El centenario del Mercado Central de Alicante y sus actos han conseguido atraer a un público joven al centro de abastos, pero no han conseguido solucionar todos los problemas con los que cuenta el mercado. Varios de los comerciantes del emblemático edificio señalan que hay desperfectos en el suelo y los accesos que podrían haberse solucionado con la inversión en los actos del centenario.

"No funciona todo como debería de funcionar, hay una baldosa junto a nuestro puesto que está tapado con cinta en lugar de haberlo cambiado", señala Alberto Dolader, que trabaja en una de las fruterías de la planta baja. Efectivamente, a pocos pasos de dicho puesto una de las baldosas está sujeta con varias cintas para que no se levante, y no es el único de todo el edificio.

El Mercado Central se encuentra decorado y engalanado por los cien años del edificio, en los que se ha vivido entre otros momentos el bombardeo del 25 de mayo de 1938, representado en una maqueta que se ubica en la planta baja. Unas galas que no convencen a todos los comerciantes. Estefanía López también se ubica en la planta baja del centro de abastos y considera que "desde el Ayuntamiento no se ayuda a los comerciantes". Además, apunta que el cierre del pasado sábado con motivo del concierto de Varry Brava para la celebración de los cien años no benefició a los comerciantes ya que el sábado es el día más importante para la venta en el Mercado Central. Además, asegura que el ascensor interno que conecta las plantas baja y superior se estropea de manera constante, y que se podría dedicar una partida para arreglarlo de manera definitiva. Por otro lado, reconoce que sí hay un buen trabajo en cuanto a la atracción de gente joven desde que entró gente con ideas nuevas a la Asociación de Mercados.

Uno de los ascensores del Mercado Central, inoperativo. Jose Navarro

Sin reconocimientos a comerciantes

Un punto en el que coincide David, de uno de los puestos de carnicería de la planta superior: "El centenario ha estado bien pero han tenido más en cuenta al ciudadano que al comerciante. El concierto ha estado muy bien, sirve para atraer gente, pero nosotros nos enteramos por megafonía". Su compañero, que escucha la conversación, añade: "Habría estado bien un detalle con nosotros o un reconocimiento a los puestos que llevan tres o cuatro generaciones haciendo mercado". Ambos coinciden en que una de las mayores desventajas del Mercado Central es la falta de accesibilidad con el coche, lo que le resta posibilidades de atraer clientes, y consideran que los dueños de puestos que no se utilizan deberían de estar obligados a vender para que el mercado tuviera más actividad.

No todos los comerciantes, sin embargo, están descontentos con los actos que se han realizado con motivo del centenario del centro de abastos. Estrella Agudo, que cuenta con un puesto de congelados, asegura que toda la campaña ha sido positiva para ellos: "Ha venido más gente joven que habitualmente no venía y, aunque ese día no haya comprado, ha vuelto. Nos ha ayudado a vender y siempre es buena la visibilidad", apunta.

Contentos con la decoración

Daniel Méndez cuenta con una carnicería en la planta superior y asegura que el Mercado Central tiene ahora un lavado de cara que le ha venido muy bien de cara a las ventas: "Todas esas luces y esa decoración no estaba, los actos han sido de agradecer", señala el comerciante, quien añade también que es cierto que el Mercado Central cuenta con diversos problemas recurrentes que no se solucionan, como la puerta lateral que se encuentra junto a la droguería, por la que salen la mayoría de los concesionarios a la hora del cierre del mercado.

Varios consumidores junto a un cartel del centenario. Jose Navarro

Algunas de las tenderas más veteranas consideran que hay un punto positivo en los cambios. "No han estado mal los actos, la sociedad ha cambiado", valora Charo, que trabaja en una de las fruterías. Tina Iborra, la florista más veterana de los puestos que se encuentran en la plaza 25 de mayo, señala que el impacto ha sido bueno: "El centenario ha estado muy bien con la fiesta que se hizo y las nuevas luces", apunta.

La concejala de Mercados, Lidia López, destacó antes del pasado sábado que el Mercado Central iba a permanecer abierto hasta las seis de la tarde "para conmemorar los cien años por todo lo grande". Un anuncio que muchos comerciantes aseguran que no les llegó ya que cerraron a las tres de la tarde como es habitual.