¿Cuántos habitantes tiene Alicante en 2023?

Alicante vuelve a tener más de 1.900.000 habitantes después de una década. La provincia gana 19.832 habitantes en un año, el segundo mayor incremento desde que la población comenzó a remontar en 2017 - La mayoría de los municipios crecen, aunque con excepciones importantes en el valle del Vinalopó y el entorno de Alcoy

La provincia de Alicante vuelve a rebasar de forma oficial la cifra de 1.900.000 habitantes después de una década. Lo confirman los datos del padrón a 1 de enero de 2022, que se conocieron en los últimos días del ya pasado año, y que señalan que la demarcación cuenta con 1.901.594 personas, 19.832 más que en la anterior revisión de la estadística. Continúa de esta forma una tendencia al alza iniciada en 2017, cuando se llegó a un punto de inflexión con 1.825.332 habitantes, 120.310 menos que tan solo cuatro años antes.

El citado incremento de 19.832 personas en el último periodo interanual es, además, el segundo más alto de los últimos cinco años, tan solo ligeramente por detrás del que se registró en 2019 y bastante por encima del resto. Asimismo, un hecho llamativo es que ha sido bastante generalizado, repartido por el territorio, de manera que una gran mayoría de municipios en todas las comarcas han visto incrementados sus padrones. En esto hay una diferencia bastante sensible en relación a 2021, cuando la mayoría de las grandes ciudades de la provincia perdieron habitantes.

Tejados del centro de Elche, ciudad que alcanza los 235.580 habitantes.

Tejados del centro de Elche, ciudad que alcanza los 235.580 habitantes. / ANTONIO AMORÓS

La capital de la demarcación es un ejemplo de ello. Con 338.577 habitantes, 1.273 más que hace un año, Alicante alcanza un nuevo máximo histórico, al igual que Elche, que suma 235.580 vecinos, 1.375 más que en 2021. También crecen Torrevieja, Orihuela, Benidorm y San Vicente del Raspeig, que se coloca como el sexto municipio más poblado de la provincia tras superar a Alcoy. Esta ciudad y Elda son las únicas de más de 50.000 habitantes que ven disminuido su padrón, y si se amplía el abanico a todas las de más de 20.000 vecinos, son igualmente pocas las que sufren este fenómeno.

El envejecimiento incide

Conviene hacer hincapié también en que el crecimiento demográfico no se ha ceñido a las localidades grandes y medianas, sino que son también muchos los pueblos pequeños que han ganado habitantes. Así, esta cierta recuperación que se dio el año pasado, sin duda condicionada por el efecto de la pandemia de coronavirus y el confinamiento de los primeros meses, parece no ser flor de un día. Por citar algunos ejemplos, que Quatretondeta sume 16 nuevos empadronados en doce meses y Alcoleja y la Vall d'Ebo 15 cada uno supone un gran crecimiento para esos municipios, más acostumbrados a perder vecinos que a ganarlos.

Con todo, la despoblación sigue siendo un problema muy grave en el interior montañoso de la provincia, y el envejecimiento y la falta de recursos socioeconómicos siguen haciendo mella en muchas localidades. El municipio menos poblado de la provincia continúa siendo Tollos, pero con un mínimo histórico de tan solo 30 habitantes, bastante por debajo de la que hasta ahora era la cifra más baja. En penúltima posición se mantiene también Famorca con 48 vecinos, tres más que en 2021, mientras que el antepenúltimo, Benimassot, pierde cuatro habitantes y se queda en 93, dato que es, al igual que el de Tollos, el más bajo al menos en 165 años, desde que hay registros.

Vista de Benimassot, la tercera localidad menos poblada de la provincia con 93 habitantes.

Vista de Benimassot, la tercera localidad menos poblada de la provincia con 93 habitantes. / LUCIO ABAD

Las tres localidades alicantinas con menos de 100 habitantes sufren con especial severidad el envejecimiento demográfico, pero este fenómeno también incide en las de mayor población que también pierden población. No parece casual que disminuya el padrón precisamente en las principales localidades del Medio y Alto Vinalopó, así como en l'Alcoià y El Comtat. En la primera de estas áreas no solo pierde población Elda, sino también Petrer, Villena y Novelda, aunque no de una forma bastante acusada. Las únicas poblaciones de esta zona con más de 10.000 habitantes que crecen son Aspe y Monóvar.

En Alcoy, por su parte, el padrón retrocede en 168 habitantes, quedándose en 58.960, la cifra más baja en más de 50 años. También descienden Cocentaina y Muro, localidades del mismo eje industrial, la primera en 153 personas y la segunda en 23. Estas poblaciones coinciden con las del valle del Vinalopó en su carácter industrial y en que su población está más envejecida que en las zonas de costa y en el extremo sur de la provincia. Otros municipios de l'Alcoià y El Comtat, no obstante, sí crecen ligeramente en habitantes.

Más residentes reales

La actualización del padrón corrobora el incremento de la población que apuntan otros datos que ha venido publicando recientemente el Instituto Nacional de Estadística (INE), y que, como señalan otras cifras difundidas por este mismo organismo, es atribuible única y exclusivamente a la inmigración. El número oficial de habitantes de la provincia es el que ahora se ha conocido de 1.901.594, pero las estimaciones del INE cifran la población real de la provincia en algo más, como ha publicado este periódico. A 1 de enero se calculaba en algo más de 1.904.000, mientras que en julio se estimaba que ascendía ya a 1.923.000.

Viandantes en el centro de Alicante.

Viandantes en el centro de Alicante. / PILAR CORTÉS

Por otro lado, a pesar del fuerte aumento de casi 20.000 habitantes en un solo año, Alicante sigue en la quinta posición en el ranking provincial de población. En el cuarto lugar está Sevilla con 1.948.393 personas, aunque en los últimos doce meses tan solo ha crecido en 541. Por su parte, el sexto puesto es para Málaga, que ha crecido más que Alicante, situándose en 1.717.504 habitantes, 21.853 más que un año antes.