Esta es la curiosa reliquia que ha aparecido en una playa de Alicante

El objeto hallado entre la arena pertenece a un negocio de Madrid que cerró en la primera mitad de los años 90

Un tesoro enterrado en la arena de una playa de Alicante. El botín hallado es difícil de tasar, eso sí, su valor sentimental -más bien, nostálgico- puede ser incalculable para algunas personas.

El peculiar descubrimiento ha sido compartido por los responsables de 'Yo fuí a EGB', una popular cuenta que suele hacer difusión de los elementos pertenecientes a una época tan reciente como extinta, pero que aún se pueden encontrar en la actualidad. Estas huellas del pasado siguen presentes, repartidas por calles y diferentes puntos de toda España, como fósiles representativos de un período que, lejos de ser expuestos en un museo, se mantienen en el mismo lugar en el que un día fueron útiles.

En este caso, el objeto en cuestión no estaba en su sitio original. De hecho, tampoco se hallaba a simple vista, sino que se encontraba escondido entre los infinitos granos de arena de una playa de Alicante. La casualidad ha sido la encargada de que una persona se haya topado con él, desbloqueando con ello un recuerdo atrapado en los últimos años del siglo pasado.

El artículo hallado no es otro que una de las fichas utilizadas en un parque temático, ya clausurado, de Madrid. Por azares del destino, esta moneda, usada como crédito en un recinto de atracciones de Leganés, que estuvo en activo durante los 80 y 90, ha sido encontrada a finales de 2022 en la costa de Alicante. Solo este pequeño trozo de plástico (aparte de la Historia, testigo omnipresente de todo lo que sucede) conoce las razones que le han llevado a recorrer gran parte del territorio nacional 

El objeto ha resistido con integridad el peso de los kilómetros y años superados, y aún se puede apreciar en una de sus caras el logo de un tucán sujetando varios globos, emblema corporativo de una zona cuyo nombre se puede leer en la otra cara de la moneda. 'Lagosur parque de atracciones' es la denominación que recibía uno de los lugares que conglomeraban un recinto dividido en varios espacios y cuyo núcleo central era un centro comercial, único superviviente de un proyecto que llegó a parecer una área fantasmal, pero que ahora exhibe músculo con unas vastas instalaciones.

Rebautizado ya como Westfield Parquesur, el complejo reúne tiendas, cines y diversos negocios, y es en estos momentos una de las superficies comerciales más grandes de toda Europa y que incluso cuenta con un lago cibernético.