El Ayuntamiento de Alicante es reincidente: el castillo de San Fernando permanece cerrado todo este sábado, pese a que tendría que tener sus puertas abiertas desde las diez de la mañana.

¿El motivo de que la fortaleza esté cerrada? Desconocido, pero no es la primera ni la segunda ni la tercera ni seguramente la última vez que pasa.

El caso es que este, recordemos, Bien de Interés Cultural (BIC), no se puede visitar, por mucho que sean varios los vecinos y turistas que han subido la cuesta para llegar hasta la Puerta de los Leones, cerrada y cal y canto.

El horario de visita es de 10 de la mañana a las ocho de la tarde, como reza el cartel puesto en la puerta.

Precisamente este mismo sábado Compromís ha denunciado la dejadez y abandono de los accesos y gestión del castillo de San Fernando, una fortaleza que permanece sin actividad casi dos años después de finalizar las obras de rehabilitación con fondos europeos.

Por ello, el concejal de Compromís, Rafa Mas, asegura que la formación teme que futuras inversiones y ayudas europeas "se pierdan para Alicante al conocer la institución europea la nefasta gestión posterior de parte de los fondos destinados a recuperación patrimonial".

La Puerta de los Leones, cerrada J.A.Rico

La Puerta de los Leones es, por el momento, la única forma de acceder al baluarte. El otro acceso es a través de la pasarela instalada para acceder al castillo de San Fernando  por la zona de la cafetería del Monte Tossal.

El Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Urbanismo, prevé que el acceso esté disponible para finales de este mes o principios de diciembre. Entonces, el castillo de San Fernando contará con una entrada accesible, ya que desde que se tiro abajo el puente sobre el foso solo se puede llegar a la fortaleza por la Puerta de los Leones, a través de la Ronda del Castillo, que tiene un importante desnivel que la hace inaccesible para multitud de ciudadanos.

La pasarela tiene una longitud aproximada de 64 metros y un desnivel de unos tres metros, según el proyecto inicial, recordando a la instalada impulsada en el barrio de Santa Cruz. "Es volada, con barandilla. Los barrotes, además, copian el diseño de las cañoneras. Va por fuera del castillo, por lo que sirve como mirador, llegando a cota del foso", según el área de Urbanismo, dirigida por el concejal Adrián Santos Pérez. La anchura, en el proyecto inicial, iba a ser de 1,5 a 2,44 metros.

El Ayuntamiento debe decidir ahora si traslada al castillo a policías locales o a vigilantes privados para garantizar la seguridad en una zona que puede convertirse en una zona frecuentada por jóvenes para hacer botellón, al estar aislada de los puntos de paso o más frecuentados. Cuando el acceso entre en funcionamiento, el bipartito también debe acordar qué tipo de actividades organiza en la fortaleza, que al igual que el castillo de Santa Bárbara ha pasado de estar gestionado por Cultura a quedar en manos de Turismo.