Cruising en Alicante: mapa de zonas, playas y bares con triple X

El sexo con desconocidos en lugares públicos prolifera desde hace años en distintos puntos de la provincia

Isabel Vicente

Isabel Vicente

Johan y Chico han quedado en un aseo de un centro comercial de Alicante. No se conocen pero han contactado a través de una página web para mantener relaciones sexuales. Se trata de una práctica llamada "cruising" que consiste en realizar el acto sexual con personas desconocidas en lugares más o menos públicos como playas, parques, descampados, aseos de centros comerciales o estaciones y, a tenor de lo que se puede encontrar en muchas páginas, sobre todo de contenido homosexual, se trata de una práctica más extendida de lo que parece y no sólo entre el colectivo gay sino también entre el hetero aunque en menor escala.

En todas las ciudades existen una serie de lugares conocidos por las personas que practican este tipo de contactos, rutas de "cruising", cuyos usuarios conocen y cuya actividad pasa desapercibida para el resto de los mortales. O suele pasar desapercibida. No fue el caso de María Teresa, quien en un día de compras, acompañó a su hijo de 8 años a un aseo de un centro comercial y al abrir la puerta "nos encontramos con una pareja de hombres teniendo sexo allí", según ha relatado, indignada, a este diario para pedir que se pongan medios para evitar que este tipo de actividades se realicen en lugares públicos donde pueda haber niños.

Para algunos de los practicantes del "cruising", la posibilidad de que te pillen incrementa el morbo de una relación ya de por sí morbosa, al tener lugar con una persona desconocida y en un ambiente, en ocasiones, sórdido. Tal como ha señalado Marcos, un joven que practica asiduamente este tipo de contactos, "resulta excitante no saber con quién te vas a encontrar, aunque muchas veces te llevas una gran decepción porque la otra persona no responde a tus expectativas". Con todo, los usuarios del "cruising" no siempre conciertan previamente sus citas. "Hay lugares donde a cierta hora sabes que vas a encontrar a personas que buscan lo mismo que tú y una vez allí ya si quieres te enrollas y si no te gusta nadie, no", señala Marcos, quien no considera que haya ningún problema en este tipo de prácticas siempre que se efectúen con protección.

Las rutas del cruising en Alicante

Lo curioso para los profanos en la materia son los lugares que figuran en las rutas de "cruising", y que se repiten en las distintas páginas utilizadas por los internautas interesados en este tipo de contactos. La lista es larga y en la misma proliferan las playas, habitualmente nudistas, los parques o solares y los aseos de establecimientos públicos. En Alicante, por ejemplo, uno de los lugares que aparece en todas las rutas de "cruising" es el descampado que hay junto a la rotonda de la Universidad, donde ponen la feria de Navidad. Se trata, según se lee en una página web, "de un sitio muy concurrido toda la noche desde que cae el sol, frecuentado por camioneros buenorros, muchos casados y universitarios".

Con un lenguaje más o menos soez, en las páginas relativas al "cruising" se describen muchos de estos lugares, como la pinada de detrás del Rico Pérez, "donde hay mucho tema, con muchos paseantes de perros y deportistas entrenando, algunos buscando tema, se supone", según describe un internauta a otro que pide en una web información sobre el lugar concreto y la hora propicios para "encontrar a alguien".

Aeropuertos y estaciones son lugares habituales, en algunos casos incluso con indicaciones sobre un aseo concreto donde los interesados suelen buscarse. En ocasiones, la concreción llega al punto "del árbol de la zona de la cantera de Novelda", del "caserón abandonado y derruido que hay en la carretera de Torrevieja a Guardamar en dirección a Alicante", o de "la zona de la antigua fábrica de harinas en la avenida de Elx por la salida del Suroeste de la A7-N332".

El listado de sitios donde se realizan este tipo de contactos en la provincia es enorme y prácticamente todas las ciudades cuentan con algunos lugares en los que los interesados suelen encontrarse, habitualmente de noche. Algunos puntos sirven simplemente para contactar. Así, en varias páginas web aparece como lugar de "cruising" la zona entre el final de la Explanada y el Parque de Canalejas o el final de la Playa de San Juan.

Los propios usuarios a través de Internet dan recomendaciones sobre los mejores horarios para "buscar tema", así como consejos para que estos encuentros no acaben en una pesadilla. Así, se recomienda no llevar nada de valor encima para evitar robos y ser discretos para evitar problemas con otras personas, y sobre todo, utilizar preservativos para evitar enfermedades. Por lo demás, los usuarios aseguran que es una práctica legal con la excepción de la cercanía de niños. En este sentido, fuentes policiales han confirmado que la Policía de las diferentes ciudades suele conocer la existencia de este tipo de prácticas, pero que no suele actuar siempre y cuando en estos contactos no haya dinero de por medio y no haya exhibicionismo. De hecho, según las mismas fuentes, no hay problemas si estos encuentros se realizan de noche, entre adultos y con consentimiento y en lugares donde no haya gente a la que puedan molestar o en privado, aunque sea en aseos públicos, siempre que se efectúe con discreción y con las puertas cerradas y no haya menores.

"Aquí prima el morbo por lo prohibido"

Tal como ha señalado el sexólogo y psicólogo José Bustamante, que trabaja en Elche y Alicante, las personas que practican este tipo de encuentro sexual, "hablan de una atracción por lo desconocido, por el morbo de hacer algo prohibido inadecuado e inaceptable socialmente. Es en la incertidumbre del ¿ qué me voy a encontrar? donde se obtiene la excitación extra".

A juicio del sexólogo, "ese aumento de adrenalina resulta excitante para algunas personas, sobre todo para los llamados ´buscadores de sensaciones´. Para ellos, un aliciente extra es que el lugar sea público y exista la posibilidad de que puedan verles".

Sin embargo, Bustamante considera que también hay personas que buscan en el "cruising" no el morbo por lo desconocido, sino la inmediatez y facilidad de obtener sexo, sin preguntas y de manera anónima. "De hecho algunas pacientes con adicción al sexo encuentran en los lugares de cruising la respuesta a su deseo irrefrenable".

El sexólogo ha detectado, además, "que algunos hombres supuestamente heterosexuales y con pareja estable, recurren a este tipo de prácticas para saciar su deseo homosexual, ya que no se lo permiten de otra manera".