Las tendencias están en constante evolución. Lo que hace años era costumbre hoy puede que ya no lo sea. Esto, que sucede en asuntos algo más triviales como la manera de vestir, pasa también a la hora de honrar a nuestros seres queridos. Las flores que llevamos a nuestros fallecidos a los cementerios son cada vez más duraderas y silvestres, y las de tela suponen ya cerca de la mitad del volumen total.

El crisantemo, la flor de la honestidad y el respeto, ya no es la más habitual para homenajear a quienes han fallecido: "Ha ido cambiando. Era una flor que se cultivaba aquí, pero ahora ya no porque se demanda menos y tiene un precio muy alto al ser importada", señalan desde la Asociación de Floristas de Alicante.

Las flores más habituales

En su lugar, los ramos variados y las flores silvestres han tomado más protagonismo. También las de tela, que según señalan varias floristerías de Alicante, suponen ya el 50% del volumen de las compras en los días previos a Todos los Santos.

El motivo detrás de este cambio de tendencia está, principalmente, en el cambio del comprador: "Ha bajado la edad media de la persona que compra", indica la agrupación de floristas. La falta de tiempo para ir a cuidar las flores es también una de las causas detrás de este cambio: "Las flores que se llevaban antes había que ir a cuidarlas cada semana. Como no tenemos tiempo, buscamos que sea más duradero", apuntan desde una floristería ubicada en la avenida de Jijona.

Dos mujeres limpian una lápida en el Cementerio de Alicante. ÁXEL ÁLVAREZ

Las tendencias también se diferencian en función de la ubicación de la floristería. "Alicante es una de las ciudades más modernas a la hora de elegir las flores", indican desde la Asociación de Floristas. "En el sur de la provincia se busca un estilo más rococó, mientras que en Alicante la costumbre es diferente. Se hacen de tela bonitas y con la flor cada vez más pequeña".

Arreglos clásicos

En las floristerías cercanas al Cementerio se sigue imponiendo ligeramente la flor clásica: "Se buscan arreglos con crisantemos. Mucha gente viene aquí el mismo día de Todos los Santos o los días previos y aquí suelen buscar arreglos tradicionales", indica uno de los establecimientos que se encuentra cerca del camposanto.

Las composición varía según el municipio y el lugar de venta. Los mercadillos e incluso la venta a través de internet ha ganado un gran peso en este sector en los últimos años. Héctor Santonja regenta una tienda online e indica que en los días cercanos a Todos los Santos vende arreglos más tradicionales: "En alguna ocasión se pide algo preservado que dure un poco más, pero por lo general la gente es muy tradicional en esta época", apunta.

Una mujer, con una maceta de flores artificiales en el Cementerio. RAFA ARJONES

En cuanto a los colores más habituales, siguen siendo el rojo y el blanco, que gana peso debido al aumento de las flores silvestres. Algunas personas, sin embargo, optan por arreglos más coloridos. La edad y el cambio de generación que porta las flores al cementerio influye en esta tendencia: "En muchas familias ya no es la persona más mayor la que acude al cementerio, porque no puede por salud o porque se encargan los hijos", indica una floristería ubicada en el Centro de Alicante.

Cambio en las floristerías y en el precio

Las propias floristerías han cambiado su ubicación y la manera de relacionarse entre ellas: "Cada vez hay menos floristerías que hacen la campaña, no todas hacen las tradiciones. Tenemos unos protocolos que están cambiando", comentan desde la Asociación de Floristas.

Profesionales de otros sectores también se dedican ahora a la venta de flores ornamentales, lo que reduce la cuota de mercado de los comercios tradicionales: "El personal de eventos se está metiendo en el ornamental. Además, las floristerías se han desplazado a las afueras y hay también muchos mercadillos que venden a través de la venta ambulante", apuntan.

El precio es otro de los factores clave a la hora de entender el cambio. Al igual que otros productos, el precio de los arreglos ornamentales se ha incrementado, aunque lo ha hecho en mayor medida en las flores tradicionales que en las de tela, indica la asociación de floristas. Las tradicionales han aumentado su precio en hasta un 15%, mientras que en las de tela el precio se ha mantenido en un rango similar al de años anteriores.