La brecha entre nacimientos y muertes se hace cada vez más grande en la provincia

La brecha entre nacimientos y muertes en la provincia de Alicante se hace cada vez más grande y no parece que vaya a disminuir a corto plazo, a tenor de las circunstancias. Los datos provisionales de natalidad al cierre del año 2022, que acaba de dar a conocer el Instituto Nacional de Estadística (INE), hablan de 13.363 alumbramientos en la demarcación a lo largo del pasado ejercicio, ocho menos que en 2021. Mientras tanto, la cifra de defunciones ascendió finalmente a 18.335, ligeramente por encima del año anterior, como ya avanzó este periódico hace algunas semanas.

La diferencia entre los nacimientos de 2022 y los de 2021 puede parecer irrisoria a priori, pero cobra mucha más relevancia si se tiene en cuenta que supone una continuidad a la baja cifra del año pasado y, por extensión, a la de 2020. Es decir, a los mínimos de natalidad de los últimos 25 años, que han estado fuertemente condicionados por la pandemia. Así, se evidencia que la baja fecundidad de los últimos años no ha sido únicamente coyuntural, ligada a la crisis sanitaria, sino algo estructural. Hay que tener en cuenta, en ese sentido, que en 2021 hubo tan solo 37 nacimientos más que en 2020, en lo más álgido de la pandemia de covid-19.

La natalidad en la provincia de Alicante remontó de manera bastante significativa en los primeros meses de 2022 en relación al mismo periodo de 2021. Sin embargo, posteriormente se estancó, y sobre todo durante el otoño las cifras fueron bastante más bajas que en año anterior. El mes con más alumbramientos fue agosto, con 1.243, y mayo el que menos, con 1.001. En diciembre hubo un ligero repunte, pero no fue suficiente para que el balance final fuera superior al de 2021.

Así las cosas, puede decirse que la pandemia de covid-19 ha sido otro factor que ha condicionado el desplome de la natalidad en la provincia, pero que no ha sido algo pasajero. Sus consecuencias, derivadas de la inestabilidad económica y de la inseguridad sobre el futuro, perduran. Y en paralelo, la mortalidad continúa al alza. Como ya indicó este periódico, en 2022 hubo que sumar el efecto de las elevadas temperaturas a otros factores como el covid y otras enfermedades. El aumento en relación a 2021 es también escaso, pero la diferencia con los nacimientos no deja de crecer: ya está en 4.972. De seguir la tendencia este año, es muy previsible que se alcance un dato de 5.000 fallecidos más que nacidos.

A la contra de la Comunidad

El pequeño descenso de la natalidad en la provincia en 2022 va en consonancia con lo ocurrido en el conjunto del país. El año pasado nacieron 329.812 niños y niñas, un 2,08% menos que en 2021. Sin embargo, la valenciana es una de las cuatro comunidades donde la evolución ha sido positiva. Las otras tres excepciones han sido Castilla y León, Asturias y Madrid. Es decir, Alicante ha sido una nota disonante en su propio territorio autonómico.

Los alumbramientos en el conjunto de la Comunidad Valenciana crecieron el año pasado un 0,36%. El aumento parece pírrico, pero conviene señalar que es el primero que se registra en casi una década. Y se debe, en muy buena medida, a la evolución positiva de la provincia de Castellón, donde la natalidad creció un 2,29%, un índice bastante significativo en medio de un contexto tan negativo en términos generales. Por su parte, Valencia registró un aumento mínimo, del 0,23%, que en términos absolutos fue de 42 nacimientos más en un año. Aun así, se trata de un resultado mejor que el de Alicante, donde el fin de la tendencia negativa no se atisba por el momento.

Récord de madres con más de 50

El pasado año se produjo el récord de madres mayores de 50 años en el conjunto de la Comunidad Valenciana al menos desde 1975, con 39 mujeres que tuvieron un hijo o una hija pasada esa edad. Esta maternidad tan tardía, además, casi se ha duplicado en tan solo un año, puesto que en 2021 fueron 22 los casos de este tipo. Todavía no hay datos provinciales desglosados por edad de la madre del año pasado, pero en 2021 fueron diez las mujeres que tuvieron descendencia pasados los 50 años en Alicante, y otras 127 tenían entre 45 y 49 años. Cabe esperar que las cifras de 2022 sean superiores a éstas. Por lo demás, la maternidad sigue siendo más común entre los 30 y los 39 años, aunque el año pasado descendió la cifra de mujeres que fueron madres en esa horquilla de edad, y creció el número de las que tenían entre 20 y 29 años.