Un cuarto de siglo con San Pedro Apóstol en la Semana Santa de Alicante

La cofradía cumple 25 años con el estreno del Santísimo Cristo de las Almas, del que el obispo Munilla ha autorizado su protección y cuidado

La cofradía de San Pedro Apóstol cumple 25 años.

La cofradía de San Pedro Apóstol cumple 25 años. / Áxel Álvarez

Alberto Losa

Alberto Losa

La Cofradía de San Pedro Apóstol de Alicante se encuentra de celebración por el 25 aniversario tanto de su fundación como de su primera salida procesional. Una aniversario que ha sido acompañado de numerosos actos, además de un sello con el logo conmemorativo realizado por Correos y expuesto en el altar mayor de la Basílica de Santa María presidirá los actos en esta Cuaresma y Semana Santa.

La fundación de la corporación religiosa coincidió con el auge de la celebración de la Semana Santa en la década de los noventa del siglo pasado. Un grupo de cofrades de Nuestra Señora de la Soledad de Santa María decidieron reconstituir, por iniciativa de su fundadora y primera presidenta, Balbina Oncina Alemañ, la antigua cofradía erigida en honor del Príncipe de los Apóstoles. La talla fue encargada en 1998 al escultor murciano José Antonio Hernández Navarro.

Fue "un proyecto renovador, creado bajo los auspicios de la Soledad de Santa María, que tan pronto fue tomando forma logró protagonizar el resurgir artístico y procesional de la Semana Santa alicantina. Revitalizó los desfiles del Domingo de Ramos, siendo la primera corporación que abre las procesiones de la tarde", explica la hermana mayor, Carmen Iborra.

El Señor de las Almas

En este año de celebración, la Cofradía de San Pedro Apóstol recibió el pasado año la grata noticia de la incorporación de la antigua imagen del Santísimo Cristo de las Almas en el devocionario cofrade. Tras la petición formulada por la Junta de Gobierno y bajo el amparo del rector y párroco de Santa María, el reverendo Manuel Martínez, el Obispado de Orihuela-Alicante ha concedido el permiso diocesano para que la cofradía pueda ofrecer culto y veneración pública a la antigua imagen del Santísimo Cristo de las Almas, la devoción cristífera de mayor antigüedad en el templo de Villavieja. 

Entre los conjuntos escultóricos de mayor relieve con que cuenta la basílica alicantina sobresale la hechura de este imponente Cristo crucificado, obra en madera policromada tallada en 1735 por el escultor e imaginero alicantino Bautista Vera Morelló. 

Las hermanas de la cofradía colocan el manto a la virgen.

Las hermanas de la cofradía colocan el manto a la virgen. / ÁXEL ÁLVAREZ

"La belleza imperecedera de esta talla ha superado siglos de cambios y concepciones artísticas. Es una pieza de excelente factura, de acentuado realismo y de exquisito modelado, ejecutada con maestría anatómica de primer orden", señala el antropólogo José Iborra, miembro de la hermandad.

Accediendo a los deseos de la Cofradía de San Pedro Apóstol, el pasado 16 de octubre la imagen del Cristo fue entronizada en el altar mayor de la basílica por el prelado diocesano en el transcurso de la ceremonia religiosa en la que también fue bendecida la reliquia del beato alicantino Francisco Castelló Aleu, concedida a las Cofradías de La Soledad y San Pedro por la Comisión Pro Canonización.

Piadoso ejercicio

Coincidiendo con los actos organizados con motivo de la Cuaresma, el próximo viernes 17 de marzo, el “Señor de las Almas”, como así lo llaman los cofrades y fieles que acuden a su capilla propia en la basílica, será testigo del piadoso ejercicio del Vía Crucis que la basílica y la cofradía han organizado para las 19.30 horas.

“Es mucha la devoción que despierta este Cristo en Alicante. Son muy frecuentes las visitas que recibe a diario en su capilla a lo largo del año y más en estos momentos en que se encuentra entronizado en el altar mayor junto a su Madre, la Santísima Virgen de la Soledad, dos advocaciones de mucha devoción popular”, afirma la presidenta Carmen Iborra. 

El acto religioso contará con la participación principal de sus cofrades, de su consiliario, la comunidad parroquial de Santa María, los Veteranos Paracaidistas, los miembros de la Coral Alacant, y las autoridades civiles y militares que han confirmado su asistencia. Concluirá el piadoso ejercicio con un emotivo encuentro en el altar mayor entre el Santísimo Cristo de las Almas y la venerada imagen de Nuestra Señora de la Soledad. 

“La Madre y el Hijo siempre juntos, velando por las almas de los alicantinos. No hay oro ni esmeraldas ni topacios que puedan eclipsar la gloria y majestad del Señor y la Virgen. Son la verdad y la vida en las que se mira el pueblo cristiano fiel y comprometido con la auténtica fe”, declara el equipo de señoras que velan por la acción pastoral de la cofradía.