“Un hombre no debería llorar en público”, “es lógico usar la violencia para obtener respeto si es necesario”, “los hombres deberían ser los que traigan dinero al hogar”. Son actitudes completamente vinculadas al machismo más enraizado y tradicional, pero con las que siguen pronunciándose de acuerdo hasta uno de cada siete jóvenes entre los 15 y los 29 años de edad.

Así lo revela la más reciente investigación llevada a cabo sobre la masculinidad y su impacto en la juventud por el Centro Reina Sofía de adolescencia y juventud.

Desigualdad

Aunque cada vez son más los que se muestran conscientes de que vivimos perpetuando la desigualdad de género por los roles que se inculcan desde la niñez, el porcentaje más radicalizado mantiene su beneplácito hacia el concepto asumido de que hay que ser “un hombre de verdad”, lo que implica, además de los primeros ítem citados, que si uno no se defiende cuando abusan de él es que es débil, o que un hombre debe resolver los problemas sin pedir ayuda, y que incluso no es nada bueno que se enseñe a un niño cómo cocinar, coser o limpiar la casa, porque son “cosas de mujeres”.

Campaña contra el machismo Claudio Reyes

En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, el referido informe trata de comprobar los valores que se transmiten en la familia, así como la idea que tienen hoy en día los jóvenes sobre la masculinidad en un contexto heteropatriarcal.

Machismo

Y las conclusiones apuntan a que uno de cada siete jóvenes sigue teniendo interiorizada la visión de la masculinidad “más tradicional y estanca”, como precisan los autores del estudio.

Para ellos, un hombre debe tener la última palabra sobre cualquier decisión en su relación o en su matrimonio y y si no tiene suficiente sexo con su pareja es compatible con la infidelidad, además de la normalidad de recurrir a la prostitución o a la mayor cantidad de parejas que pueda también, sin olvidar en el mismo nivel de normalidad que piropee a una mujer en público aunque no la conozca si le parece atractiva.

Cosas de niñas

Los autores del estudio llaman a este modo de proceder “estar dentro de la caja de la masculinidad”, y el porcentaje de hombres en esta línea dobla al de las mujeres, un 14% frente a un 5,8% respectivamente.

Estas últimas son las que sostienen también que hay que ser “una mujer de verdad”, aunque es mucho mayor el porcentaje de los jóvenes que han oído estas ideas en su entorno más cercano desde pequeños, hasta dos de cada tres, pero que con el tiempo no lo han interiorizado como un modo de comportamiento más que uno de cada siete entre ellos, y la mitad de estos porcentajes entre ellas.

Evitar jugar de pequeño a “cosas de niñas”, no ser afeminado o no tener amigos homosexuales, porque “los hombres de verdad son heterosexuales”, son asimismo conceptos que comparten los jóvenes mas extremos, y que incluso plantean dudas a uno de cada tres, quienes pese a ser conscientes de que estos mandatos tradicionales y sexistas no se ajustan a su modo de vida y de proceder, tampoco se posicionan claramente al respecto.

Presión

En el frente más optimista del estudio se sitúan más de la mitad de los jóvenes entre 15 y 29 años, que se pronuncian completamente ajenos al machismo y con un rechazo pleno a la imagen de que si un hombre se preocupa por su imagen no sea muy masculino o a aquello de que un niño deba evitar desde pequeño jugar “a cosas de niñas”.

Mensajes contra la violencia machista Sáshenka Gutiérrez

La presión social sigue marcando, no obstante, de modo significativo el modo de proceder de los jóvenes que, en un elevado porcentaje, entre la mitad y más de uno de cada tres, destacan como los rasgos que más les tienen que definir ante los demás por su género el hecho llevar la iniciativa a la hora de ligar, ser bueno practicando sexo, tener éxito en las redes sociales, consumir drogas en ambientes de ocio, o usar la violencia para mantener esa reputación.

Para ellas, los parámetros difieren y la presión social aparece más marcada: puntúan el éxito en el trabajo o en los estudios, mostrarse fuertes aunque estén asustadas, ser atractivas físicamente y ocultar la tristeza.

Violencia

Lamentablemente ejercer la violencia, siempre en referencia a quienes tienen clara y arraigada la vivencia machista, también está presente en más de la mitad de estos jóvenes, que añaden la burla como modo de comportarse frente al que consideran débil, junto a las amenazas de publicar fotos para avergonzar.

La conclusión del estudio apunta a que en su gran mayoría, tres de cada cuatro jóvenes, sigue percibiendo la violencia de género como un “problema social muy grave”, e incluso este índice ha aumentado doce puntos respecto a un año antes, y más todavía cuando las consultadas son mujeres, catorce puntos más que ellos.

Sin embargo menos de la mitad del porcentaje que viven desde el machismo, creen que realmente haya un problema al respecto, hasta el punto de considerarlo un "invento ideológico” y situarse en el negacionismo.

Llegan a señalar que cuando la violencia es “de poca intensidad”, no reviste problema para la pareja, y que solo hay ciertos perfiles de mujeres que pueden llegan a ser víctimas de esa violencia.

Campaña

La fundación Fad juventud, que colabora en el estudio, ha puesto en marcha una campaña digital dirigida a jóvenes y adolescentes para prevenir esta violencia de género y tratar de hacerles conscientes de que “es una realidad presente en nuestro días y una problemática grave que afecta a muchas jóvenes y ante lo que no cabe indiferencia alguna”, como señalan los autores de la investigación. “Es un problema que está por encima de ideologías y opiniones”, recalcan.

Les instan por tanto a mantener los “ojos abiertos”, ser conscientes de que no se puede controlar el móvil de nadie, ni humillar en modo alguno, así como a que sean activos y rechacen públicamente cualquier manifestación de violencia de género en su entorno.

Sanidad detecta medio millar de maltratos

Hasta medio millar de casos de violencia de género han aflorado en las consultas de Atención Primaria en la provincia el último año. Son 1.194 casos de maltrato en toda la Comunidad por lo que casi la mitad se han detectado en Alicante. Son cifras que según destacan desde Sanidad ya son similares a las de antes de la pandemia, en 2019, cuando se registró un total de 1.422 casos positivos de violencia de género. Por tipo de maltrato y teniendo en cuentan que a veces la misma paciente víctima de varios, ha habido 1.145 casos de violencia psicológica, 591 agresiones físicas y 187 de violencia sexual en conjunto. El conseller ha declarado que “la violencia machista no tiene cabida en nuestra sociedad; es una lacra que debemos combatir desde todas las esferas”