El cambio del agua del trasvase por desalada elevará en 13,3 millones de euros/año el recibo en 35 municipios

Un informe de la Cátedra del Agua de la Universidad de Alicante calcula un recorte total de 146,5 hm3, de los que 20 hm3 son de caudal para consumo humano

El Gobierno prevé que la planta de Torrevieja desale hasta 120 hm3 de agua del mar todos los años

El Gobierno prevé que la planta de Torrevieja desale hasta 120 hm3 de agua del mar todos los años / Tony Sevilla

F. J. Benito

F. J. Benito

Un informe del profesor y director de la cátedra del Agua de la Universidad de Alicante, Joaquín Melgarejo, sobre las repercusiones económicas que tendrá el recorte del trasvase Tajo-Segura en relación con el envío de agua potable a la provincia revela que la sustitución del caudal del río por agua desalada (20 hm³ al año) elevará la tarifa del agua que cobra el Taibilla en más de 13 millones de euros al año en los 35 municipios abastecidos por la Mancomunidad, entre ellos Alicante, Elche y toda la Vega Baja.

La diferencia de costes entre el uso de agua del trasvase y la desalada es significativa e implicará un incremento en la tarifa en el suministro de la Mancomunidad de Canales del Taibilla a los ayuntamientos. En términos diferenciales, sustituir un metro cúbico de agua del trasvase por recursos desalinizados implica incrementar en unos 0,66 euros/m3 los costes de explotación del Taibilla. Luego, si hay que sustituir unos 20 hectómetros cúbicos de agua al año los efectos económicos serían de unos 13,3 millones de euros anuales, según la estimación de Joaquín Melgarejo.

Esta cifra representa el 10% de los ingresos actuales por venta de agua que aplica la Mancomunidad. “Un porcentaje que habría que trasladar a tarifas, suponiendo un incremento entre 0,06-0,07 euros por metro cúbico. Si capitalizamos este importe durante los próximos 40 años al 2% de tasa de descuento, el valor de esta medida sería de unos 364,5 millones de euros”, calcula el profesor Melgarejo.

El Plan Hidrológico del Tajo, del tercer ciclo de planificación (2022-27), que se encuentra en su última fase de tramitación, contempla una sustancial elevación del caudal ecológico del río Tajo, que supondrá, debido a los mayores desembalses requeridos para su cumplimiento, una notoria reducción de las aportaciones que realiza el trasvase a la cuenca del Segura. En concreto, el Proyecto de Plan Hidrológico arroja el siguiente dato, en cuanto al caudal ecológico que deberá alcanzarse en 2026: 8,65 m3/s de media en Aranjuez

Dato que contrasta con los actuales 6 m3/s de caudales circulantes que se requieren en ese mismo punto de la cuenca del Tajo, con arreglo al Plan hidrológico del Tajo del segundo ciclo y la disposición adicional primera de la Ley 52/1980, de 16 de octubre, de Regulación del Régimen Económico de la explotación del acueducto Tajo-Segura.

Entre los años 2022 y 2026, el Proyecto de Plan Hidrológico del Tajo del tercer ciclo establece un mecanismo de implantación progresiva del régimen de caudales ecológicos, que supone una elevación del caudal circulante en tres fases: Hasta 31/12/2025: 7 m³/s: 1/1/26-31/12/26: 7,97 m³/s y a partir del 1/1/2007: 8,65 m3/s.

Según un estudio coordinado por el profesor de la Universidad de Alicante, Joaquín Malgarejo, se estima que la aprobación de la nueva planificación hidrológica (2022-2027) supondrá una merma de caudales disponibles para regadío en el TTS, estimados en una reducción de unos 105 hm3/año. La potencial reclamación patrimonial podrá incluir los daños emergentes (gastos, inversiones, ya realizados al amparo de la normativa anterior y el lucro cesante (previsiones efectivas, no meras expectativas). “El daño es indemnizable cuando pone en cuestión la rentabilidad razonable de las explotaciones agrarias, impidiendo o condicionando gravemente su continuidad”.

La reducción de caudales traerá consigo una pérdida del 15,62% de la superficie de regadío que debería dejar de regarse y pasar a secano o abandonar la explotación agraria. Esto supone la pérdida de unas 27.314 hectáreas.

Los efectos económicos derivan de la pérdida de dos flujos de valoración, según el informe De una parte, el valor de los activos productivos (precio de la tierra); y, por otro lado, el lucro cesante experimentado por las explotaciones a través del margen neto: 5.700 millones de euros.

A esta cantidad habría que añadir los costes derivados del despido de unos 15.322 trabajadores y sus prestaciones económicas derivadas de la pérdida del empleo. “Esta generación de empleo, aparte de los efectos directos sobre el bienestar de la población y el desarrollo económico de las provincias beneficiadas por el trasvase, supone una contribución significativa a las arcas públicas. Esto se produce principalmente a través del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), de las contribuciones a la Seguridad Social por parte de las empresas y trabajadores y del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)”, explica Joaquín Melgarejo.

Los efectos sobre los servicios a los abastecimientos a poblaciones tendrían un efecto menor que sus homólogos de regadío. Se estima que el impacto sería de unos 20 hectómetros cúbicos que habrá que sustituir con caudales procedentes de la desalinización.

Autorizado un trasvase de 7,5 para riego

Por otro lado, la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura ha puesto a fin a tres meses de sequía y ha autorizado un trasvase de 15 hm3 este diciembre, de los que 7,5 hm3 serán para regadío y 7,5 hm3 para abastecimiento urbano.

En la Comisión se informó también del volumen de agua ya trasvasada disponible en la cuenca del Segura para abastecimientos y regadíos de 25,56 hm3 y un volumen en cabecera autorizado y pendiente de trasvasar para abastecimiento de 15 hm3, según datos a 1 de diciembre de 2022. También se ha dado cuenta de la superficie encharcada en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y del estado de la ejecución de las obras de la “Tubería Manchega”.

Los envíos mensuales realizados en los últimos meses han contribuido, según los datos recogidos en el informe del CEDEX, a estabilizar e incluso a que hayan empezado a subir los volúmenes almacenados en los embalses de Entrepeñas y Buendía, evitando en este período la entrada en situación correspondiente a nivel 4, en la que no se habría podido autorizar ningún trasvase.

En consecuencia, en aplicación de los principios de prevención y precaución que deben presidir la acción de las Administraciones Públicas, considerando la mejora en la previsión de aportaciones para los próximos meses, las reservas de volúmenes de agua trasvasada disponibles en la cuenca del Segura, el volumen autorizado pendiente de trasvase, los consumos futuros estimados de abastecimiento y regadío y la aplicación de la regla para los próximos 6 meses, se ha autorizado un trasvase desde los embalses de Entrepeñas-Buendía a través del acueducto Tajo-Segura de 15 hm3 para el mes de diciembre de 2022, de los cuales 7,5 hm3 corresponden al abastecimiento urbano.

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