El presidente de la organización agraria Asaja-Alicante, José Vicente Andreu, ha trasladado al Gobierno que la solución para asegurar la supervivencia del sector citrícola consiste en poner en práctica cláusulas espejo para que los productos importados de países terceros cumplan los mismos estándares que los de la Unión Europea, así como evitar la llegada masiva de cítricos de terceros países para permitir a los agricultores vender a precios más competitivos y mejorar su rentabilidad. De momento, no obstante, la actual campaña está siendo buena ya que se ha frenado al entrada de cítricos de terceros países por el encarecimiento del transporte marítimo (combustible), lo que permite mejores precios.

Países competidores como Argentina y Sudáfrica han dejado de enviar cítricos al encontrarse con que los precios del transporte marítimo se han disparado por la guerra en Ucrania, pasando de un coste de transporte de entre 10 y 20 céntimos por kilo, a 60 céntimos de euro, por lo que las cuentas no salen. La consecuencia directa es una mejora espectacular de los precios para el agricultor alicantino, que recibe 0,48 euros por kilo de limón -"algo impensable en noviembre", según apunta José Vicente Andreu, y 0,30 euros por kilo de naranjas, un cítrico que el año pasado llegó a quedarse, incluso, sin salida ni precio por la competencia, entre otros países, de Egipto. La subida de los precios de la mandarina también es espectacular porque se paga a 0,48 céntimos, doble que en 2021.

En este sentido, la asociación agraria considera que la decisión de la comisión de cítricos de las Cortes Valencianas de cambiar el modelo productivo a cultivo ecológico, cuyo informe fue aprobado la semana pasada, no puede ser la única alternativa para preservar la viabilidad del sector a largo plazo.

“Es un error político centrar el informe en la reconversión a ecológico como solución fundamental, cuando actualmente el mercado ya está saturado con un 20% de cítrico certificado”, apunta el presidente de Asaja, José Vicente Andreu, quien también formó parte del grupo de expertos de la mencionada comisión. Además, apunta que en la actual campaña no está habiendo apenas entrada de cítricos de terceros países por diversas razones, como el encarecimiento del transporte marítimo.

Estas circunstancias han impulsado un aumento de la demanda de cítricos nacionales, hecho que está permitiendo que los agricultores vendan a precios más justos. Por ello, la asociación defiende que en España no existe un exceso de producción de cítricos, sino un exceso de importación de otros países -situación que hemos experimentado años anteriores- con quienes tenemos que competir en inferioridad de condiciones porque incumplen la normativa ambiental y laboral europea. 

Limones en la Vega Baja Información

En su intervención para valorar la viabilidad del sector, Andreu planteó la necesidad de solventar el problema del agua en el sur de la Comunidad; la instauración de cláusulas espejo ante situaciones de crisis provocadas por la masiva afluencia de cítricos de terceros países con costes laborales y ambientales muy bajos; la reconversión de la variedad y de estructuras productivas, como por ejemplo fincas mejor mecanizadas y digitalizadas y, por supuesto, la adaptación de nuestras producciones a las demandas de los consumidores. 

Aunque Asaja reconoce y defiende el valor de la agricultura ecológica, asegura que no puede ser la única opción para que el cítrico de la Comunidad Valenciana pueda persistir en el tiempo. Asimismo, el presidente añade que el anuncio de que la UE subvencionará con 120 millones de euros el fomento de la agricultura ecológica en Marruecos pone en evidencia “que resulta absurdo obligarnos a cambiar nuestro modelo productivo cuando al mismo tiempo se subvenciona a otros países para que compitan con nosotros en ecológico”. Andreu también reclama que los países terceros han de cumplir con las mismas normas que existen en Europa para que se pueda garantizar la seguridad alimentaria y la rentabilidad de nuestro campo. 

Mercadona tiene previsto comprar más de 200.000 toneladas de naranjas y mandarinas de origen nacional durante la campaña 2022/2023 que acaba de arrancar. La primera variedad que ya ha empezado a comercializarse en sus tiendas es la mandarina Oronules –presente en sus establecimientos desde el pasado 6 de octubre-, a la que seguirán en las próximas semanas otras variedades.

Del volumen total de compras previsto por la cadena, la mayor parte corresponderá a naranjas, con unas estimaciones de comercialización de 150.000 toneladas, mientras que las mandarinas supondrán otras 50.000 toneladas.

Las diferentes variedades de cítricos que ofrece Mercadona proceden de la Comunidad Valenciana, Andalucía, Región de Murcia, Cataluña y Canarias. Las mandarinas están disponibles a granel y en mallas de 1 y 2 kilos, además de la mandarina con hoja en cesta. En el caso de las naranjas, se venderán tanto a granel como en mallas de 3 a 5 kilos.