Indignación ante el botellón junto al yacimiento del Tossal de Manises de Alicante

Los vecinos lamentan que no se ponga solución a un problema que persiste desde hace años y que pone en riesgo los restos de la ciudad íbero-romana de Lucentum

Restos de botellas en el parque Arqueóloga Solveig Nordström.

Restos de botellas en el parque Arqueóloga Solveig Nordström. / Jose Navarro

Alberto Losa

Alberto Losa

Los vecinos de la Albufereta vuelven a mostrar su preocupación por el botellón junto al yacimiento arqueológico del Tossal de Manises. El parque Arqueóloga Solveig Nordström aparece de manera recurrente lleno de botellas, un comportamiento que da problemas desde hace hace años, aunque con la pandemia se había frenado.

Algunos residentes, como Raúl Bodewig Belmonte, que pertenece a la asociación de vecinos, lamentan que pese a las numerosas denuncias el problema no se ha solucionado, lo que implica tener el yacimiento arqueológico en el que se ubicó la ciudad íbero-romana de Lucentum en peligro por el vandalismo.

"Nos lanzaban la basura a nuestra urbanización y tuvimos que poner la valla más alta", apuntan los vecinos indignados. Los afectados señalan que, en alguna ocasión, han tirado las propias botellas de vidrio a las propiedades privadas. En una de ellas, una botella cayó en una piscina, provocando que dos niños se cortaran al no ver los cristales con el reflejo del agua.

Los restos de la ciudad íbero-romana de Lucentum.

Los restos de la ciudad íbero-romana de Lucentum. / Jose Navarro

"Si te enfrentas a ellos igual es peor, tienes que llamar a la policía", lamentan los afectados, que apuntan que el problema persiste desde verano: "Ahora porque es invierno, pero los cristales son un riesgo de incendio. Las ruinas de Lucentum están ahí, se supone que es un sitio un poco especial", apunta. Los vecinos advierten de que la situación puede acabar en una desgracia y se muestran indignados porque "nadie hace caso de nada".

Mala imagen

Los vecinos señalan que, ya en verano, el Ayuntamiento de Alicante acudió a recoger los restos de botellas de un parque cuyo estado describen como "una vergüenza". Además, señala que ni el Ayuntamiento ni ningún otro órgano administrativo ha puesto solución al problema y que, cuando los vecinos llaman a la policía, no es efectiva porque al ver las luces, los jóvenes que realizan botellón salen corriendo y no acaban multándoles.

"Los vecinos llaman a la policía porque hacen un montón de ruido pero cuando llegan los chavales se van, no es efectivo. Ya van cinco o seis años así y no sabemos por dónde van a tirar. La situación no cambia, sigue igual. Hay basura porque los chavales siguen yendo de botellón", lamentan los residentes.

Además, consideran que, además del peligro para el yacimiento de Lucentum, es mala imagen para aquellas personas que se acerquen a visitar los restos íbero-romanos: "Si un turista pasa por aquí se llevará mala imagen, no sabrá si los restos son arqueológicos o de un botellón".

Restos de botellón en el Tossal de Manises.

Restos de botellón en el Tossal de Manises. / INFORMACIÓN

Las excavaciones que se realizaron años atrás en la vertiente sureste del yacimiento arqueológico del Tossal de Manises, solar de la antigua ciudad ibero-romana de Lucentum, permitieron demostrar cronológicamente que esa urbe se habría fundado durante la segunda mitad del siglo III a.C. Ya existían indicios y hallazgos anteriores que confirmaban este dato, aunque no se descarta la posibilidad de que puedan localizarse materiales en la cima del yacimiento correspondientes a periodos más antiguos.

La campaña se llevó a cabo en estancias de sectores urbanos de la vertiente sureste del yacimiento y se centró en los niveles previos a la fundación del antiguo municipio romano, especialmente en la destrucción detectada en buena parte del enclave producida en el contexto de la Segunda Guerra Púnica, que enfrentó a Roma y Cartago. Según los resultados de estos trabajos, la ciudad pudo haber sido fundada muy probablemente por los cartagineses, en concreto por mandato de algún miembro de la familia Barca, según informó en su día la Diputación.