«El galardón pone de manifiesto la labor que hemos desarrollado durante estos cincuenta años»

La Escuela Politécnica Superior de Orihuela es el centro universitario más antiguo de la provincia de Alicante, ya que comenzó a gestarse en el año 1968, motivado por la llegada del trasvase Tajo-Segura, que presentaba una oportunidad de expansión y aprovechamiento en la agricultura de la Vega Baja del Segura.

Un centro que, primeramente, se enmarcó como sección delegada de la Universidad Politécnica de València y que, tras la creación de la Universidad Miguel Hernández, fue transferido a la universidad ilicitana. En 2022 cumplió medio siglo siendo sinónimo de excelencia en cuanto a formación, investigación y transferencia al sector tanto agroalimentario como al agroambiental.

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Cinco décadas que han dado para mucho, en las que la EPSO ha formado entre sus aulas a más de 7.000 profesionales que han contribuido al desarrollo socioeconómico de esta comarca del sur de la provincia. Un aniversario que se celebra coincidiendo en la misma semana que San Isidro, el patrón de los ingenieros agrónomos y técnicos agrícolas, con versos del poeta Miguel Hernández, reclamando agua para la tierra.

En la actualidad, el centro cuenta con catorce grupos de investigación relacionados con la agricultura que, entre sus proyectos más recientes, estudia los usos tecnológicos en los cultivos para implementar la transformación digital por la que pasa el futuro del sector.

El director de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela, Ricardo Abadía, celebra este premio porque «supone una enorme satisfacción y pone de manifiesto la labor que se ha desarrollado en estos cincuenta años» y destaca que ha tenido «una repercusión en la sociedad como centro público que se ha reconocido por la propia sociedad. Nos anima a seguir trabajando en esta misma línea y seguir manteniendo el grado de excelencia que hemos logrado en estos cincuenta años».

Reconocimiento a una labor

Para Abadía, «el sector agrario y la escuela han tenido un cambio muy grande en los últimos años». En cuanto al sector, la principal novedad es la tecnificación, que «ha llegado de lleno». Considera que «la digitalización y la inteligencia artificial están ya aquí. Ya se manejan las explotaciones con el móvil, lo que permite optimizar los recursos».

En cuanto a los cambios de la escuela, recuerda que «ha cambiado como centro de formación radicalmente: nació como sección delegada de la Universidad Politécnica de Valencia, inicialmente con unos medios precarios en el instituto El Palmeral y 25 estudiantes en 1972 hasta llegar a hoy día, que tenemos 15 hectáreas de campus, una captación de recursos de investigación de más de dos millones de euros anuales por proyectos competitivos y hemos formado a más de 7.000 profesionales. El cambio de nuestra institución ha sido tremendo».

Defender el trasvase

El actual director de la EPSO se remonta a sus orígenes y recuerda que «nace por iniciativa de ciudadanos de Orihuela que en vista de la llegada del agua del trasvase en los años 70 solicitaron la creación de un centro de enseñanza para formar profesionales en el sector agrario dado el incremento de actividad agrícola que se iba a desarrollar en la zona».

Centrándose en la polémica actual sobre la situación del trasvase, destaca que «es un momento de solicitar agua para la comarca» y que «la reivindicación del trasvase es necesaria, pero no debemos olvidar las perspectivas que tenemos hoy día de tratar de utilizar al máximo todos los recursos que tenemos. Según Abadía, «tenemos detrás la espada del cambio climático que antes o después está afectando de una forma u otra, y tenemos que utilizar todos los recursos que tenemos a nuestro alcance, entre ellos, obviamente, los del trasvase Tajo-Segura».