El Corredor Mediterráneo sigue sin todos los trenes previos a la pandemia tres años después

El Corredor Mediterráneo todavía no ha recuperado todos los trenes que circulaban antes de la pandemia de coronavirus, tres años después de desatarse la crisis sanitaria. La mayoría de los servicios se fueron restableciendo de manera progresiva, y a principios de 2021 Alicante ya volvía a tener cuatro frecuencias diarias por sentido con Barcelona a través del Euromed. Sin embargo, con los Intercity no ha pasado lo mismo. Si hasta marzo de 2020 había también cuatro conexiones de este tipo por sentido cada jornada, en estos momentos continúan siendo dos, y una tercera una vez a la semana.

La situación parece haberse estancado sine die, a la vista del tiempo transcurrido. Los Intercity son los trenes que anteriormente recibían la denominación comercial de Talgo; de hecho, se prestan con este tipo de material. A diferencia de los Euromed, paran en más estaciones aparte de en las capitales de provincia, como Villena, Elda, Elche y Orihuela. Todas ellas, además, reciben muchos usuarios de las poblaciones de su entorno, al igual que la de Xàtiva, a la que también acuden pasajeros de comarcas del norte de la demarcación alicantina.

El Corredor Mediterráneo cambiará al ancho de vía internacional a mitad de año

Hasta marzo de 2020, uno de estos trenes salía de Murcia a primera hora de la mañana y llegaba a Barcelona a las 13.40, parando en Alicante y en las demás estaciones indicadas. También circulaba otro Intercity vespertino, con salida desde Alicante y cuya llegada a la capital catalana se producía ya a medianoche. En sentido inverso había un tren Barcelona-Alicante que salía a las 11.00 de la Ciudad Condal, y otro que partía a las 17.00 y que, tras recorrer toda la provincia alicantina, llegaba a Murcia al filo de las 0.00 horas. Este último ahora solo circula los viernes, aunque finaliza en Alicante, y su inverso, el que llega a medianoche a Barcelona, los domingos; los otros Intercity Barcelona-Alicante y Alicante-Barcelona no existen.

Este recorte perjudica de manera más notable a las estaciones intermedias, no solo por haberse quedado solo con dos servicios más el de refuerzo del fin de semana, sino también por las franjas horarias afectadas. Desde Elda y Villena ya no hay opción de viajar a Barcelona de manera directa antes de media mañana, ni por lo tanto es posible estar en la capital catalana antes de la hora de comer. A la vuelta, tampoco se puede salir más tarde de las 15.00 horas, salvo los viernes. La ausencia del servicio vespertino más allá de los domingos supone igualmente un contratiempo, como también la imposibilidad de ir por la mañana desde la Ciudad Condal a las citadas estaciones.

También hay ahora menos servicios entre València y Barcelona que antes de la pandemia, aunque en este caso la reducción afecta a los Euromed. Si hasta marzo de 2020 eran, en líneas generales, ocho por sentido en días laborables, ahora son cinco. La oferta entre estas dos ciudades se completa con dos Intercity, más los dos que proceden de Alicante.

El problema de la lentitud

A la reducción de los servicios se suma la duración del trayecto, una media hora más que en 2020. Se trata de un problema casi endémico del Corredor Mediterráneo, pero que en estos momentos se agrava por las obras que se realizan en el tramo entre La Encina y Xàtiva, donde ya se trabaja para transformar a ancho internacional el trazado abierto en la década de 1990 y desviar temporalmente el tráfico por el antiguo, que ha sido renovado. Esto implica tener una sola vía operativa, que se suma al trazado en vía única existente entre Alicante y La Encina, con las limitaciones que ello comporta.

Es una situación transitoria, pero hoy por hoy un viaje en tren de Alicante a València dura dos horas, tanto en Euromed como en Intercity, es decir, al margen de que haya o no paradas intermedias. Como ya publicó este periódico hace algún tiempo, eso supone que trenes que sobrepasan los 250 kilómetros por hora en otras partes del recorrido hasta Barcelona circulen aquí a una media de 90. Asimismo, el trayecto a la capital catalana se alarga a prácticamente cinco horas en Euromed, y a seis en los Intercity, que además de hacer más paradas circulan por vía convencional entre Tarragona y la Ciudad Condal y no por la de alta velocidad. Aunque sea algo temporal, esta duración supone un contratiempo a la hora de viajar en tren.

Trenes de media distancia al 80%

Tampoco la oferta de trenes de media distancia, que se prestan como Obligación de Servicio Público, ha vuelto a ser por ahora la misma que había antes del 13 de marzo de 2020, como ya ha venido publicando este periódico. Desde hace ya más de dos años se ha estancado en un 75-80% de la que había previamente a desatarse la crisis sanitaria. Ahora bien, dado que el servicio ya era limitado, el impacto de la reducción es bastante mayor.

El trayecto Alicante-Villena cuenta con ocho servicios diarios por sentido, de los diez existentes hasta marzo de 2020. En esta línea, las estaciones más afectadas son las de Novelda y Sax, dado que no todos los trenes tienen parada en ellas, como los Media Distancia que comunican la provincia con Albacete y Ciudad Real y algunos de los que llegan hasta València. En Villena y Elda el impacto de esta reducción es algo menor, pero se viene exigiendo con insistencia que se restablezcan las frecuencias perdidas.

Por su parte, la línea de València a Alcoy permanece con tres de los cuatro trenes diarios por sentido que tenía antes de la pandemia, que los sábados se reducen a solo dos. Es imposible viajar de la capital de l'Alcoià hacia el Cap i Casal después de las 15.18 horas, y justo cuando este tren llega a su destino parte el último de regreso, lo que merma notablemente las opciones de movilidad. La demanda ciudadana en las comarcas de l'Alcoià y El Comtat para que se vuelvan los horarios previos a marzo de 2020 no ha tenido por ahora efecto.