El barrio Juan XXIII de Alicante, entre los tres más pobres de España

El distrito de la capital de provincia cuenta con 6.272 euros de renta media por habitante, el tercer dato más bajo de las más de 500 zonas estudiadas por el Instituto Nacional de Estadística

Alberto Losa

Alberto Losa

Sevilla es la ciudad en la que se encuentran la mayoría de los barrios más pobres de España, pero Alicante es el segundo municipio con más distritos en los que sus habitantes cuentan con las rentas más bajas. En concreto, uno de ellos, ubicado en la Zona Norte, es el tercero con menor nivel de ingresos, al percibir sus habitantes 6.272 euros de media al año. Tanto las provincias de Alicante como Sevilla contienen buen número de los pueblos con menor renta del país.

Así lo señalan datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que recoge cómo las rentas más bajas de España, diferenciadas por barrios, se localizaron en los vecindarios sevillanos de Polígono Sur y el distrito Cerro-Amate, por parte de la ciudad sevillana, y en el barrio Juan XXIII de Alicante. La estadística refleja las rentas de los 526 barrios de ciudades mayores de 250.000 habitantes, en las que se incluyen 17 ciudades de España.

Solo los distritos sevillanos de Polígono Sur y Cerro-Amate tienen menos renta media que Juan XXIII

El barrio alicantino cuenta con una renta medida de 6.272 euros por habitante al año, mientras que los residentes en Polígono Sur de Sevilla cuentan con 5.666 euros y Cerro-Amate, con 6.042. Además, en la lista de los diez siguientes barrios más pobres del país figuran otras zonas sevillanas o alicantinas. Junto a ello, en la lista de los 20 municipios mayores de 20.000 habitantes con menor renta por habitante publicada recientemente por el INE para el año 2019 figuran poblaciones sevillanas como Los Palacios - Villafranca o Lebrija, y alicantinas como Torrevieja o Crevillent.

Un hombre junto a un coche en la calle Poeta Vicente Medina del barrio Juan XXIII de Alicante, en una imagen de archivo.

Un hombre junto a un coche en la calle Poeta Vicente Medina del barrio Juan XXIII de Alicante, en una imagen de archivo. / RAFA ARJONES

Por áreas urbanas, Torrevieja es la de menor renta por habitante de todo el panorama nacional, con 8.351 euros por habitante al año, mientras que el área metropolitana de Elche es la cuarta de menor renta, con 9.681 euros por habitante.

Un barrio estigmatizado

La presidenta de la asociación de Vecinos de Juan XXIII, Celia Campelo, se muestra cansada de que el barrio aparezca en estos "ránkings": "Estamos dejados del Ayuntamiento, a la policía la ves bajar la cuesta y ya está. Estamos dejados pero pobreza no hay", señala, en relación a los coches de alta gama que se ven en la calle.

Preguntada la Concejalía de Acción Social por sus planes para paliar la pobreza en el barrio, el Ayuntamiento de Alicante defiende que, dentro del Plan Integral Zona Norte lanzado tras la pandemia, se han proyectado inversiones por más de 2,5 millones de euros

Carlos Gómez Gil, profesor titular de la UA e investigador del Instituto de Economía Internacional de esta universidad, autor de la investigación sobre "El impacto de la pobreza durante la pandemia en Alicante", considera que la situación de Juan XXIII aumentó gravemente durante la década de la crisis y después con la pandemia: "Esto ha llevado a una progresiva degradación del barrio, con una salida de vecinos tradicionales que han sido sustituidos por grupos de población pobre y vulnerable, lo que ha llevado a una mayor concentración de pobreza y exclusión".

El profesor de la UA añade que las situaciones que se generan en este barrio son de verdadera gravedad: "Afecta a lo que los especialistas llamamos situaciones de pobreza severa que están relacionadas con la satisfacción de necesidades básicas elementales. Además, en el caso de familias con niños, los menores viven también graves carencias que alimentan el círculo intergeneracional de la pobreza y se cronifican de por vida, por lo que resulta especialmente importante una intervención decidida, como exigen las instituciones europeas".

Gómez Gil considera que el gobierno local no realiza las acciones adecuadas para evitar esta situación: "Desde el Ayuntamiento se viene dando la espalda a la lucha contra la pobreza en el conjunto de la ciudad y en estos barrios más pobres, alimentando su abandono y lo que es más grave, favoreciendo la ruptura de la cohesión social en Alicante. Abandonar a estos barrios y a su población a su suerte es la política social municipal, mientras la implantación del ingreso mínimo vital estatal y de la renta valenciana de inclusión, consigue amortiguar las situaciones de pobreza extrema. Desde el Ayuntamiento de Alicante, en lugar de luchar contra la pobreza luchan contra los pobres en una batalla permanente".

Para evitar situaciones de pobreza y exclusión, considera el investigador de la UA, es necesario aplicar "políticas municipales precisas, amplias y efectivas que en este momento y con este Ayuntamiento son inexistentes, algo que es irresponsable porque seguirá alimentando la ruptura de la cohesión social y la desigualdad en la ciudad".

Baja inversión

Los datos sobre las bajas rentas en municipios de Alicante y Sevilla se suman a la baja financiación que ambas provincias figuran entre las que menos inversión en infraestructuras han recibido de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) entre 1985 y 2018, según una lista de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) que toma en cuenta el número de habitantes para su cálculo.

La tendencia podría haber cambiado, quizás, respecto a la capital hispalense, que ha recibido en los PGE 2023 inversiones para la circunvalación de la SE-40, el puente del Centenario y la línea 3 del metro.

Pero desde luego no respecto a Alicante: la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana, la Cámara de Comercio de Alicante y el Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante señalaron en octubre que los últimos presupuestos "ningunean" a la provincia una vez más.

"Si en los PGE 2021 se asignaron a Alicante 298,78 millones, esta cifra se redujo hasta los 183,65 en 2022 y desciende hasta los 160,3 en los de 2023. Por el contrario, Alicante es la segunda provincia de España en la que más ha crecido la población desde 2020 y la quinta que más aporta al PIB estatal", exponía un documento suyo divulgado en octubre de 2022 y que recoge EFE.

"Alicante tiene una de las rentas per cápita más bajas de España, ocupa la posición 44 de 52", añadía el documento, que se quejaba de que "los alicantinos recibirán menos de 85,4 euros por habitante". "Esta inversión nos sitúa en el último lugar de inversiones por habitante, lejos de la penúltima provincia, que es Jaén con 110 euros", se quejaban.