El bipartito critica la "extraña" alianza de la izquierda y Vox en contra del Presupuesto de Alicante

El PSOE se niega a sentarse a negociar si no se retira la ordenanza contra la mendicidad, cuya derogación también reclama Unidas Podemos en la primera reunión del ejecutivo local con la oposición tras la aprobación de las cuentas por la Junta de Gobierno

La edil de Hacienda, Lidia López, (a la derecha, junto a los dos concejales de Unidas Podemos, en la reunión de este martes

La edil de Hacienda, Lidia López, (a la derecha, junto a los dos concejales de Unidas Podemos, en la reunión de este martes / informacion.es

C. Pascual

C. Pascual

Al bipartito e PP y Ciudadanos no le gusta la "pinza" de la izquierda y Vox contra el Presupuesto de 2023 para Alicante. Y así lo ha hecho saber este martes antes de arrancar una ronda de contactos con la oposición para intentar desbloquear las cuentas de cara a la Comisión de Hacienda prevista para este viernes. "Resulta extraño que el extripartito y Vox para esto sí que estén juntos", ha señalado el portavoz del equipo de gobierno, Antonio Manresa, en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, en la que ha sido incapaz de explicar por qué el informe de Hacienda estuvo dos semanas en un cajón pese al supuesto interés del ejecutivo local de agilizar la aprobación de las cuentas municipales.

Previamente a esa intervención, el PSOE anunció que se abría a negociar con el bipartito de Alicante el desbloqueo del Presupuesto de 2023, aunque con una condición que consideran “irrenunciable”: la derogación de la ordenanza contra la mendicidad y la prostitución. Esta era también la exigencia que puso Unidas Podemos al ejecutivo local para poder aprobar las cuentas para este año, que siguen en el aire ante el rechazo anunciado por todos los grupos de la oposición, incluido Vox, que ha sido el principal aliado del equipo de gobierno durante este mandato.  

Así lo anunció la candidata socialista a la Alcaldía, Ana Barceló, en su primera convocatoria para valorar la gestión municipal desde su designación como alcaldable. En la intervención no ha contado con la compañía de ningún concejal del grupo municipal socialista. Sí que ha estado, en la distancia, Ángel Franco, el exsenador socialista que controla la agrupación. “Estamos dispuestos a abrir una vía de negociación con el equipo de gobierno para sacar al Ayuntamiento de la parálisis que supone que, a día 7 de febrero, Alicante no tenga presupuesto para 2023”. En ese sentido, la socialista ha destacado que si el regidor, Luis Barcala, “quiere de verdad contar con el principal grupo de la oposición para aprobar las cuentas tendrá que hacer un gesto irrenunciable: debe suprimir antes la ordenanza de la vergüenza, la que criminaliza y sanciona a las personas más vulnerables”.

Para la socialista es “una medida indispensable para iniciar un diálogo”. Pese a que el gobierno municipal anunció para este martes el inicio de una nueva ronda de contactos con la oposición, no ha sido hasta este mediodía cuando ha empezado a contactar con los grupos para fijar fechas y horas.

El primer y único encuentro de este martes ha sido finalmente con Unidas Podemos, quien ha asegurado que en la reunión ha planteado dos cuestiones "clave" para abordar la propuesta de presupuestos del ejercicio 2023 del bipartito al formar parte “del corazón de las políticas que se están llevando a cabo” desde la administración municipal y que, en opinión de la formación “atacan a las personas más vulnerables, desatienden las necesidades de las clases medias y trabajadoras e ignoran a las pymes, micropymes, autónomos y cooperativas”. 

El portavoz de la coalición, Xavier López, ha explicado a la edil de Hacienda, Lidia López, que a la hora de poder abordar una negociación presupuestaria es "imprescindible" para su grupo “que el gobierno de Barcala derogue la ordenanza de la vergüenza y dé trámite a la reforma fiscal municipal de Unidas Podemos, que propone impulsar una redistribución de la carga impositiva que grave más a las rentas altas, proteja a la mayoría social y aumente los recursos disponibles para impulsar los retos en inversiones y proyectos que Alicante requiere”. 

López ha agradecido el encuentro al equipo de gobierno y lo ha enmarcado en “una normalidad anormal, ya que Barcala y su equipo no propician espacios de diálogo ni con los agentes sociales y con el resto de partidos con representación en el pleno”. Además, ha reivindicado ante la edil del Partido Popular -Ciudadanos no ha acudido a la reunión- la enmienda a la totalidad que Unidas Podemos mantiene presentada, la única que ha pasado el corte técnico, y con la que "quieren obligar al bipartito a devolver las cuentas para que sean redactadas con participación de los órganos municipales donde tienen representación asociaciones vecinales y organizaciones sectoriales, así como la fiscalización de las cuentas por parte del Consejo Económico y Social".

Este miércoles está prevista la reunión con Vox y a continuación con Compromís. Con quien, a priori, no habrá encuentro "bilateral" es con el PSOE. El respecto, la concejala de Hacienda ha lamentado este martes la “deriva radicalista” y “los bandazos” del grupo socialista en relación con la negociación de los Presupuestos municipales para este ejercicio y les ha emplazado a “anteponer el interés general de los alicantinos por delante de sus cálculos electoralistas”.

López se ha referido en estos términos al anuncio efectuado por la alcaldable socialista, Ana Barceló, de condicionar la negociación de las cuentas públicas para este año a la retirada de la conocida oficialmente como Ordenanza Cívica. “Los socialistas se enmiendan la plana unos a otros y ya no sabes quién marca su línea de trabajo”, ha destacado la edil de Hacienda. “Mientras el grupo ha presentado 70 enmiendas a los Presupuestos para su toma en consideración, su candidata dice ahora que no hay nada que negociar si no se deja sin efecto una ordenanza de convivencia reclamada por la mayoría de los alicantinos”, ha añadido la edil en un comunicado, quien ha apuntado que el PSOE de Alicante “se ha quitado la careta y se parece cada vez más a sus socios podemitas, como ya sucediera en el anterior mandato municipal, hasta el punto de que resulta muy difícil distinguir sus mensajes”.

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