Los vecinos del Casco Antiguo se manifiestan contra el ruido frente al Ayuntamiento de Alicante

Decenas de residentes muestran su descontento con la actual normativa de ruido y exigen soluciones para "poder descansar"

Protesta de los vecinos del Casco Antiguo de Alicante contra el ruido

Rafa Arjones

Alberto Losa

Alberto Losa

Medio centenar de vecinos se ha manifestado este jueves frente al edificio consistorial de Alicante para "poder dormir", en una reivindicación de los residentes del Casco Antiguo contra el excesivo ruido en el ocio nocturno. Los vecinos aseguran que están cansados de la situación y de no poder conciliar el sueño.

Los manifestantes consideran que el problema del ruido afecta a los residentes pero también a los turistas que acuden a los hoteles de esta zona de la ciudad.

Bajo el lema "silencio, respeto, civismo", los vecinos han exigido una solución "beneficiosa para todos", que consideran que pasa por una nueva normativa acorde a 2023, como ha apuntado Joaquín Gangoso, presidente de la asociación de vecinos Laderas del Benacantil.

El representante vecinal considera que la situación es "triste, dolorosa y vergonzosa" y que su objetivo es "evitar el ruido y la degradación". En los últimos años, apuntan, el número de asociados ha aumentado hasta más de cien, aunque cuentan también con el respaldo de hoteles y restaurantes de la zona para ser "una ciudad moderna y europea".

Gangoso ha apuntado que el horario nocturno les "impide descansar con normalidad" y que "es el mayor problema de todos", ya que asociados a él están "el botellón, la suciedad, el vandalismo, la rotura de mobiliario urbano y privado y la venta de alcohol a menores". En este sentido, apunta que el ocio octurno hasta altas horas de la madrugada, en especial los días laborables, impide una "vida normal al negar el derecho al descanso en un sitio único como el Centro histórico que nos representa a todos los alicantinos".

Más de 80 decibelios

Las calles Virgen de Belén y Gerona, la primera en el Casco Antiguo y la segunda en el Centro tradicional de Alicante, son las más ruidosas de la ciudad, según los datos de la Red de control del ruido del Ayuntamiento de Alicante. Ambas vías cuentan con conocidos pubs o discotecas en ellas, lo que supone un alto estruendo por la concentración de gente. Durante las primeras semanas del mes de febrero, cada fin de semana se han superado los 80 decibelios en las dos calles.

No son las únicas con altos niveles de alboroto. De los otros 19 medidores de ruido que tiene instalados y activos el Ayuntamiento en diversos puntos del Casco Antiguo y el Centro, en siete se han superado los 70 decibelios de media cada fin de semana. Una situación que también se extiende a los días laborables, con cifras más bajas en los decibelios pero también difíciles de compatibilizar con el descanso.

El alto nivel de bullicio en las calles no es por sí mismo contrario a la ordenanza de ruido, actualizada hace apenas cuatro años, en la que se indica que los niveles de sonido no pueden superar los 30 decibelios con una medición realizada desde el interior de las viviendas.

El representante vecinal ha mostrado su preocupación por la situación y, ya hace unos meses explicó: "Yo también he salido por aquí. No queremos que los pubs desaparezcan pero que entre semana cierren a las 3.30 horas o a las 4.00 atenta contra la conciliación. Aquí viven también algunos trabajadores de la Euipo que me dicen que quieren salir del barrio porque aquí no se puede vivir. No les puedo decir otra cosa salvo que se marchen".