Los regantes pagan ya el agua desalada en Torrevieja a 264 euros la hora para los cultivos

Los agricultores pagaban 50 euros por hora hasta diciembre, cuando anuló el Gobierno la subvención

Un tractor con un árbol seco y una pancarta  alusiva. | DAVID CASTRO

Un tractor con un árbol seco y una pancarta alusiva. | DAVID CASTRO / F.j.b.

F. J. Benito

F. J. Benito

Significativa, al margen del desembarco político, fue la revelación durante la concentración de Javier Andújar, de la comunidad de regantes de la Margen Derecha, que preside el veterano Pepe Andújar. «Como no nos den agua del trasvase tendremos una situación complicada en los próximos años. Nuestra comunidad de regantes renació cuando llegó el agua del Tajo en los años 80. Si ahora nos la quitan afectaría a 4.500 comuneros». El anuncio del Ministerio para la nueva subvención del agua desalada no convence a los regantes, que solo ven, ahora, cómo pagan este enero 264 euros por una hora de riego con agua desalada en Torrevieja, mientras que el mes pasado, cuando el Gobierno central mantenía la subvención para pagar estos recursos, el precio era de 50 euros. La tarifa ha subido un 80% al pasar de 0,45 euros/m³ a 1,3 euros/m³. «La gente tiene mucho miedo. No saben qué plantar porque ni si van a sacar beneficios».

La empresa pública Acuamed, mercantil con la que el Ministerio para la Transición Ecológica gestiona el agua desalada en España, comunicó a finales de diciembre al Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura que se anulaba la subvención del agua desalada para la agricultura en virtud al decreto de sequía que caducó el 31 de diciembre. La ministra Teresa Ribera asegura que elabora otro decreto para volver a subvencionar el agua este año, pero ahora necesita la autorización del Ministerio de Hacienda y, además, el Ministerio quiere vincular el precio del agua desalada a la evolución de la tarifa eléctrica.

El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, Lucas Jiménez, reiteró por su parte que esta planificación, a su juicio política, comenzó hace dos años cuando «tiró por tierra» un acuerdo previo. Ribera, a quien Jiménez define como «la ministra de transición al secano», actúa, «de forma autoritaria».

A su juicio, la «prueba evidente del malestar» es que buena parte de sus «correligionarios» en el sureste español «están presentes» en la protesta. «Hay consejeros autonómicos de Valencia, alcaldes de las tres provincias. Ha sido una manifestación de lo suyos también pidiendo a la ministra que abandone su actitud radical frente a la agricultura, que es una de las más sostenibles de España y Europa».

En cuanto a la situación actual, ha recordado que ya se han presentado alegaciones al Plan del Tajo y que se ha abierto el periodo de consultas del Consejo Nacional del Agua, pero «lo siguiente será la decisión política final», para la que reclamó «que les escuchen porque de seguir así la ruina será total».