Paso de gigante de la FP para formar al ritmo de los nuevos empleos

La Formación Profesional da un salto de gigante en la Comunidad para formar al alumnado al ritmo de empleos que ni siquiera existen.

La Conselleria Educación acaba de dar luz verde a los institutos de FP para que añadan formación extra a las titulaciones de grado medio y superior ya existentes, siempre en función de la demanda directa de las empresas.

Estos proyectos enmarcados en el proyecto de “flexibilidad de la FP”, los tienen que aprobar los claustros y deben contar, además, con el apoyo explícito de alguna empresa del entorno o de una asociación empresarial.

Formación

Esta es la fórmula por la que ha optado la Conselleria de Educación para actualizar los más posible la formación del alumnado, sin necesidad de esperar años -se calcula un mínimo de al menos cuatro años-, para poder introducir cambios en el currículo con las necesidades del mercado laboral que, cuando se formalizan en los estudios oficiales que corresponde, ya han quedado casi obsoletos.

“El objetivo de la conselleria con la resolución que determina el procedimiento para flexibilizar las enseñanzas de Formación Profesional -explican responsables de Educación a preguntas de este diario- es que cada centro disponga de margen para adaptar la formación de sus titulados y tituladas a las demandas del mercado laboral de su entorno, con el fin de mejorar la empleabilidad de sus alumnos”.

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De esta manera, los institutos de FP podrán enriquecer sus actuales ciclos formativos con módulos extra de otras titulaciones relacionadas que aporten un certificado específico con la superación del aprendizaje requerido.

5 horas semanales

Cada titulación podrá ampliarse hasta un máximo de un 20% más, lo que desde Educación traducen en 5 horas más de formación a la semana que ahora mismo abarca 30 horas de enseñanza semanal.

De forma que con una hora más cada día, destinada a impartir estos módulos extra, siempre a petición empresarial, el alumnado puede acabar su correspondiente ciclo formativo con aprendizaje extra que le asegurará el empleo porque de entrada se parte de una demanda empresarial directa.

“La idea de esta FP ampliada es ofrecer nuevos perfiles profesionales que demanda el mercado”, subrayan desde el departamento que dirige la consellera, Raquel Tamarit.

Empleos de futuro

Los nuevos proyectos por los que puede optar cada centro de FP son tantos como títulos existen. A modo de ejemplo en la conselleria citan que el estudiante titulado Cocina y gastronomía puede perfectamente adquirir la formación extra de un módulo para trabajar como camarero o camarera con apenas una hora más de formación al día.

Al déficit de camareros, empleados que vienen demandado, por ejemplo, desde el sector de la hostelería, se puede sumar la falta de de especialistas en electricidad de alta tensión, una formación también que podría adquirir el alumnado de los ciclos de Electricista con módulo extra en alta tensión.

De la misma manera, los matriculados en un ciclo relacionado con la Mecánica del automóvil pueden añadir el aprendizaje extra en vehículos eléctricos que también demanda el sector por los cambios tanto ecológicos como tecnológicos en la fabricación de automóviles.

Solicitudes

Los institutos que deseen ampliar con módulos extra la formación de sus alumnos para actualizarla lo más posible a la demanda del mercado laboral disponen de dos meses, en concreto hasta el próximo 31 de marzo de 2023, para reunir a sus claustros docentes y, con el correspondiente apoyo empresarial, solicitar a Educación la ampliación de la enseñanza que imparte hasta un 20% más.

La conselleria revisará las peticiones para que se ajusten a estos parámetros, que son los que permiten certificar oficialmente los módulos extra, con tiempo para que cada instituto sepa con antelación que puede impartir la FP flexible a partir del curso que viene. “Antes del 1 de mayo de 2023”, según contempla la normativa a la que ha tenido acceso este diario, cada centro sabrá si se admite su solicitud.

La propia resolución firmada por el secretario autonómico de Educación y Formación Profesional, Miguel Soler, a su vez número dos de la Conselleria de Educación, admite que la FP requiere de “una revisión en profundidad”, que se ha puesto ya en marcha a partir de los consejos territoriales que reúnen a representantes políticos, sindicales, educativos y del sector empresarial, y con la nueva fórmula de la FP flexible se persigue, además, agilizar la actualización necesaria de una estructura que resulta “excesivamente rígida”.