A las universidades no les salen las cuentas. Estiman un descuadre millonario para 2023 salvo que la Generalitat, a través de la Conselleria de Innovación y Universidades, aumente la consignación presupuestaria para los cinco campus de la Comunidad Valenciana. Y todo porque el incremento de gastos que deben asumir ante el aumento salarial de la plantilla y por la desbocada factura eléctrica no se compensa con el presupuesto previsto en las cuentas de la Generalitat para 2023, pendientes de aprobación en las Cortes tras validarse inicialmente por el Pleno del Consell.

La presidenta de la Conferencia de Rectores de la Comunidad Valenciana y rectora de la Universidad de Alicante, Amparo Navarro, asegura que la partida consignada en el Presupuesto de la Generalitat Valenciana para 2023 es insuficiente para que los campus puedan hacer frente a gastos fijos, como son el sueldo de los trabajadores y la disparada factura energética. "Estamos en conversaciones con las consellerias de Universidades y de Hacienda porque la partida consignada no es suficiente. Las cinco universidades hemos enviado una carta para explicar la situación a la que nos enfrentamos, y estamos a la espera de una respuesta. Tengo esperanza de que lo entiendan", señala Navarro.

Este jueves se supo que el claustro de la Universitat Jaume I de Castellón había decidido aparcar el proceso de confección del presupuesto para el 2023 ante la falta de una financiación que garantice las necesidades reales de funcionamiento del campus.

En este contexto, la Universidad de Alicante considera que la consignación presupuestaria que recoge el anteproyecto de la Ley de Presupuestos de la Generalitat para las Universidades Públicas Valencianas "condiciona el futuro y la sostenibilidad de la universidad". La situación viene agravada, según señalan, por la "especial complejidad" del actual ejercicio 2022, ante el incremento de los costes energéticos y salariales, que no estaban previstos en el presupuesto inicial y que el actual documento debería recoger, según subrayan.  

Desde la Universidad de Alicante calculan que necesitan un "extra" de 16 millones de euros para poder cubrir el incremento de gastos derivado de los sueldos y de la factura energética. "Para lograr avanzar en la financiación justa, suficiente y equitativa que reclamamos, nos hubiera gustado haber podido tener una participación más directa en el proceso de elaboración del presupuesto y no tener que hacer estas demandas con un proyecto tan avanzado", señalan desde el campus que dirige Amparo Navarro, donde consideran "que todavía se está a tiempo de poder solventar las evidentes deficiencias que incluye y que ponen en serio peligro la viabilidad de la Universidad". Y todo, tal y como apuntan, "en un contexto en que desde Generalitat se nos instó a trabajar conjuntamente en la elaboración de un nuevo Plan Plurianual de Financiación".

Para 2023, la cantidad consignada en los Presupuestos para el conjunto de las universidades de la Comunidad para atender el gasto genérico, que ronda los 95 millones de euros, "no permite atender el crecimiento de los gastos corrientes que van a sufrir las universidades en 2023", según la UA. "Se considera insuficiente porque no contempla el aumento de las subidas salariales consolidadas de 2022, ni las previstas por el gobierno para 2023", según añaden. En el Capitulo I, relativo a gastos de personal, se prevé una subida de un 6% debido a la consolidación de la subida salarial de 2022 (3,5%) más la subida salarial mínima prevista para 2023 (2,5%), mientras que el aumento real previsto en el anteproyecto presentado, asciende, en global, a menos de un 2,5%. 

Además de esto, las universidades han de hacer frente también a la subida de los costes energéticos, a la subida de los gastos generales no energéticos como consecuencia de la inflación y al aumento de los gastos establecidos por normativas estatales y autonómicas, entre los que se incluye el coste vegetativo de la mayor antigüedad de la plantilla, que crecen cada año y que no se han actualizado, según señalan.

La Universidad de Alicante considera, por tanto, que la cuantía prevista, con un importe similar al de la última anualidad del convenio de deuda histórica, "lo que hace es consolidar el pago de esa deuda histórica, pero en modo alguno supone una financiación adicional, sino ordinaria". Por eso, consideran "esencial que se prevea una dotación adicional que permita corregir estas carencias, previendo mecanismos de transición adecuados que nos permitan una financiación suficiente". Desde las universidades sostienen "que el proceso de negociación de un nuevo plan de financiación difícilmente puede acometerse, con expectativas de alcanzar un consenso, si no se prevé primero esa financiación suficiente que en estos momentos el anteproyecto no contempla".

Desde la Universidad de Alicante ven "significativo" que el presupuesto de la Generalitat, operaciones financieras al margen, haya crecido un 6,76%, porcentaje similar al crecimiento del capítulo 1 de la Generalitat. Sin embargo, el presupuesto de la Dirección General de Universidades únicamente ha crecido un 2,63%. "Esperamos que sea posible alcanzar un mantenimiento del nivel de financiación actual mediante líneas de financiación específica que atiendan estos incrementos", según añaden.

Al respecto, desde la UA se incide en que "el porcentaje del presupuesto que se destina a las universidades en relación con el presupuesto de la Generalitat ha ido disminuyendo en los últimos años", pasando del 6,87% de 2011 al 4,68% de 2023, descontado el presupuesto para operaciones financieras.

Peticiones al detalle

Desde la Universidad de Alicante se urge a la Conselleria de Universidad y, por extensión, a la Generalitat Valenciana a que, aún con la vista en 2022, se materialice de manera efectiva la compensación de la subida salarial y se consigne una partida extraordinaria para la compensación de los sobrecostes energéticos.

De cara a 2023, la UA reclama que se consolide el incremento de la transferencia corriente, incluyendo la subida salarial de 2022 (3,5%), más la subida salarial mínima prevista para 2023 (2,5%), el incremento de los costes energéticos y de los gastos generales no energéticos como consecuencia de la inflación.

Por otro lado, para "mejorar la equidad y permitir la transición" al nuevo plan de financiación reclaman una "partida adicional que permita un tránsito equilibrado al nuevo plan plurianual de financiación, para eliminar las insuficiencias financieras del sistema universitario público valenciano que han ido creciendo en los últimos años" y, como medida complementaria al plan de financiación de gastos corrientes, un "plan de infraestructuras como en anteriores planes de financiación que prevea el desarrollo de nuevas infraestructuras que sean necesarias y una partida para obras de rehabilitación ampliación y mejora de las existentes".