La penúltima en torno al Júcar-Vinalopó. El Ministerio para la Transición Ecológica ha dinamitado la última opción que quedaba para que la provincia pudiera recibir agua para consumo humano desde la cuenca del Júcar, al eliminar del nuevo plan hidrológico de cuenca que debe ratificar el próximo martes el Consejo Nacional de la Agua la concesión de hasta 12 hm³ captados en el embalse de Bellús, negociada y pactada en su día con la Junta Central, y que figurada en la planificación 2015-2021. Un caudal que hubiera llegado a las comarcas del Alto y Medio Vinalopó desde el Azud de Antella, en Llanera de Ranes, aprovechando la infraestructura del trasvase que parte Cullera tras el polémico cambio de toma en 2005. En estos momentos y según la negociación que arrancó en verano entre la Junta Central y la Confederación del Júcar, el máximo caudal a recibir desde el Júcar será de 34,1 hectómetros cúbicos a partir de 2032.

La concesión pactada y que figuraba negro sobre blanco en el anterior plan suponía el embrión de la posibilidad de establecer una segunda toma para traer agua potable para los municipios y dejar de extraer agua de los acuíferos sobreexplotados, según revelan los catedráticos de la Universidad de Alicante, Antonio Rico y Antonio Gil Olcina, tras estudiarse a fondo el nuevo Plan Hidrológico del Júcar. Pero la cosa no se queda ahí, ya que la concesión de 12 hm³ se ha borrado para Alicante, pero ahora figura en el nuevo documento como aporte de agua para los agricultores de Castilla-La Mancha para aliviar la delicada situación del Acuífero de la Mancha Oriental: en concreto 12 hm³ ampliables hasta 20 hm³ en una segunda fase.

Agua del Júcar que desde hace años llega para el abastecimiento urbano de Albacete y Valéncia a través del trasvase Júcar-Turia. Para la provincia, sin embargo, a cuenta gotas y solo para el riego agrícola. Los profesores Antonio Rico y Antonio Gil Olcina recuerdan, tras estudiarse a fondo el nuevo documento de planificación hidrológica, que “los 12 hm³ acordados procedían de recursos superficiales de agua no asignados procedentes de los afluentes del Júcar situados aguas abajo del embalse de Tous, que en gran medida serían captados en el embalse de Bellús tras incrementar su capacidad de regulación”.

Gil Olcina y Rico advierten de que en la normativa del plan de cuenca 2022-2027 “se ha eliminado esta asignación para las comarcas del Alto y Medio Vinalopó y l’Alacantí, mientras se aumenta el volumen de sustitución de los bombeos en el acuífero de la Mancha Oriental con recursos superficiales del Júcar en otros 20 hm³ adicionales a los 80 hm³ al año ya previstos”.

Antonio Rico, director del Instituto Universitario de Geografía de la Universidad de Alicante considera que “esta planificación hidrológica demuestra que en el Júcar hay agua potable para garantizar el abastecimiento humano de los municipios del Alto y Medio Vinalopó para dejar de sobrexplotar los acuíferos, el mayor problema ambiental de la provincia. No entiendo esa obsesión contra Alicante. Por supuesto que Albacete y València tienen que recibir agua de calidad del Júcar, pero por qué se le niega sistemáticamente a la provincia. ¿Ni 12 hm³ al año para que, por ejemplo, Elda debe de extraer el agua a 500 metros de profundidad?”.

La falta de una solución real y efectiva para garantizar el abastecimiento urbano de las poblaciones de Alto y Medio Vinalopó -cerca de 400.000 personas tras quedarse fuera Benidorm del trasvase- es la gran asignatura pendiente de un proyecto que costó 400 millones de euros, pero que al final se va a incrementar en otros cien millones de euros más para incorporar la energía fotovoltaica y las conducciones que faltan del postrasvase. La infraestructura se ha quedado tan solo para el regadío, incumpliéndose, incluso, la condición por la que Bruselas subvencionó el proyecto con 120 millones de euros.

La polémica por la falta de un solución al abastecimiento de la población sigue abierta y la última asociación en reclamar una solución fue la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante,  que exigió los 30 hectómetros de agua para consumo humano pactados en el reparto de agua procedentes del trasvase Júcar-Vinalopó para que la provincia de Alicante tenga asegurado el abastecimiento de las ciudades del Vinalopó y L’Alacantí ante la situación de sequía.

El presidente de Uepal, Juan José Sellés, considera que “lo correcto es que las necesidades de agua de boca estén aseguradas desde Valencia por el río Júcar, y no desde la deficitaria cuenta del Segura, sin que ello suponga renunciar a ningún derecho de ambas”. En concreto, reclama la aplicación del acuerdo del trasvase Júcar-Vinalopó que estableció un reparto de 50 hectómetros de agua para riego y otros 30 hectómetros para abastecimiento. “De estas cantidades de agua de boca nada se ha dicho, ha pasado al olvido, mientras que peligra el agua del Tajo-Segura que abastece a la Mancomunidad del Taibilla, se incrementa el precio del agua desalada y siguen sobreexplotando los acuíferos en el Vinalopó”,

Postrasvase

Por otro lado, el Consell ha aprobado este viernes el contrato administrativo de las obras de la nueva conducción del margen izquierda del postrasvase Júcar-Vinalopó, Tramo II (río Vinalopó - Balsa Moclem), con un presupuesto de 22,6 millones de euros. Esta actuación mejorará la calidad ambiental de los acuíferos del Vinalopó, mediante el cese de extracción para riego de aguas subterráneas de los mismos y su sustitución por aguas superficiales.

Para ello, mediante este contrato, se construirá una nueva tubería que distribuirá las aguas provenientes del Júcar-Vinalopó a las entidades de riego existentes en la Margen Izquierda del Vinalopó. Se reconducen así las aguas trasvasadas desde el Júcar, por la margen izquierda del Vinalopó, partiendo desde el embalse de El Toscar hasta las balsas de la Margen Izquierda.

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Las obras consisten en la construcción de una tubería enterrada de acero helicosoldado de diámetro 1.400 mm de 11.986 metros de longitud y una tubería de fundición de diámetro 700 mm de 335 m de longitud, con la derivación al embalse de Moclem con 352 metros de tubería de fundición de un diámetro de 400 metros.

"Como presidente de la Comunidad General de Usuarios del Medio Vinalopó, me alegro que la Generalitat vaya diseñando el final de las obras del postrasvase, para poder así cumplir la senda de suministro de agua que vamos a firmar en el convenio que estamos negociando con el Ministerio para la Transición Ecológica", ha subrayando Ángel Urbina, portavoz de la Junta Central.