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Análisis

El Ayuntamiento de Alicante ya va tarde

El bipartito de Barcala sigue sin cerrar el Presupuesto de 2023, que ya han aprobado ciudades como Elche y València, mientras presume de tomar la delantera con el encendido de las luces de Navidad

Barcala, durante un pleno municipal Jose Navarro

Hay jóvenes ejemplares, en lo académico, que consiguen encadenar las mejores notas examen tras examen, curso tras curso. Hay otros estudiantes, en cambio, con buenas notas en algunas materias más livianas, en las llamadas "marías", y que no logran arrancar en las asignaturas "hueso", en las duras. Ahí podría enclavarse el bipartito de Alicante, de PP y Ciudadanos, entre esos alumnos que destacan en las asignaturas fáciles, pero que tropiezan año tras año en las materias clave en toda formación académica. El gobierno de Barcala presumía este viernes, a través de una nota de prensa, de que Alicante es la primera ciudad en encender el alumbrado navideño. 

Más allá de precisar que no fue la primera, porque se le adelantó Torrejón de Ardoz, un municipio madrileño muy volcado con la Navidad, de lo que no puede presumir Alicante, un año más, es de ser la primera gran ciudad de la Comunidad Valenciana en aprobar los Presupuestos municipales, el documento más importante de todo el año para cualquier ayuntamiento, esa hoja de ruta que recoge las líneas políticas a seguir por el equipo de gobierno. 

En esa asignatura, de las "hueso", ya van por delante los dos municipios más próximos a Alicante en cuanto a población, como son València y Elche. El Cap i Casal, gobernado por Joan Ribó (Compromís), aprobó sus cuentas en Junta de Gobierno el pasado 15 de noviembre, para luego presentarlas al Consejo Social de la Ciudad y validarlas ante el Pleno dos días después pese al "no" de toda la oposición. Tiempos similares sigue Elche, con el socialista Carlos González al frente, que llevó el Presupuesto a Junta de Gobierno el pasado 15 de noviembre, en este caso tras darlo a conocer al Consejo Social de la ciudad. A finales de mes está prevista su aprobación en el Pleno, donde el gobierno es mayoría. 

En Alicante, y eso que el ejecutivo está en minoría y del Consejo Social nada se quiere saber, aún andan "ultimando" el documento. Ya se empiezan a conocer primeras fechas para los trámites en los entes autónomos del Ayuntamiento, previstas para esta semana que entra, aunque eso no asegura nada. El pasado año, el presupuesto de la Agencia de Desarrollo Local se aprobó el 9 de diciembre, mientras que el Presupuesto del Ayuntamiento no llegó a pleno hasta mediados de febrero para su validación inicial. 

Y es que la estabilidad interna de la que tanto presume el bipartito de PP y Ciudadanos, frente a las broncas constantes del tripartito, no ha propiciado una mejora en los tiempos, no ha permitido cumplir con el Presupuesto, y eso que no se trata de cualquier documento para el funcionamiento de todo gobierno. De hecho, desde 2015, el Ayuntamiento no arranca un año con las cuentas en marcha, entonces salió adelante aún con Sonia Castedo al frente del gobierno. En este 2022, el Presupuesto no se aprobó definitivamente hasta finales de marzo, que no fue la peor fecha de entre las últimas, pero tampoco nada para resaltar. En años anteriores, la tramitación se completó el 28 de abril en 2016 y el 12 de mayo en 2017 (ambos años con el tripartito), el 29 de marzo en 2018 (con el PSOE en solitario), el 16 de abril en 2019 (con el PP en solitario), el 23 de mayo en 2020 (año del estallido del covid), el 25 de marzo en 2021 y el 30 de marzo este 2022.

Ese retraso no es algo menor, ya que condiciona las políticas de todo el año. Provoca una baja ejecución, como la que se repite constantemente en Alicante (apenas el 32% de las inversiones en 2021). Que se lo pregunten al parque de El Palmeral, por citar un ejemplo. E incluso ha costado dinero al Ayuntamiento, a las arcas públicas, al reclamar empresas indemnizaciones por no poder llevar a cabo los contratos que les habían sido adjudicados. La última "multa" se aprobará este martes en Junta de Gobierno, que se ingresará directamente en la cuenta de una empresa encargada de mejorar la iluminación en zonas deportivas. En este caso, unos 20.000 euros de indemnización, que se suman al retraso en la ejecución de esa actuación. 

Ahora, para encender las luces de Navidad, todo han sido prisas. Tantas que Alicante ha superado a Vigo, siempre un referente en cuanto a la animación navideña, y a otras capitales como Madrid, Barcelona, Valencia o Málaga. Y el ritmo va "in crescendo", ya que tras el fiasco de la Navidad de 2019, cuando la puesta en marcha de las luces casi coincidió con los días grandes de las fiestas, el gobierno decidió anticipar fechas para pasar cuanto antes página de aquel fracaso. Así, en 2020, pese a la pandemia, se encendieron el 20 de noviembre y tanto en 2021 como este 2022, se ha adelantado al día 18. Y, cuidado, que el próximo 2023, el "Black Friday" se celebra el 24 de noviembre, por lo que podríamos tener el árbol y las luces encendidas el viernes 17. Con ese calendario, resulta complicado no ser la primera o de las primeras ciudades. En eso de adelantar el encendido navideño, crisis energética al margen, Alicante es la mejor de entre las mejores. 

En otros asuntos ya cuesta más. Alicante, para su alcalde, Luis Barcala, es la "capital de la Navidad". Más allá de lo discutible del "título" autoconcedido, el regidor popular no puede presumir de que Alicante sea un ejemplo en movilidad sostenible, ni por los kilómetros de carriles bici ni por las calles peatonalizadas. Tampoco puede alardear de los servicios sociales de Alicante, y menos con ciudades tan próximas como Elche, que sí son un ejemplo en atención a las personas más vulnerables. Alicante no puede vanagloriarse de ser la ciudad más limpia, ni siquiera de estar entre las destacadas, como tampoco de ser una ciudad que se preocupa por su mantenimiento, basta con pasear por cualquier calle de cualquier barrio. De igual modo, no debe sacar pecho cuando se habla de conciliar el descanso y el ocio. Tampoco está Alicante para fanfarronear de poseer un ecosistema económico basado en las nuevas tecnologías, pese a los recientes esfuerzos colectivos de las administraciones públicas, con la Generalitat a la cabeza con Distrito Digital. Ni de disponer de parques industriales innovadores para atraer a empresas que buscan vanguardia. 

En esas cuestiones, como en otras tantas, Alicante aún va por detrás de ciudades con "vínculos" como Valencia, Elche o Málaga. Ahora, mientras ellas aún siguen con el alumbrado ornamental a la espera de ser activado, Alicante ya tiene la bola más grande encendida en la Explanada, el árbol cónico iluminado en la plaza del Ayuntamiento y sus principales avenidas luciendo motivos navideños. En eso, nadie puede decir que Alicante vaya tarde. Lo de aprobar el Presupuesto, para poder ejecutar lo prometido, eso ya para otro día. O para otro mes. O para otro año.

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