Tiburón blanco

Aquel "monstruo marino" de 6 metros de largo capturado en Tabarca

Hasta mediados del siglo pasado en aguas de la isla alicantina habitaban focas monje, uno de los "bocados" preferidos por el tiburón blanco

Esteban Joaquín Mojica

Esteban Joaquín Mojica

Una de las ediciones del programa "Horizonte" que conduce Iker Jiménez en Cuatro, emitida en noviembre de 2021, abordó la presencia de tiburones blancos en las costas españolas, tras ser vistos dos ejemplares de gran tamaño el mes anterior en Asturias y Galicia.

Uno de los invitados al espacio, el naturalista Álex N. Lachhein habló de estos avistamientos en Ribadesella y A Coruna, pero también destacó uno en Cabrera y, sobre todo, los de Tabarca.

En el caso de la isla alicantina, el último ejemplar detectado fue en la mañana del miércoles 25 de julio de 2018 por una embarcación de recreo. Uno de sus tripulantes tuvo el arrojo de meterse en el agua con una cámara subacuática y grabar al escuelo, que se hallaba en muy mal estado. Las autoridades, tras recibir el aviso, no pudieron localizarlo.

Ese mismo verano también se vio uno de cinco metros, por primera vez, en aguas baleares, en la isla de Cabrera.

Cinco años antes fue capturado un ejemplar de tiburón blanco de casi una tonelada de peso y cinco metros de longitud en el litoral de Dénia.

En 2008 circularon estas imágenes grabadas durante una regata a su paso por las aguas próximas a Tabarca y que también fueron mostradas en el programa de Cuatro, donde el citado especialista asegura al 100% que se trata de un tiburón blanco.

En "Horizonte" echaron aún más la vista atrás para comentar el hallazgo en Tabarca en agosto de 1946 de un impresionante tiburón blanco de 6 metros de longitud, suceso que se plasmó en la portada de INFORMACIÓN del 11 de agosto de aquel año con el titular "Monstruo marino capturado en Tabarca" y con esta espectacular foto de Francisco Sánchez:

El texto íntegro de la noticia era el siguiente:

"En la almadraba de la isla de Tabarca, de «Lloret Llinares y Compañía», fue capturado ayer mañana un monstruo marino, de la especie llamada entre los pescadores tabarqueños con el nombre de «llamia». El espléndido ejemplar penetró en la almadraba a las ocho de la mañana, en persecución de un bando de atunes. Fue muerto después de ponerlo casi en seco, y la pontona que en aquella isla tiene destacada la Junta del Puerto para las obras del refugio que allí se realizan izó la formidable «pesca» a la motora auxiliar de la almadraba, que la condujo a nuestro puerto a mediodía.

Alrededor de cuarenta hombres intervinieron en las operaciones de desembarco del enorme pez. Su peso arrojó la extraordinaria cifra de 1.790 kilos, y sus dimensiones eran de seis metros de largo por dos y medio de diámetro en la parte más ancha. Después de haber sido admirado por numerosos curiosos atraídos en cuanto circuló en el puerto la noticia, y como dicho pez es comestible fue descuartizado, adquiriéndolo completo Vicente Enrique, que pagó por él 1.200 pesetas.

Se le encontró al extraordinario animal en el vientre un atún de 40 kilos de peso. Dicho atún presentaba dos mordiscos, uno en la parte de la cola y otro en la cabeza, habiendo sido tragado entero por la «llamia». Su captura fue muy difícil dentro de la almadraba, cuando ya el animal había averiado grandes trozos en la red. Como detalle curioso citaremos que el hígado, pesado aparte, dio en la báscula 300 kilos y que, de haber habido un sistema apropiado de instalación industrial prensadora, como en las factorías especializadas, dicho hígado hubiese proporcionado alrededor de 100 litros de aceite. Un barril completo... Viejos pescadores del puerto nos manifestaron que desde hace veinte años no se ha visto en Alicante una captura accidental de semejante tamaño".

"Llamia" es el nombre que en la jerga marinera valenciana se daba al tiburón blanco, también denominado jaquetón.

El experto invitado al programa de Iker Jiménez también hizo referencia al número 60 de la revista Canelobre, un monográfico dedicado a la isla de Tabarca, donde Armando Parodi recogía las capturas de grandes peces realizados a lo largo de la historia en las aguas de Tabarca y de las que dieron cuenta periódicos de la época, como la de un tiburón que atacó a un pesquero en enero de 1865; la de un «pez monstruoso» en marzo de 1879; la de un «pez gigantesco» en noviembre de 1887, que fue expuesto en los Baños de Diana de la playa del Postiguet; y la ya citada antes del «monstruo marino» en agosto de 1946.

No era nada raro, hasta la primera mitad del pasado siglo, encontrar tiburones blancos en las costas de Tabarca, en tanto que en sus aguas había focas monje, uno de los "bocados" preferidos por esta especie.

Al ser consideradas las focas monje como una "competencia" por parte de los pescadores, estos las exterminaron y, con ello, las visitas de los tiburones blancos pasaron de ser asiduas a excepcionales.

La última pareja de focas monje de Tabarca fue capturada en 1938, cambiando así por completo el ecosistema de la zona.

Muchos expertos argumentan que el cambio climático está alterando los hábitos de numerosas especies y de ahí que de un tiempo a esta parte sean cada vez más habituales los avistamientos de distintos tipos de tiburones en el Mediterráneo.

Sin embargo, más allá de los sustos y la expectación que estos animales provocan, los casos de ataques de escualos a bañistas en nuestra provincia han sido muy aislados, destacando la mordedura de una tintorera que sufrió un hombre en la mano en la playa de Arenales del Sol. Precisó varios puntos de sutura.