Los animales provocan de media un accidente de tráfico diario en las carreteras de la provincia de Alicante. Así lo revelan los datos facilitados a este periódico por la Jefatura Provincial de Tráfico, que señalan que a lo largo de 2021 se produjeron en la demarcación 373 siniestros de este tipo. Se trata de incidentes que van más allá del atropello, es decir, que el arrollamiento del animal o el impacto producen, como mínimo, daños materiales en el vehículo y obligan al conductor a detenerse, cuando no tienen consecuencias peores. Se trata, además, de un fenómeno que va en aumento.

Las cifras aportadas por la Jefatura Provincial de Tráfico muestran que en solo cuatro años se ha producido un incremento del 44% en la siniestralidad con animales implicados, ya que en 2017 se registraron 259 accidentes. Y la mayor incidencia no se produce en carreteras secundarias del interior, como tal vez se podría pensar en un principio, sino todo lo contrario: las principales vías son las que acumulan más percances de este tipo. Así, en la AP-7 se produjeron 189 accidentes con animales implicados entre 2017 y 2021, y en ese mismo periodo de cinco años también se superaron el centenar de siniestros en la A-7, la N-332 y la A-31.

Tráfico intenso en la A-31 a la altura de Monforte del Cid. ÁXEL ÁLVAREZ

Así pues, salta a la vista que la velocidad uno de los factores determinantes a la hora de que se produzcan estos siniestros. Y también, teniendo en cuenta las zonas por las que discurren las mencionadas vías, y que los trazados de autopistas y autovías están protegidos con vallas metálicas, que no es únicamente la fauna salvaje la responsable de estos incidentes. Se hace evidente que animales domésticos, como perros y gatos, pueden acceder a la calzada tras extraviarse, junto con otros mamíferos de pequeño tamaño como los conejos, susceptibles de horadar un paso bajo las mallas protectoras de las autovías. Eso sí, al mismo tiempo tampoco hay que descartar a los animales silvestres.

En el interior de la provincia, donde proliferan mucho más especies como los jabalíes o los zorros, no es nada extraño que estos animales crucen la calzada, y no solo en las carreteras más secundarias. Pese a no ser algo habitual, tampoco llega a convertirse en una gran excepcionalidad el encontrarse con un zorro o un jabalí, principalmente de noche, cuando el tráfico desciende notablemente, en la autovía A-7 a su paso por las comarcas de l'Alcoià y El Comtat, que puede haber accedido a la vía a través de algún carril de entrada o salida.

Red de protección de fauna instalada en la A-7 a la altura de Alcoy. JUANI RUZ

Esta zona de la demarcación alicantina parece especialmente sensible en cuanto al riesgo de accidentes con animales, como lo demuestra el hecho de que las dos carreteras convencionales que acumulan más siniestros de este tipo desde 2017 se encuentran en el entorno de la sierra de Mariola. Son la CV-700 y la CV-795, con 66 y 65 percances en cinco años, respectivamente. También destacan la N-340, la CV-83 y la CV-81, así como la autovía CV-80, todas ellas con más de 40 accidentes desde 2017. Así, el Alto y Medio Vinalopó son otras comarcas con un cierto riesgo de estos siniestros, sobre todo en vías con trazado más o menos recto y donde se alcanzan velocidades más altas.

Apenas hay reclamaciones

Un informe publicado hace pocos días por la aseguradora Línea Directa sobre siniestros ocurridos con animales recuerda que es ínfimo el porcentaje de conductores que sufren uno de estos accidentes y que son indemnizados. Desde 2014, cuando cambió la legislación al respecto, la administración no se hace responsable de posibles daños en vehículos o personas, salvo que la vía no esté debidamente señalizada. Eso explica, por ejemplo, que en gran parte del recorrido de la A-7 por Alcoy, desde el inicio de la subida del Maigmó hasta el límite provincial con Valencia, se advierta del riesgo de encontrar animales en la calzada.

Fuentes de Línea Directa explican que solo el número de casos atendidos por la compañía en la provincia de Alicante se ha incrementado en un 81% desde 2017, sumando 230 en cinco años. Sin embargo, únicamente el 8,1% de los conductores ha logrado ser indemnizado en la Comunidad Valenciana. Cuando se trata de animales con dueño, por ejemplo ganado, la ley solo hace responsable al propietario si el siniestro es consecuencia directa de una acción de caza mayor, o también si la vía no está convenientemente señalizada. Por ello, pese al bajo porcentaje de indemnizados, la aseguradora destaca que supera la media nacional, que se sitúa en un exiguo 5,6%.

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Buena parte de estos siniestros se saldan solo con daños materiales, pero la exención de responsabilidades por parte de la administración hace que el dueño del vehículo tenga que asumir el coste de las reparaciones. En este sentido, Línea Directa recuerda que solo apenas un 40% de los conductores tienen contratado un seguro que cubra esta circunstancia. Por ello, hace hincapié en consejos como no dar volantazos ni frenazos en caso de encontrarse con un animal. E insiste en que es un problema creciente, con una especial incidencia en territorios poco poblados; de hecho, el volumen de siniestros de este tipo en Alicante es anecdótico en comparación con provincias como Soria, Teruel y Huesca.