La Comunidad está a la cola en recursos tecnológicos en las aulas públicas con respecto al resto de autonomías. Seis de cada diez clases del territorio valenciano no están dotadas con Sistemas Digitales Interactivos (SDI). Esto es, mesas multi-touch, pizarras digitales, paneles o TV interactivas. De esta forma, la Comunidad tiene un 40,8% de aulas dotadas con esta tecnología, situándose 22,4 puntos por debajo de la media nacional, que está en 63,2%. Además, hay un ordenador por cada 3,8 escolares en la Comunidad, superando así la media española, que está en 2,9.

Alumnas del centro de Formación Profesional Canastell de San Vicente del Raspeig usando ordenadores portátiles. PILAR CORTES

Los datos, emitidos a comienzos del mes de septiembre y facilitados por el Ministerio de Educación, pertenecen al pasado curso 2020/21. Asimismo, el porcentaje más alto de aulas dotadas con SDI’s lo recoge Melilla (91,9) seguida por Ceuta (91,8) y Extremadura (80,7). Mientras que, en los puestos más bajos se encuentran Castilla La Mancha (53,9%), Cantabria (53,4%), La Rioja (47,1%) y la última la Comunidad con un 40,8%.

Más inversión

En esta línea, la Conselleria de Educación ha indicado a este diario que en el presente curso 2022/23 se está llevando a cabo en conjunto con la Conselleria de Hacienda un plan de transformación digital de las aulas con una inversión de más de 100 millones de euros en materia de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en los centros educativos valencianos. Esto incluye la instalación de 7.300 paneles interactivos para sustituir las pizarras tradicionales en las aulas de Primaria, ESO, Bachillerato y FP; la creación de las aulas de informática móviles dotadas con 83.900 portátiles y tablets y la implantación de wifi de banda ancha en más de mil centros educativos.

Así, desde la autoridad competente en materia de educación señalan que para integrar correctamente el uso de las TIC en las nuevas metodologías de enseñanza, se van a poner en marcha diez aulas transformadoras para la formación del profesorado. Esto son, aulas piloto que funcionarán en los centros de formación docente, (CEFIRE) y servirán para que los docentes practiquen y saquen partido a todas las posibilidades pedagógicas que ofrecen las TIC. En concreto, en la provincia estarán en Alicante, Alcoy, Elche y Orihuela.

Incoherencias

No obstante, la presidenta de la Confederación Valenciana de APAs/AMPAs, Sonia Terrero, reclama que la formación que se les brinda a los docentes desde Consellería es insuficiente: “Los propios profesores se quejan de que las personas que han contratado no tienen ni idea” y lamenta que “tenemos miles de problemas que no se van a arreglar en un curso por mucho dinero que se invierta”.

Otra de las cuestiones a las que se enfrenta la educación pública valenciana es la brecha económica existente en algunos hogares: “No todas las familias tienen ese acceso para comprar los dispositivos que se piden en las aulas”, señala Terrero.

El IES García Berlanga de Sant Joan utiliza tablets en su día a día. ISABEL RAMON

Asimismo, los dispositivos electrónicos forman parte del día a día de muchos escolares, tanto dentro como fuera de las aulas. Sin embargo, esto está creando graves contraindicaciones, según indica Terrero: “La mayoría de las familias pensamos que algún aula con dedicación a la tecnología es necesaria, como es la informática, pero si nos están diciendo que cada vez los niños leen peor, escriben peor y resulta que solo trabajan con tablets... pues las familias se encuentran un poco perdidas” e insiste en que los pediatras advierten que “se están produciendo deformaciones en las manos, problemas de cervicales y ópticos por el uso temprano de estos dispositivos”.

De esta forma, la representante autonómica del APAs/AMPAs destaca que existen incoherencias: “Piden que los alumnos lleven un móvil al centro cuando los padres han firmado que no se pueden llevar móviles al centro. Entonces, como puede ser, que en algunas materias se pida que lleven los móviles. Hay una mala apertura a ese mundo de la tecnología”.

"Hay una mala apertura a las tecnologías"

La crisis sanitaria del covid-19 puso de manifiesto que los centros educativos no estaban preparados para abordar las clases de forma telemática: "Queremos que estén preparados por si viene otra pandemia. Durante los meses de confinamiento se demostró que no estábamos preparados y los alumnos no sabían utilizar los métodos. La Conselleria dio por hecho que las plataformas que se crearon eran buenas para los estudiantes cuando no funcionaban realmente bien”. 

En definitiva, las autoridades competentes y los docentes deben encontrar un punto intermedio en el que el alumno se beneficie del uso de las tecnologías en la enseñanza sin que este suponga un retroceso en otras cuestiones.