UA | Investigador de la Universidad de Alicante

Fernando Maestre Gil: «La mentalidad de muchos jefes debería evolucionar hacia menos jerarquía y más colaboración»

Sus ideas sobre el fomento de la felicidad en los grupos de investigación han servido de base para que la UA promueva ahora entornos más saludables en el campus

Pérez Gil

Pérez Gil

¿Pensaba hace dos años que su artículo en Nature sobre la necesidad de humanizar los grupos de investigación generaría tanta repercusión?

Sinceramente no. Nunca imaginé que mi artículo sobre las diez reglas y una columna de opinión que también publiqué en otra revista internacional fuesen a tener este impacto. No solo en la comunidad científica sino también en el ámbito institucional.

¿Usted aplica esta filosofía en los grupos que dirige?

Sí claro que la aplico en mi grupo de investigación porque siempre me ha gustado predicar con el ejemplo. Acierto y me equivoco como todo el mundo pero las diez reglas nos están dando muy buenos resultados y recomendaría a todos los jefes, jefas, directores y directoras que las apliquen.

¿Los investigadores son realmente felices en su trabajo?

Sí y no. En este asunto conviven dos realidades. Las encuestas más recientes a nivel global apuntan a que el 40% de los científicos tienen un grado de satisfacción muy alto y el 37% están algo satisfechos. Es un nivel que varía en función de factores como el país, las condiciones socioeconómicas, el grupo de investigación y la institución. Pero también es cierto que más del 35% de los doctorandos ha pedido ayuda psicológica o sanitaria por problemas relacionados con el estrés, la ansiedad o la depresión.

¿Qué factores impiden a la comunidad científica española estar realizada plenamente para ser más eficiente?

La falta de financiación hace que haya pocas plazas para investigadores y las pocas que hay desatan una competencia feroz por conseguirlas, lo que genera una presión muy fuerte entre los aspirantes. Nos enfrentamos, asimismo, a una excesiva burocracia que nos hace invertir mucho tiempo y sobrecarga nuestro trabajo. Otro problema estructural en la universidad española es que la asignación de plazas públicas no ha seguido siempre un proceso abierto y competitivo. Muchas veces se han dado a dedo al candidato o candidata por lealtades, pleitesías y relaciones mal entendidas. Y todo ello unido a la precariedad laboral y los bajos salarios redunda negativamente en la felicidad de los científicos.

¿Para mejorar los resultados debe cambiar la mentalidad de los jefes o de los trabajadores?

Trabajar felices es esencial para mejorar los resultados y los problemas en el trabajo se evitan hablando. Tenemos que hablar más porque, como bien dice el refrán, hablando se entiende la gente. La mentalidad de muchos jefes debería evolucionar porque si tendemos hacia relaciones menos jerárquicas y más horizontales y colaborativas eso es muy positivo, y no solo en la investigación sino en otros ámbitos laborales. Y los trabajadores también deben cambiar porque muchas veces vienen con el chip de que solo tienen que obedecer y no ofrecen ideas para mejorar su trabajo y, por ende, el del grupo.

¿Y si uno se trae los problemas de casa al laboratorio qué se puede hacer?

Es muy importante desconectar y es una de las cosas que a mi personalmente me ha costado siempre porque los investigadores podríamos estar trabajando 24/7. Tenemos que promover una desconexión digital y centrarnos en las aficiones y en la familia cuando acaba la jornada.

¿El jefe de ordeno y mando tiene los días contados o seguirá perdurando en el tiempo?

Es una cuestión cultural y por desgracia creo que este tipo de jefes va a seguir danzando un buen tiempo. Pero afortunadamente cada vez hay más conciencia de estos problemas. Hay muchos jefes que quieren cambiar, aunque también los hay que no están dispuestos a hacerlo. Pero últimamente noto un creciente interés en querer hacer las cosas mejor.

¿Y qué se puede hacer cuando hay compañeros tóxicos?

Primero hablar con el jefe o la jefa del comportamiento de esas personas y alejarse de ellas. A los responsables de los equipos nos corresponde evitar esos comportamientos para que no intoxique a todo el grupo. De hecho, por una persona tóxica hay grupos que se malogran o el trabajo se ve seriamente mermado.

¿Considera que es productivo estar 11 horas en el tajo?

No es productivo y hay muchos estudios realizados en numerosas empresas de todo el mundo que afirman que a partir de ocho horas ya no somos tan productivos porque estamos cansados.

Si de fútbol se tratara...¿la ciencia española en qué división juega?

La ciencia española juega en Primera División pero estamos a mitad de tabla. Ahora bien, también es cierto que tenemos equipos que juegan la Champions League y hacen investigación puntera al nivel de los mejores del mundo. Sin embargo en términos generales, por los problemas que arrastra la ciencia española, no podemos competir de tú a tú con potencias como Alemania, EE UU Australia y Reino Unido.