El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana dejará iluminados los enlaces de la autovía A-70 en el entorno de Alicante, atendiendo al elevado tráfico y a la siniestralidad de este tramo. Se trata del recorrido más saturado de la red estatal de carreteras en la provincia y también de uno de los más conflictivos, un factor que en gran medida es consecuencia del anterior. Por ello, dado que cumple con los criterios fijados por el Ministerio para que haya iluminación, se mantendrán los puntos de luz en lugares como los enlaces de Mercalicante (con la A-31), la Universidad (incluida la glorieta con la A-77), Villafranqueza y Vistahermosa.

El Gobierno ha dado a conocer recientemente la Estrategia de Eficiencia Energética de la Red de Carreteras del Estado, a través de la cual pretende reducir en un 50% el consumo de electricidad. Además, se quiere aminorar la dependencia de los combustibles fósiles. Buena parte de este gasto se corresponde con las luminarias instaladas a lo largo carreteras, autovías y autopistas de toda España que son titularidad del Ministerio. Por ello, se prevén actuaciones como la sustitución de las luces de vapor de sodio por otras tipo led, así como la producción de energía a través de la instalación de placas solares, entre otras.

Acceso al campus universitario desde la autovía, reformado este verano. HÉCTOR FUENTES

El plan tiene una previsión de desarrollo de seis años y contempla una inversión de 510 millones de euros. El Ministerio defiende que solo la sustitución de las luminarias supondrá un ahorro de entre el 30 y el 40%, y que se puede alcanzar el 70% si se ponen en marcha acciones como la implantación de sistemas de gestión inteligente de la iluminación, que permiten regularla en función de la presencia o no de vehículos u otros usuarios. Eso sí, la iluminación de una vía solo se contempla en situaciones muy concretas.

En su nueva planificación, el Gobierno mantiene los criterios ya existentes para que un tramo o punto concreto de la red estatal de carreteras se encuentre iluminado, los cuales explican que los enlaces de la A-70 en el entorno de Alicante cuenten con luz, pero no el trazado de la propia autovía entre cada uno de estos accesos. En autopistas y autovías, se contempla la instalación de luminarias en tramos con un tráfico superior a los 80.000 vehículos diarios, siempre que ambos márgenes de la vía discurran por suelo urbano. También, en el caso de enlaces y glorietas, se iluminarán aquellos puntos con una siniestralidad significativa o cuando las circunstancias lo aconsejen.

Tramo saturado y peligroso

Los enlaces de la A-70 cumplen con el criterio de ser puntos conflictivos por su siniestralidad. Como publicó este periódico hace algunas semanas, tanto la glorieta ubicada junto a la Universidad de Alicante como la de unión con la autovía que se dirige hacia Alcoy están señalizadas como tramos de concentración de accidentes; más en concreto, las calzadas de llegada a ambas rotondas por la A-77a y la A-77. Además, se trata de lugares de afluencia de mucha circulación, lo cual justifica los potentes puntos de luz instalados en las glorietas y las farolas en sus accesos.

A eso se suma la siniestralidad de otros enlaces cercanos, como el de Mercalicante, donde en 2020 se registraron seis accidentes con víctimas, según datos del propio Ministerio; aquí, a la ya de por sí complicada circunstancia del empalme de dos autovías con mucho tráfico como la A-70 y la A-31 se unen las características del nudo, con carriles de salida e incorporación muy cortos y curvas muy cerradas. También el entorno del enlace de Vistahermosa, al norte de Alicante, sumó 12 accidentes con víctimas en 2020, entre los kilómetros 6 y 7 de la autovía. Razón de más para que ambos estén iluminados, al igual que el de Villafranqueza.

Trazado de la A-70 en el entorno del túnel de Sant Joan, donde hay farolas pero están siempre apagadas. MANUEL R. SALA

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Sin embargo, llama la atención que el tronco de la autovía en esta zona no esté iluminado. Hay farolas, pero están siempre apagadas. La densidad del tráfico justificaría su encendido: la intensidad media a la altura del kilómetro 15, a medio camino entre los enlaces de la A-77 y la A-31, fue en 2019 de 90.938 vehículos diarios, con picos por encima de los 100.000 en verano, y en 2020 se quedó en 70.339, aun a pesar de todas las restricciones a la movilidad impuestas por la pandemia. Ahora bien, la autovía discurre fuera de la ciudad y, por tanto, de suelo urbano.

Así, atendiendo fielmente a los criterios del Ministerio, las farolas en ese tramo de la A-70 deberían mantenerse apagadas. No obstante, también se dan en este punto factores excepcionales como los que cita el propio organismo estatal como para considerar la posibilidad de encenderlas, al tratarse de una vía que presenta una saturación casi permanente en horario laborable, y que en épocas de poca luz natural, como ahora mismo, esta congestión se produce también siendo ya de noche. Es habitual, en este sentido, que haya atascos en torno a las 20.00 horas, y ante la falta de luz la visibilidad se ve reducida.