La alcaldesa de Calp, Ana Sala, participa en el Foro Municipalismo, organizado por INFORMACIÓN. Reivindica el papel de los ayuntamientos que siempre están "la lado de los vecinos" para intentar resolver los problemas reales pero asegura que echa en falta el apoyo de las administraciones superiores. En su caso, para Calp, a la hora de igualar los servicios a la población real que tiene la localidad. El Año Bofill impulsará al municipio en materia de turismo, uno de los pilares de Calp.

Calp es turismo. ¿Qué estrategia se sigue para promocionar el municipio?

Siempre hay cosas por hacer y la Concejalia de Turismo tiene y está haciendo un trabajo muy importante. Es la que transmite las bondades del municipio. Es verdad que hay que hacer campañas, promocionar lo que tienes, y como lo que tenemos es tan bueno y tan bonito, es muy fácil. Calp tiene unos hitos no solo de sol y playa, sino la montaña, la arqueología, el medio ambiente, el deporte, la gastronomía. Son tantas cosas que es fácil transmitir lo que tenemos.

El años dedicado al arquitecto Ricardo Bofill va a suponer un revulsivo más para la promoción de la localidad...

Sí, así es. Los edificios de Bofill y, sobre todo, la Muralla Roja, los vemos en todas partes. Es un edificio emblemático y quién nos iba a decir hace 50 años, los que cumple en 2023, que ese edificio nos iba a dar tantos cosas buenas al pueblo y a la provincia. Es mundial el reclamo turístico. Es un edificio precioso y le rendiremos homenaje a Ricardo Bofill en 2023, a la persona, al profesional, al arquitecto. El 2 de diciembre es la última reunión del comisionado creado especialmente para organizar todo el calendario de acciones para todo el año.

Siempre ha sido muy reivindicativa con lo que hace falta en Calp. ¿Qué le pide a las administraciones superiores?

Yo reclamo todo. Somos los más pequeños los que más necesidades tenemos. Somos los que estamos siempre al lado de los vecinos y enfrente tenemos a los problemas y los ciudadanos para resolverlos y estamos solos. A veces tengo la sensación de que estoy sola, no solo en la cuestión económica, que va después, sino primero en la atención. Todos los municipios tienen su problemática y necesidades, pero Calp a nivel turístico aporta mucho al PIB de la Comunidad Valenciana y a nivel nacional y tenemos tantas cosas, tantos problemas por solucionar y las administraciones tengo la sensación que nos tienen un poco abandonados, no solo por lo económico sino porque no nos atienden.

¿Qué pide para el futuro?

Un problema que arrastramos hace muchos años es que necesitamos ayuda, no el dinero que sí tenemos, que nos faciliten las gestiones. Por ejemplo para rehabilitar el Club Social La Manzanera, un edificio de Ricardo Bofill que está en ruina y es muy fotografiado. La intención es recuperarlo para el disfrute ciudadano y todo son trabas administrativas por parte de Medio Ambiente, de Costas. Estamos más que cansados de esto que no sirve para nada, sino para que, al final, monumentos históricos y arquitectónicos de relevancia desaparezcan y nosotros apostamos por todo lo contrario. 

Tienen pendiente también poder abrir el Club de Puerto Blanco...

Esa es otra reivindicación: que la empresa adjudicataria de la concesión del Club del Puerto Blanco, que se adjudicó en diciembre de 2020, pueda desarrollar el proyecto y se pueda abrir al uso ciudadano. Ya llevamos dos años y no hay visos de solucionar esta cuestión que está paralizado por Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana. La empresa está desesperada.

Parece que uno de las actuaciones que llevan años reivindicando sí que va hacia adelante, la del nuevo instituto...

Nos acogimos al Plan Edificant, tenemos la delegación de la competencia, estamos en fase de que nos presenten el proyecto del nuevo IES. La financiación la tenemos para 2023 en el presupuesto y así en dos o tres años, o antes, poder verlo inaugurado.

¿Y en Sanidad?

En Sanidad, tenemos un centro de salud que se abrió para 9.000 usuarios y somos 24.096 personas empadronados oficialmente. No te hablo ya de la flotante de media de 40.000 al año, sin hablar de julio o agosto. Necesitamos servicios y no depende de nosotros. No tenemos ni el servicio ni el dinero. Los municipios no podemos resistir mucho tiempo más así.