Un juzgado de Alicante ha abierto la vía para que padres del Liceo Francés puedan rebajarse hasta un 35% las cuotas por la escolarización de sus hijos durante los meses del confinamiento por el estado de alarma, según la sentencia que es firme y contra la que no hay posibilidad de recurso. El centro privado había llevado a los padres de uno de sus estudiantes al juzgado porque se negaba a pagar las cuotas del curso 2019/20 alegando que su hijo no había recibido el servicio contratado. 

Los progenitores planteaban que el coste debería haberse moderado sustancialmente. Durante los meses del confinamiento se llevó a cabo un sistema de enseñanza a base de intercambios de emails y comunicaciones, algo que distaba del servicio contratado. El juzgado ha limitado solo al tercer trimestre del curso, mientras estuvo vigente el estado de alarma, los meses en los que los padres no tendrían que pagar las cuotas reclamadas. Esta cifra supone una rebaja de un 35% de la cantidad que pedía el centro y que ascendía a 1.336 euros.

Fuentes judiciales indicaron que esta decisión abre la vía a que otros padres puedan seguir el mismo camino presentando una demanda de restitución, que se podría interponer tanto individual como colectivamente en un plazo de cinco años contando desde el 2020. El Liceo explicó a preguntas de este medio que está estudiando la resolución para ver cómo procede respecto al resto de los alumnos.

La sentencia considera que las condiciones no fueron las del servicio contratado y que otros colegios sí se adaptaron

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El juzgado de Primera Instancia número seis de Alicante argumenta que, a diferencia de otros colegios privados de Alicante que sustituyeron las clases presenciales por otras on line durante el confinamiento, este centro «llevó a cabo un sistema de enseñanza a base de intercambio de e-mails y comunicaciones, «algo que distaba mucho del servicio contratado». El magistrado valora que el confinamiento «fue una situación sorpresiva para todas las partes, pero no es menos cierto que muchos centros pudieron adaptarse a esa nueva situación, manteniendo las clases on line en su integridad, algo que no sucedió con este centro de enseñanza por lo que, en contraprestación a esa clara reducción del servicio prestado, procede moderar el porcentaje de la cuota fijada en un 35% durante los meses en que estuvo vigente el estado de alarma».

El magistrado señala que se ha tenido en cuenta el hecho de que se siguió impartiendo clases vía mail e intercambiando la información escolar y considera que nada tienen que ver las cuotas reclamadas con los mayores gastos a los que tuvo que enfrentarse el Liceo Francés porque afectaban al curso siguiente, no a las cuotas del anterior. «Ese aumento debió ser repercutido, en su caso, en las cuotas del nuevo curso en lugar de usar a los pagos de los padres del anterior por servicios parcialmente prestados», esgrime.