Sin limitación del número de comensales ni un test de antígenos "por si acaso", las cenas de empresa recuperan la normalidad tras las restricciones de la pandemia y se enfrentan a un nuevo enemigo: la inflación. Esa combinación de ganas de celebración y temor a una posible subida de precios se ha traducido en un "adelanto" de la Navidad, aumentando los eventos de grupo celebrados en noviembre.

El sector de la hostelería se muestra optimista y augura una buena campaña en la "nueva normalidad" mientras que los comensales, que no quieren perder la oportunidad de juntarse con sus compañeros de trabajo, equipo o amigos, tratan de "escapar" de posibles subidas de precio en el mes de diciembre.

Los profesionales de la restauración consideran que esta campaña navideña podría arrojar cifras similares a las del año 2019, que supuso un récord en ocupación hotelera en Alicante y colgó el cartel de "completo" en cientos de restaurantes de la provincia. De hecho, son varios los establecimientos que ya no tienen mesas disponibles para las fechas más buscadas este año: los fines de semana del 9-10 y del 16-17 de diciembre.

«Ha sido una pelea numérica ajustar los menús sin variar los precios ni la calidad» Alejandro Pavón, propietario La barra del Ibarra

Para Alejandro Pavón, propietario de "La barra del Ibarra" en Alicante, hay una diferencia entre los eventos personales y los profesionales: "se han adelantado bastante las reservas de grupos de amigos, que se concentran "casi todas" en el mes de noviembre, mientras que las empresas "están solicitando mesas para el mes de diciembre", como ya era habitual. 

El restaurador afirma que el sector tiene la sensación de "una vuelta total a la normalidad, como si la gente ya hubiese perdido el miedo a las multitudes y a los sitios cerrados". Pavón celebra el "cóctel perfecto" que componen "las ganas" y "las buenas temperaturas que estamos teniendo" y augura una campaña navideña "como de las de siempre".

Un camarero controla el pasaporte covid, el año pasado. INFORMACIÓN

En cuanto a los efectos de la inflación, los hosteleros reconocen que este año está siendo especialmente complicado confeccionar los menús para grupos. Señalan que la intención es "seguir ofreciendo la mejor calidad y servicio" pero que los costes "se han disparado en todos los productos", por lo que muchos están viéndose obligados a escoger entre "recortar" el menú -ya sea en número de platos o tamaño de las raciones- o bien aumentar los precios, que rara vez se sitúan por debajo de los 35€ por persona.

«Espero una buena campaña, el año pasado perdí más de 400 comensales» Adrián Mazón, propietario Bailén 17

En este sentido, el propietario de La barra del Ibarra reconoce que "ha sido una pelea numérica poder ajustarlos sin elevar los precios y manteniendo la calidad" y aunque admite que "siempre se han incrementado los precios del género durante estas fechas" asegura que "hemos notado mucho que este año el encarecimiento por las fiestas partía de un precio ya de por sí elevado".

Una opinión con la que coincide Adrián Mazón, propietario del restaurante "Bailén 17", quien también ha percibido un aumento de las reservas en el mes de noviembre. El hostelero espera "una campaña mucho mejor que la del año pasado" cuando las recomendaciones sanitarias de evitar reuniones de este tipo provocaron una oleada de cancelaciones: "el año pasado perdí cerca de 400 comensales por las anulaciones".

Para Mazón, aunque la inflación afecte, no considera que vaya a ser determinante en la campaña navideña "ya que en estas fechas la gente siempre tiene ganas de juntarse, y hace más esfuerzos". Sin embargo, advierte de que "el problema vendrá después, cuando los precios sigan subiendo y a la gente le cueste más salir a comer".

Cenas en noviembre para "huir" de las subidas

Las ganas de recuperar la normalidad no suponen el único motivo para que muchos comensales estén adelantando sus eventos a noviembre, tratar de "escapar" de los efectos de la inflación y la campaña navideña es el otro gran condicionante.

«En Navidad pasa como en las bodas, solo por ser una fecha especial suben precios» Carlos Jiménez, cliente

Carlos Jiménez, trabajador de una asesoría, cuenta que los motivos por los que su empresa se ha decantado por celebrar la tradicional cena de Navidad un mes antes de las fiestas, el 25 de noviembre: "Es mucho más fácil cuadrar los horarios tanto entre nosotros como con los restaurantes".

Además, este alicantino asegura que "al hacerla en noviembre también esperamos que nos salga un poco más barata" ya que "con las cenas de empresa pasa como con las bodas, en cuanto dices para qué es la reserva el mismo menú cuesta el doble".