Alicante alza la voz ante el Gobierno central: "sí" al agua, "no" a las vías en la costa

El Pleno rechaza una comisión para combatir el ruido por el ocio con el rechazo de la derecha y se une para respaldar a las monjas de Santa Faz

Un instante del último pleno ordinario del año en el Ayuntamiento de Alicante

Un instante del último pleno ordinario del año en el Ayuntamiento de Alicante / HECTOR FUENTES

C. Pascual

C. Pascual

El último pleno del año en el Ayuntamiento de Alicante, salvo que el bipartito convoque por sorpresa una sesión para aprobar en tiempo y forma el Presupuesto de 2023, estuvo marcado por los contrastes y por las alusiones al Gobierno central. La Corporación exhibió unidad para defender una costa sin vías. La propuesta, que llegó al Pleno con la firma de todos los grupos, insta al Ministerio de Transportes y al Gobierno Central a "redactar el proyecto de ejecución definitivo de la variante de Torrellano, en su trazado original, que permita eliminar el corredor ferroviario en el frente litoral sur de la ciudad y la conexión por ferrocarril con el aeropuerto de Alicante-Elche", además de reclamar la paralización de "cualquier licitación de proyecto u obra de electrificación de la vía de la línea de Alicante-Murcia dentro del término municipal de Alicante, que no sea lo previsto en el proyecto original de la Variante de Torrellano de 2006".

Hubo ataques contra la bancada de la izquierda por decisiones del Gobierno central "contra" la provincia

Hubo ataques contra la bancada de la izquierda por decisiones del Gobierno central "contra" la provincia / HECTOR FUENTES

Pese a la unidad con la que la propuesta llegó al Pleno, la bronca fue protagonista del debate, ya que desde la bancada de la derecha apuntaron al Gobierno central (sobre todo Cs y Vox), lo que sentó mal a los grupos progresistas (especialmente, al PSOE y Unidas Podemos). De hecho, ese contraste lo mostró el propio alcalde en su intervención de cierre, donde lamentó que no hubiera un discurso común, para a continuación cargar con fuerza contra los socios del Ejecutivo por una propuesta que condena a la zona sur. "Defenderemos en los tribunales lo mejor para Alicante", agregó Barcala. 

Esa unidad de acción frente a propuestas del Gobierno central no fue tal cuando tocó hablar de agua. Ahí, el bipartito sumó a Vox para "rechazar el nuevo Plan Hidrológico (2022-2027) presentado por el gobierno de Pedro Sánchez por la reducción que supone del caudal del trasvase". En cambio, la izquierda se situó enfrente. Ese debate, si cabe, fue más agrio. De hecho, evidenció que las elecciones cada vez están más cerca, con un casi inédito Carlos Mazón en el Pleno de Alicante. El concejal popular y candidato a la Generalitat Valenciana tomó la palabra para cargar contra el Ejecutivo central y el Consell, una intervención que aprovechó para aludir a Francis Puig, hermano de Ximo Puig, investigado por presunto fraude de subvenciones. Esa maniobra puramente electoralista encontró la rápida respuesta de la bancada de la izquierda, que recordó los vínculos de Mazón con Eduardo Zaplana. "A su padre político le piden 19 años de cárcel por organización criminal, blanqueo, falsedad y cohecho", señaló el portavoz de Unidas Podemos, Xavier López.

Las alusiones electorales estuvieron presentes durante todo el pleno, con dardos cruzados: desde críticas al nuevo candidato de Compromís ("nunca usted pudo caer tan alto y su partido tan bajo") a insinuaciones a Vox por no tener aún cabeza de lista, justo el día en el que la formación ultra confirmaba su "número uno" a las Cortes. También hubo tiempo para hacer referencias a la gran bronca política del momento: la decisión del Constitucional de impedir que el Senado la propuesta para acelerar la renovación de tribunal. Y es que la política nacional cada vez está más presente en los debates de Alicante. 

Aún así, hubo tiempo para que el Pleno ratificase casi por unanimidad (solo Unidas Podemos se abstuvo) el "Patronazgo del Ayuntamiento con el Monasterio de la Santa Faz, mantenido desde 1518". La propuesta de los socios del bipartito llegó más de tres años después del cambio de orden en la custodia de la Reliquia. 

Tensión

Menos unidad generó la iniciativa de Unidas Podemos para crear una comisión para regular el ruido por los locales de ocio, que sumó el rechazo de la derecha. Ese distancia se trasladó al debate, donde hubo incluso un choque verbal entre el alcalde y el representante de la Asociación de Vecinos del Centro Tradicional, que llegó a acusar a Barcala de ser "el máximo responsable del daño irreparable que sufren los vecinos, ignorando el sufrimiento vecinal".

En otras cuestiones de ámbito municipal, la izquierda tuvo a Vox como aliado para sacar adelante dos iniciativas: una para implementar un plan de mantenimiento preventivo de las instalaciones deportivas municipales y otra para actuar en el barrio del Cementerio en el reacondicionamiento de las calles que "presentan problemas de encharcamiento de agua, carecen de aceras o presentan asfaltado muy deteriorado". A su vez, el bipartito anunció que trabaja en rescindir el contrato de la obra de reurbanización de la plaza de San Blas, ante la espantada de la empresa adjudicataria, y que estudia habilitar medio centenar de plazas de aparcamiento de motos en la calle Bazán, después de que en el último año se hayan perdido más de 200 por actuaciones urbanísticas. 

Un instante del pleno en el que habló, y no es nada habitual, el popular Carlos Mazón

Un instante del pleno en el que habló, y no es nada habitual, el popular Carlos Mazón / HECTOR FUENTES

En el capítulo inversiones, donde la izquierda aprovechó para recordar retrasos en actuales obras en la ciudad, el bipartito anunció que llegarán 2,6 millones en fondos europeos ligados al plan de sostenibilidad turística, que se destinarán a proyectos en la playa de la Almadraba, a la mejora en el alumbrado, a la adecuación del aparcamiento del castillo y a la creación de un "Centro de Interpretación de las Torres de la Huerta", entre otras iniciativas. 

Tras seis horas en las que se habló del Ayuntamiento y de otras administraciones, en las que hubo unidad y bronca, el pleno acabó con un cruce de buenos deseos. Entre ellos, que 2023 sea declarado por el Consell "Año de Eusebio Sempere", coincidiendo con el centenario de su nacimiento. En esa "carta" también figuraba una petición al Gobierno: que la Estación Terminal pase a ser "Alicante-Eusebio Sempere".

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