Entrevista | Álvaro Albacete Secretario general adjunto de la Unión por el Mediterráneo

"Trabajamos por un Erasmus Mediterráneo pero aún hay obstáculos políticos y técnicos"

El diplomático está al frente del encuentro celebrado en Casa Mediterráneo para sentar las bases de un acuerdo de cooperación centrada en la Educación Superior

Álvaro Albacete frente a Casa Mediterráneo este viernes.

Álvaro Albacete frente a Casa Mediterráneo este viernes. / AXEL ALVAREZ

J. A. Martínez

J. A. Martínez

Álvaro Albacete ha estado al frente del encuentro que representantes de 43 países han tenido esta semana en Casa Mediterráneo para sentar las bases de un futuro acuerdo en la cumbre que se celebrará en Fez a finales de año tras la que se efectuará una declaración ministerial conjunta con los cimientos de la cooperación regional euromediterránea. Entre ellos, la puesta en marcha de programas de intercambio de estudiantes entre los países del Mediterráneo, como lleva años haciendo el programa Erasmus.

Pregunta: ¿Cuál es el propósito de este encuentro en Casa Mediterráneo?

Respuesta: El objetivo era tratar conjuntamente desde la perspectiva de los estados miembros de la Unión por el Mediterráneo (que son 43 estados todos los que se sitúan en la ribera norte, sur y este del Mediterráneo) sobre la manera de avanzar en la integración regional en un aspecto muy específico que es la educación superior. El Mediterráneo es una de las áreas del mundo con menos integración regional, con enormes diferencias entre las dos riberas. La razón de ser de esta reunión es profundizar en la integración regional a través de la educación superior. Si pensamos en el gran impacto que el programa Erasmus ha tenido en el proceso de integración europea, podemos imaginar un impacto similar en la cuenca del Mediterráneo si facilitamos el intercambio de estudiantes universitarios 

«El Mediterráneo es una de las zonas del mundo con menos integración regional, con diferencias entre sus países enormes»

P.: Uno de los objetivos que se está buscando es una declaración conjunta, ¿se ha avanzado?

R.: La declaración conjunta se adoptará finalmente en una reunión de los estados miembros que se celebrará en Marruecos en la ciudad de Fez en el mes de noviembre. En estas reuniones se está preparando esa declaración y recabando el parecer de los estados miembros a efectos de componer esa declaración con anterioridad a la reunión. Los avances han sido sustantivos y se está trabajando en seis áreas: la internacionalización; la movilidad de estudiantes; la inclusión, especialmente la de género; la formación en materia medioambiental; y los valores académicos.

P.: ¿Es posible un Erasmus del Mediterráneo?

R.: La política es un poco como la carpintería. Para clavar un clavo es necesario darle muchos martillazos y en eso estamos. La decisión política fue adoptada hace algún tiempo, pero ahora necesitamos tomar medidas para su aplicación y queda mucho por hacer para que sea realidad en la ribera sur y este. Hay obstáculos ligados a aspectos técnicos y políticos. Entre lo técnico, está todo lo relativo al reconocimiento de títulos, a la acreditación de profesores, etcétera. En lo político, el intercambio de estudiantes entre la ribera sur y la ribera norte del Mediterráneo implica el otorgamiento de visados para que los estudiantes se puedan trasladar a las universidades de otros países, eso no ocurre en la aplicación del Erasmus intracomunitario dentro del espacio europeo, pero sí cuando los estudiantes son de las diferentes riberas del Mediterráneo y eso requiere que se cumplan una serie de procedimientos que a veces son un poco complejos. También los estados miembros están estudiando la posibilidad de facilitar esos requisitos para favorecer el intercambio de estudiantes. 

P.: ¿La inestabilidad política complica que esto pueda hacerse realidad?

R.: Efectivamente en el área del Mediterráneo hay una situación política que es difícil. No voy a descubrir nada nuevo. Todos sabemos a qué nos enfrentamos en el Mediterráneo, se trata de un área en la que la integración regional es muy insuficiente. La frontera del mar separa además a dos orillas que tienen una enorme diferencia económica. Hay otros problemas, como los de carácter medio ambiental. Conocemos el problema enorme de la escasez hídrica en el conjunto de la región, con el consecuente incremento de las temperaturas derivado del cambio climático. A ellos sumamos tensiones políticas derivadas de controversias bilaterales entre ciertos países o en pequeñas áreas subregionales. Pero también existen oportunidades y creo que es ahí donde la Unión por el Mediterráneo tiene un valor añadido claro. Oportunidades que exigen que trabajemos juntos para poder hacerlas realidad. Por ejemplo el potencial que ofrece la ribera sur para la producción energética, tanto desde el punto de vista de las energías renovables, como de la producción de hidrógeno verde. También oportunidades ligadas a la economía azul, es decir, los sectores económicos en torno a los recursos que ofrece el mar Mediterráneo y todo ello desde una perspectiva de sostenibilidad medio ambiental.

«El potencial energético y de los recursos del mar exigen que trabajemos juntos en hacer realidad estas oortunidades»

P.: ¿Qué se puede hacer para avanzar más en esa integración?

R.: El reto de la integración no es nuevo para el conjunto del área del Mediterráneo. Si pensamos en el efecto que el programa Erasmus ha conllevado en el proceso de integración europea durante décadas a través del intercambio de estudiantes podemos imaginar que un escenario parecido se podría producir en el área del Mediterráneo en su conjunto. Para eso insisto en que debemos dar pasos efectivos para salvar ciertos obstáculos y uno de ellos es el reconocimiento del crédito de las universidades, de la acreditación profesores y esos obstáculos ligados a los visados. Todo eso ha estado encima de la mesa durante las conversaciones que hemos tenido estos días en Casa Mediterráneo y tengo que decir que se avanza positivamente con vistas a esa declaración ministerial que es previsible que se adopte en noviembre en Marruecos. 

«Este movimiento para mejorar la integración redundará en una mejora de los países de origen de las crisis migratorias»

P.: ¿Las crisis migratorias están complicando mucho estos acuerdos?

R.: Las crisis migratorias son consecuencia de algo y se está trabajando en el origen de esas crisis que requieren que la integración sea mayor y que redunde en una mejora de la situación social y económica de los países de origen de esa emigración. Creo que todo este movimiento del que estamos hablando que redunda en una mayor integración, tiene efectos beneficiosos que deberán redundar en una reducción de los movimientos migratorios o en todo caso en evitar que esas migraciones se produzcan por cauces que no son los legalmente establecidos entre la Unión Europea y los países origen de la migración.