Los hoteles para adultos aumentan en la provincia para captar al turista sin hijos y ya superan el 5%

Los alojamientos "only adults" se multiplican en los últimos años tratando de atraer a un público al alza y con un gasto medio superior al de las familias. Los expertos advierten de que prohibir la entrada a menores es discriminatorio

Una pareja de turistas pasea por Benidorm.

Una pareja de turistas pasea por Benidorm. / David Revenga

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

El sector turístico, uno de los principales motores económicos en la provincia, es también uno de los que más se adaptan a las tendencias del mercado. Entre sus últimos objetivos se encuentran los «Dinks» o «turistas con dos sueldos sin hijos», por sus siglas en inglés. Este perfil de viajeros cuenta con mayor libertad económica durante sus vacaciones y, en muchas ocasiones, puede permitirse realizar varias escapadas al año, algo que no sucede habitualmente con las familias, por lo que su gasto medio también supera al de las parejas con hijos.

Se trata de un estilo de viaje que se incrementó en un 14% después de la pandemia del covid y que en el 2021 llegó a representar el 65% de las reservas, según datos de Hosteltur. En el ámbito europeo, España se ha ido posicionando como uno de los países de la Unión Europea con mayor oferta de hoteles exclusivos para adultos, seguido de Grecia y Alemania. Unas cifras que, una vez superada la pandemia, se han mantenido al alza en el sector. La importancia de este tipo de clientes se traduce en un aumento considerable de los hoteles especialmente enfocados a los adultos que, desde su aparición en el año 2007, han crecido rápidamente ganando terreno a otro tipo de establecimientos especializados. 

Pablo Díaz Luque, profesor de Economía en la Universitat Oberta de Catalunya que ha publicado numerosos análisis sobre turismo y consumo en el sector, fija dos franjas de edad como las que más demandan este tipo de servicios: los mayores de 45 -que buscan unas vacaciones para «descansar» del ajetreo familiar- y las parejas jóvenes sin hijos, que valoran experiencias de bienestar, SPA, restauración gourmet u otros servicios que no son habituales en el turismo familiar.

Díaz Luque señala además que se trata de una idea «importada» de los grandes complejos turísticos del Caribe, que ofertaban una especie de «luna de miel» para parejas provenientes de los Estados Unidos que buscaban unas semanas sin niños.

En el caso de la provincia, según fuentes del sector, el volumen de estos alojamientos se ha incrementado especialmente a partir del año 2018, llegando a suponer en estos momentos en torno al 5% del total de hoteles de la provincia. Un aumento que no se ha conseguido solo a base de nuevas aperturas, sino con el cambio de enfoque de algunos alojamientos ya consolidados.

Carlos Ansoleaga, director en funciones del hotel Don Pancho de Benidorm, explica que su establecimiento realizó la reorientación en el año 2019 pero que, hasta esa fecha, «éramos un hotel tradicional». En cuanto a los motivos para el cambio, el responsable del alojamiento destaca que este tipo de público es «una tendencia a tener muy en cuenta» puesto que «a las familias les cuesta mucho organizar las vacaciones».

Además, Ansoleaga mantiene que en Benidorm existe «un amplio mercado de turismo LGTBI» que, en muchas ocasiones, «prefiere un ambiente adulto, más relajado y distendido».

Prohibido prohibir

Sin embargo, aunque muchos de los negocios enfocados a este público objetivo cuelgan el cartel de «Only adults», en realidad, los expertos señalan que no está prohibido acceder con niños. La negativa a acceder con menores a los establecimientos hoteleros es una restricción que, según la normativa autonómica de la Generalitat, supone una discriminación por razón de edad. Eso sí, los establecimientos han buscado fórmulas para evitar la presencia.

En el año 2022, la reclamación de Facua - Consumidores en Acción contra uno de los hoteles para adultos más conocidos de la provincia motivó una inspección de la Dirección General de Turismo en en la que se comprobó que el alojamiento no restringía la entrada a menores. No obstante, este se vio obligado a retirar su publicidad, en la que se promocionaba como un espacio «sólo para adultos» e impedía realizar reservas a huéspedes mayores de 16 años.

Para el secretario general de Facua, Rubén Sánchez, la prohibición de acceder con menores a los establecimientos hoteleros «es una modificación del derecho de admisión que no está justificada, ya que contempla una discriminación». Sánchez considera que, al denegar el acceso a los niños, «se está dando por hecho que los menores que vayan a acudir al hotel son molestos» y señala que «son las administraciones las que tienen que fijar qué limitaciones se permiten en el derecho de admisión y cuáles no».

En cuanto a la legalidad de la práctica, el docente de los estudios de Derecho y Ciencia Política en la universidad catalana Jorge Fernández coincide con el secretario general de Facua en que esta prohibición no tiene cabida en la legislación española ni en la de la Comunidad Valenciana, ya que supondría una clara discriminación para el colectivo de los menores de edad. 

En este sentido, Fernández señala que, para no incurrir en la ilegalidad, «la práctica habitual no es denegar, sino disuadir a las familias con hijos menores de reservar o contratar alojamientos en dichos hoteles sin que conste una expresa prohibición de acceso a los mismos».

El artículo 5 del Decreto 10/2021, de 22 de enero, del Consell, de aprobación del Reglamento regulador del alojamiento turístico en la Comunidad Valenciana, establece que los alojamientos turísticos no pueden discriminar «por razón de sexo, nacionalidad, origen racial o étnico, edad, orientación sexual, identidad y expresión de género, grupo familiar, desarrollo sexual, diversidad funcional o discapacidad, religión o creencias, ideas políticas, pobreza, lengua, cultura, enfermedad, estética, cuerpo o cualquier otra condición o circunstancia personal o social», aunque la Ley de Turismo nacional no menciona específicamente la edad entre los motivos discriminatorios.

Por ello, la decisión del famoso alojamiento de Benimantell rápidamente fue adoptada por la gran mayoría de hoteles para adultos de la provincia, los cuales, si bien no niegan expresamente el acceso de los menores, tratan de convencer a los clientes para que no acudan a las instalaciones si viajan en compañía de menores.

El responsable de comunicación de los hoteles Servigroup, Alejandro Benito, explica que, aunque la suya es una cadena de turismo familiar, algunos establecimientos «sí los dirigimos a un público adulto porque no hay menús infantiles, animación u otras actividades que podrían considerarse para niños», sin embargo, mantiene que «la entrada de niños no está prohibida, simplemente es que no contamos con servicios para ellos».

Los hoteles de este tipo advierten de que no tienen servicios pensados para niños.

Los hoteles de este tipo advierten de que no tienen servicios pensados para niños. / PEP MORELL

Benito considera que este cambio de tendencia en algunos establecimientos hoteleros se viene dando en la última década, aunque afirma que «todos los tipos de clientes conviven de una manera muy natural porque tienen necesidades diferentes en cuanto a fechas u otras cuestiones».

Además, resta importancia a la polémica y señala que «es el propio público el que termina decidiendo qué hoteles son familiares y cuáles no», ya que «aunque hace veinte años no existía eso de ‘only adults’ a algunos hoteles nunca venía gente con niños, sin que estuviese publicitado ni nosotros lo advirtiésemos, simplemente escogían otras opciones con servicios más adaptados a sus necesidades».