La rectora de Alicante reclama al Consell el mismo gasto por alumno en todas las universidades

Además de la “suficiencia financiera” que ya contempla de antemano la nueva ley universitaria Losu, que exige destinar el 1% del PIB a las universidades, la rectora de Alicante, Amparo Navarro, lanzó este viernes un mensaje claro y rotundo a los responsables del Consell, inmersos con los rectores en plena negociación del nuevo Plan de Financiación: “Pedimos equidad en su conjunto y que cada alumno reciba el mismo nivel de gasto, sea cual sea la universidad donde curse estudios”.

El citado plan introduce una serie de parámetros que desde la Conselleria de Universidades se insiste en consensuar con todos los rectores, -a los que Navarro representa como actual portavoz de la CRUPV, Conferencia de Rectores de la Comunidad-, entre los que se incluye el nivel de empleabilidad del alumnado, cuando resulta evidente que centros como la UA que también imparte carreras de Letras, obtendría resultados mucho peores entre sus graduados en conjunto.

Profesorado

Durante su intervención en el acto de celebración del “Dia de las Universidades” en el Paraninfo, tal y como rebautizó Navarro la conmemoración del patrón académico, Santo Tomás de Aquino, y acompañada en la mesa presidencial por la presidenta de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, Verònica Cantó, institución que por primera vez traslada al campus alicantino la celebración de su pleno anual, la rectora también ha hecho referencia a otros cambios que introducirá la Losu, como nuevas figuras docentes y la estabilización del personal asociado.

La Universidad de Alicante hará fijos a un millar de docentes asociados

Al respecto, y aunque admite que se resolverán situaciones que no corresponden a este personal, también alerta sobre la necesidad de que “no se impida el relevo generacional basado en la captación de talento” para poder “renovar plantillas, retener talento y mejorar la perspectiva de los investigadores”.

Premios

Navarro prefiere ver como una oportunidad la nueva ley universitaria, que se aprobará en febrero, siempre que “no se deje al margen a las nuevas generaciones”, y se piense en los retos de la humanidad incluidas la inteligencia artificial y la igualdad, junto al impulso de la investigación y la “formación de ciudadanos libres, autónomos, independientes y reflexivos”, dijo.

La conmemoración del patrón universitario se hizo coincidir en la UA con la entrega de 156 premios extraordinarios de grado y de doctorado, así como con la investidura como doctor Honoris Causa del escritor, sociólogo y antropólogo valenciano Joan Francesc Mira, cuya excelencia alabó la rectora calificándole de “auténtico humanista renacentista” así como “intelectual contemporáneo por todos los costados. Sin personas como usted no habría referentes para nuestros jóvenes estudiantes”, recalco Navarro.

Honoris

El eminente erudito, después de agradecer su laudatio al catedrático de Filología Catalana, Enric Balaguer, plagada de emoción y conocimiento sobre su extensa y excelente trayectoria, trasladó a los asistentes -entre los que quiso citar su mujer y a su hijo-, su “alegría inmensa por una decisión que me honra» porque entra a formar parte del Claustro de la UA, la institución, remarcó, de la “tierra materna de los Mira de Xixona desde el siglo XV, de los Mira de Novelda y de Monòver del siglo XVII, que son los Mira del Fondó dels Frares, donde nació mi padre a finales del siglo XIX».

El escritor, sumamente revindicativo con la labor pública de las universidades como “espacio privilegiado que se ocupa del cultivo y transmisión del conocimiento”, mostró su honda preocupación por la deriva “más empresarial que algunos quieren darle”, dijo. Un modelo de universidad que asimila con pesar a “un simple centro superior de formación profesional”.

Estudiantes

De igual forma mencionó el prolijo autor sus dudas sobre los actuales estudiantes «a menudo preocupados sobre todo por las salidas de la carrera y poca cosa más” por el mundo que les ha tocado vivir cuando en realidad considera que «son los estudiantes los que conectan la universidad con la sociedad, no los claustros o las autoridades académicas. Ya sea al Mayo del 68 y sus efectos, las protestas contra la guerra del Vietnam, o las huelgas y manifestaciones durante la última etapa del franquismo», citó.

Su rechazo es absoluto hacia el modelo que se extiende, lamentó, “del estudiante como individuo que define su vida únicamente en términos de adecuación implacable al mercado de trabajo», incluida la experiencia durante los años universitarios.

Por contra, el nuevo honoris causa por la UA defiende la idea de la universidad “como depositaria de la ciencia y el valor, la ciencia y la duda”.

Su padrino en el acto, Balaguer, glosó la vida la vida y la obra del “antropólogo, ensayista, traductor, filólogo, viajero, escritor de viajes, biógrafo, autor de libros de divulgación sobre personajes y figuras históricas, conferenciante, etc.” y le calificó como “referente ineludible en nuestras letras y en nuestra literatura. Ha aportado muchas cosas, no a nuestra cultura, sino a la cultura, no a nuestra literatura, sino a la literatura», abundó, además de reivindicar su obra como «un antídoto contra los post que nos asedian, concluyó.