. En el centro, los profesores les habían advertido de que “iban a dar clase con normalidad y que quien no fuera se las tendría que apañar. No es una amenaza directa pero sí que lo es y no se favorece que podamos expresar lo que nos pasa", se queja.

Cursa el Bachillerato científico y reivindica que “ya no somos niños, tenemos voz y una idea y filosofía de vida, tenemos palabras para hablar, decir y compartir, es muy importante que nos escuchen”.