La provincia de Alicante registra diez rupturas matrimoniales al día y se mantiene como la cuarta en divorcios

A medida que se acerca el Día de San Valentin, la fiesta de referencia para los enamorados, los juzgados de la provincia de Alicante siguen atestados de demandas de disolución matrimonial, de parejas que han optado por poner fin a su relación. Diez divorcios al día y un promedio cercado a las 4.000 disoluciones al año, constituyen la estadística del desamor en la provincia de Alicante. Aunque hay una baja muy ligera, la cifra se mantiene y es similar a la registrada durante los últimos años, a pesar de que ya hubo un descenso durante los meses de la pandemia.

Una ligera disminución en el número de divorcios y separaciones no frenó que la provincia de Alicante se mantuviera como la cuarta de España en mayor número de disoluciones matrimoniales, según la estadística del Consejo General del Poder Judicial. Aunque las cifras oficiales de momento solo contabilizan hasta el mes de octubre del año pasado, la media alcanzaba las diez disoluciones matrimoniales al día en la provincia de Alicante. Durante los últimos años, la media ha oscilado en torno a las 4.000 rupturas al año. Las previsiones apuntaban a que el año pasado se iba a rozar esa cifra sin llegar a superarla, un extremo que se confirmará una vez que se cierre la estadística.

Entre enero y septiembre del año pasado, los juzgados de la provincia de Alicante tramitaron un total de 2.960 disoluciones matrimoniales frente a las 3.073 registradas el año anterior. Las proyecciones estadísticas apuntan a una media de un millar de demandas al trimestre, por lo que todo apuntaba a que el año se iba a cerrar en torno a los 4.000 asuntos. Los datos colocan a la provincia de Alicante como la cuarta de España en número de rupturas por detrás de Madrid, Barcelona y Valencia.

El partido judicial de Alicante fue el que mayor número de demandas de disoluciones matrimoniales de toda la provincia, con cifras casi calcadas durante los dos últimos años. En su mayor parte se trata de rupturas ya consensuadas. Se trata de parejas que ya han acordado previamente los términos de la disolución matrimonial y acuden al juzgado a que se les firme lo que previamente han estado negociando sus respectivos abogados. Por este motivo, son estos pleitos los más susceptibles de ser derivados a un mediador, para que antes logre negociar un buen acuerdo que satisfaga a todas las partes, sin necesidad de que intervenga el juzgado.

Demandas por zonas

El año pasado en el partido judicial de Alicante hubo un total de 608 divorcios consensuados frente a 244 en los que no había acuerdo. Apenas hay variaciones con 2021, ya que hubo 578 divorcios consensuados y 286 contenciosos. Entre un año y otro, hay una diferencia de dos casos. En cuanto a las separaciones, quince con acuerdo y seis sin consenso en 2022; frente a 20 y 6 respectivamente. Las cifras son más altas en las zonas con mayor número de habitantes, con lo que le sigue Elche con 504 demandas hasta septiembre; Orihuela con 318; Dénia con 267; Alcoy con 173; San Vicente 164; Benidorm con 157; Elda con 155; Torrevieja con 145; Novelda, 134; La Vila Joiosa, 118; Villena, 73; e Ibi, 72.

La letrada de la sección de especialistas en Derecho de Familia del Icali (Ilustre Colegio de la Abogacía) de Alicante Gracia Carrión aseguró a este diario que después del confinamiento ha sido muy frecuente que desde algunas familias haya habido algún tipo de petición de revisión de las medidas que se acordaron tras la separación. Bien sea una revisión de la pensión de alimentos, debido a que las circunstancias económicas han cambiado, o bien en el régimen de custodia. Carrión explicó que muchas veces tras estas peticiones se encuentra la circunstancia de que el hijo adolescente haya elegido a uno de los dos progenitores para irse a vivir. "Tras el confinamiento y haber pasado los meses de la cuarentena por la vía de hecho con uno de los progenitores, plantea ahora el quedarse con uno de ellos o cambiar de domicilio".

Revisión de medidas

En total se presentaron 2.579 peticiones de cambio de medidas entre los meses de enero y septiembre, cifra que aunque es inferior a la de nulidades matrimoniales, se les va a acercando. Destaca también que más de la mitad de las demandas que se presentaron no había ningún tipo de acuerdo entre las partes. Cada progenitor estaba enrocado en su posición y era el juzgado de Familia el que debía de resolver.