Las carreteras locales más saturadas de la provincia agravan su congestión

Aumenta el tráfico en casi todas las vías gestionadas por la Generalitat con una mayor circulación tras la caída que supuso la pandemia - Los accesos a Torrevieja y Dénia vuelven a ser los puntos más conflictivos, con más de 30.000 vehículos diarios

Tráfico en la CV-905 en las proximidades de Torrevieja.

Tráfico en la CV-905 en las proximidades de Torrevieja. / Tony Sevilla

Las carreteras locales de la provincia de Alicante que presentan una mayor densidad de tráfico han agravado aún más su congestión, según reflejan los datos de intensidad media diaria en 2022 que acaba de dar a conocer la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad. El estudio muestra cómo el año pasado se produjo un incremento generalizado de la circulación en las vías gestionadas por la Generalitat en la demarcación alicantina, y que en algunas llegaron a registrarse cifras especialmente altas. Hubo algunas excepciones puntuales, pero la tendencia clara fue al alza en el conjunto de la red.

La carretera de titularidad autonómica más saturada en la provincia de Alicante es la CV-725, que comunica la AP-7 con Dénia y que constituye el principal acceso a la capital de la Marina Alta. Cada día del año pasado transitaron 32.764 vehículos por el tramo más próximo a la ciudad, casi un 3% más que en 2021. Pero además, la intensidad fue de 27.027 vehículos en la parte inicial de la carretera, que cuenta con un único carril por sentido; también creció casi un 4% en un año. En el otro extremo de la demarcación se dio una situación análoga, con los 30.586 vehículos diarios de la CV-905 en Torrevieja, nada menos que un 12,3% más que en 2021. Otro tramo de esta vía, desdoblada en su integridad, también soportó 26.112 vehículos.

La CV-905 guarda un gran paralelismo con la CV-725, al ser el principal acceso a un núcleo urbano costero desde la vía de gran capacidad más próxima, pero con el añadido de que Torrevieja tiene el doble de población que Dénia. También es bastante parecida la situación en la CV-70 entre La Nucia y Benidorm, por donde discurrieron el año pasado 27.363 vehículos de media cada día. En este caso no se trata de la principal vía de entrada a la capital turística de la Marina Baixa, pero sí de un entorno de gran densidad de población, en el que el riesgo de congestión es constante y hay además una especial obligación de conducir con precaución.

Atascos en la CV-70 entre Benidorm y La Nucia con motivo de unas obras, en una imagen de archivo.

Atascos en la CV-70 entre Benidorm y La Nucia con motivo de unas obras, en una imagen de archivo. / DAVID REVENGA

La llegada a Santa Pola desde Elche por la CV-865 ofrece cifras algo más bajas pero igualmente altas, con una intensidad media diaria de 20.297, un 2,7% más que el año anterior. Una vez más, se trata de una vía para llegar a una localidad costera, en este caso para comunicarla con su capital de comarca. Hay una quinta carretera con un tráfico superior a 20.000 usuarios diarios, la CV-821, que fuera ronda urbana de San Vicente del Raspeig a Sant Joan d'Alacant y que tras la cesión de varios tramos a los ayuntamientos comienza su recorrido junto a Villafranqueza. Supone, sin embargo, una de las escasas excepciones, ya que perdió un 9,5% de tráfico en 2022, quedándose en 21.713 vehículos al día.

No obstante, son pocas las vías principales donde bajó la circulación el año pasado. En términos generales se observa un aumento de la movilidad, en consonancia con la eliminación de todas las restricciones derivadas de la pandemia. Son bastantes las carreteras que sobrepasaron los 10.000 vehículos diarios, la mayoría de ellas con un solo carril por sentido, como la CV-91 de Orihuela a Guardamar, los accesos a Xàbia y l'Alfàs del Pi por la CV-734 y la CV-763, el tramo inicial de la CV-800 en Mutxamel o la conexión de Orihuela con la A-7, entre otras. En todas ellas es previsible que la alta densidad obligue a tomar medidas en un futuro.