Cambiar nuestra rutina y adaptar las ciudades, clave para sobrevivir al cambio climático

Científicos de la UA analizan cómo debe hacer frente la provincia al futuro panorama medioambiental y apuestan por reducir el consumo de agua, reverdecer los espacios públicos y reducir el tráfico rodado

Miles de personas pasean por Benidorm el pasado verano.

Miles de personas pasean por Benidorm el pasado verano. / David Revenga

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

¿Sabemos cómo afrontar meses de agosto por encima de 40 grados? Si los veranos se alargan y las temperaturas siguen subiendo, ¿están preparadas las ciudades de la provincia? Diferentes expertos en materia medioambiental abordan los retos climáticos que deberá afrontar Alicante en el futuro, así como las distintas herramientas que serán necesarias para superarlos. Además, analizan el papel de la Agencia Valenciana de Cambio Climático en esta transición hacia el clima de los próximos años.

Hacer una gestión eficiente del agua, apostar por una transformación urbanística de las ciudades basada en el protagonismo de la vegetación e impulsar inversiones en materia medioambiental son solo algunas de las claves para afrontar el futuro de la provincia con el objetivo de paliar los efectos del cambio climático.

Para Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, el principal reto al que se enfrenta Alicante en este sentido -al igual que toda la zona litoral- es la adaptación "necesaria y urgente" a los primeros efectos de un proceso global de calentamiento, con características singulares en el Mediterráneo, que ya se están evidenciando. Lo que "nos va a obligar a adaptar actividades económicas y el diseño de nuestras ciudades" en los próximos años y décadas.

Un proceso que va a durar "al menos todo este siglo" y para el que, por lo tanto, "tenemos que empezar a trabajar en los mecanismos de adaptación". Olcina destaca que la mitigación del cambio climático a través de una adaptación del modelo energético "ya se ha puesto en marcha" y que debemos "perseverar en esa línea".

Aunque se muestra cauto por la cercanía de las elecciones, reconoce que es urgente que lo antes posible "se diseñe un buen programa de adaptación" en todo el territorio valenciano. Una cuestión que, para el catedrático, va a suponer "el gran eje" de las políticas en los próximos años.

En cuanto a actuaciones concretas, Olcina incide en dos aspectos fundamentales. Por un lado, la necesidad de declarar la sierra de Escalona un parque natural. Considera necesario que a esa parte del sur de la provincia "se le reconozcan los valores biológicos, ecológicos, ambientales y paisajísticos que tiene".

El paseo de la avenida Mártires de la Libertad, en obras y prácticamente sin sombra.

El paseo de la avenida Mártires de la Libertad, en obras y prácticamente sin sombra. / HÉCTOR FUENTES

Por otro, mantiene que se debe hacer un inventario de las zonas del litoral que estén "en riesgo de padecer una pérdida importante de arenas" y que, por lo tanto, puedan sufrir los efectos de temporales marítimos. Para resolverlo, apuesta por programar posibles actuaciones que "sin ser traumáticas para los propietarios de las viviendas" permitan llegar a acuerdos con ellos ante un problema que "va a ir a más" en los próximos años.

Reverdecer los espacios públicos

En este mismo sentido, Fernando Maestre, director del Laboratorio de Zonas Áridas y Cambio Global, destaca también dos problemáticas fundamentales a resolver lo antes posible. En primer lugar, coincide con Olcina en la necesidad de adaptar la sociedad a las nuevas condiciones climáticas "que estamos sufriendo ya y vamos a sufrir en las próximas décadas". Una problemática en la que considera importante abordar lo que debemos hacer para lograr esa adaptación que reclaman los expertos.

El científico considera "fundamental para salvaguardar los recursos hídricos" limitar el consumo de agua. Una medida para la que será muy importante la colaboración del principal consumidor de agua de la provincia: la agricultura, que hace uso del 80% del agua dulce. En este sentido, Maestre apuesta por evitar mayores problemas en el futuro controlando el regadío, que "no puede seguir creciendo".

El otro aspecto a priorizar según Maestre es la necesidad de "dotar a las ciudades de más y mayores espacios de sombra". Para ello, destaca que se necesita reverdecer las ciudades y pueblos, una medida que, además, debe ir de la mano de una reducción del tráfico rodado.

Según el experto de la UA "hay que reducir el número de coches, dar espacio a los peatones y sombrear los espacios públicos con árboles". Una serie de decisiones que, no solo servirán para "adaptarnos a las subidas de temperaturas como el pasado verano", sino que también tendrán "numerosos efectos beneficiosos sobre nuestra salud" ya que, según recuerda Maestre, el número de muertes que causa el tráfico rodado es "muy elevado".

Agencia Valenciana del Cambio Climático

Para abordar todas estas transformaciones, el Consell ha aprobado recientemente la creación de la Agencia Valenciana del Cambio Climático.

Este organismo, dependiente de la Conselleria de Transición Ecológica desarrollará funciones como la coordinación y ejecución los marcos estratégicos, planos, programas y presupuestos de carbono que se aprueban para la lucha contra el cambio climático. Además, se encargará de proponer y evaluar las políticas climáticas y de los planes de acción sectoriales en el ámbito de mitigación y adaptación al cambio climático.

La agencia también se ocupará de la elaboración de un barómetro social, de carácter bienal, para hacer un seguimiento detallado de las percepciones de la sociedad sobre los efectos del cambio climático y su impacto.

Una herramienta que, según los expertos, es muy positiva. Para Fernando Maestre, porque pone este problema en el foco de la agenda política y de gestión, aunque lamenta que "muchas de estas medidas que se están tomando a diario a nivel político todavía no ven reflejada su traslación al día a día". En concreto, se refiere a cambios como la reducción del tráfico "que es difícil de implementar y que se está haciendo de manera muy tímida".

Por su parte, Jorge Olcina defiende que la creación de la agencia era algo "necesario y urgente", ya que en la Comunidad Valenciana "llevamos años de retraso en la activación de políticas de mitigación respecto a otras comunidades o a países europeos".

Por ello, defiende que lo que tiene que hacer el organismo es "establecer las pautas y la hoja de ruta en materia de adaptación al cambio climático", así como hacer un seguimiento continuo del estado de esta cuestión e iniciar un informe a nivel autonómico, que sirva de premisa para saber dónde estamos y las medidas necesarias.