El Prendimiento, la hermandad de barrio de Alicante en busca de relevo generacional

Los cofrades del barrio del Pla cuentan con suficientes costaleros pero necesitan más nazarenos y damas de mantilla | Su procesión sale desde el Marq en el Lunes Santo

Las costaleras de la hermandad, durante un ensayo.

Las costaleras de la hermandad, durante un ensayo. / INFORMACIÓN

Alberto Losa

Alberto Losa

La hermandad del Prendimiento y Nuestra Señora del Consuelo será la primera que salga de su sede canónica en la tarde del Lunes Santo. Una hermandad única, que nació del antiguo Hospital Provincial y que, de hecho, hoy en día sigue realizando su salida desde ese edificio, que es en la actualidad el Museo Arqueológico Provincial de Alicante (Marq).

A diferencia de otras hermandades, no cuenta con el respaldo de colegios o grandes monasterios, sino solo con el apoyo de los propios vecinos del barrio del Pla: "El hecho de sacar la procesión a la calle para nosotros es un orgullo y una satisfacción. Somos gente del barrio, no tenemos el respaldo de ningún colegio", subraya José Miguel Ivorra, hermano mayor del Prendimiento.

La falta de un colegio como apoyo es también lo que provoca su mayor necesidad, la de un relevo generacional. La hermandad nació en 1996 y muchos de los fundadores empiezan a no poder hacerse cargo del paso: "La hermandad nació del antiguo Hospital Provincial. Nos vamos haciendo todos mayores y poder sacar la procesión nos cuesta mucho trabajo, la verdad. Quien no tiene las piernas malas, tiene la espalda", apunta Ivorra. Su mayor necesidad, incide, es la del relevo: "De los fundadores ya quedamos pocos, algunos han fallecido. Ahora parece que hay algo, pero faltan nazarenos y damas de mantilla. En cuanto a los costaleros, funcionamos, si falla un hombro siempre buscamos a alguien y, aunque estamos justitos, estamos".

Virgen del Consuelo

Para los costaleros, la virgen es lo principal: "La virgen del Consuelo para nosotros es la jefa. Yo soy mariano más que otra cosa, y en ese sentido se hace todo por las imágenes. Aunque las tenemos al culto en la capilla del Hospital de Sant Joan, a veces te encuentras alguna escena en la que ves a una señora mayor en una silla a la que ayudan a levantarse cuando pasa la virgen eso te llega al corazón y te hace seguir adelante", explica el hermano mayor.

En cuanto a las novedades, este año el paso se mantiene con lo que traía del pasado año: "Nos mantenemos con lo que teníamos. Nos ha pillado también fuera de juego, como el año pasado, que en dos o tres meses pasamos de cero a cien. Sí se han hecho vestidos para la virgen y túnica para el cristo para estar en capilla, en el interior, no para la procesión", explica el cofrade.

Entre los aspectos de mayor interés de la procesión se encuentra el detalle de que tanto el Cristo del Prendimiento como Nuestra Señora del Consuelo lucen la medalla de Mayordomo de Honor otorgada por la cofradía California de Cartagena: "Estamos hermanados con los californios de Cartagena junto a toda la agrupación", apunta Ivorra, quien añade que el fajín que lleva la imagen de San Juan en el Lavatorio también lleva un detalle donado por los californios, el bordado del águila.

Su salida es, también, diferente a la de la mayoría de hermandades y cofradías, al hacerlo desde los jardines del edificio en el que se ubica el Marq en lugar de ser llevada a cabo desde un monasterio: "La salida del museo, tanto cuando sale el Prendimiento como cuando sale la Virgen del Consuelo, te llena. La forma en la que salen es para verla", considera el hermano mayor. Un paso que, apunta, emociona a los vecinos del barrio: "Cuando salen tanto el Prendimiento como la Virgen del Consuelo se ven bastantes caras llorando, no solo entre los que hacemos la procesión sino fuera de ella".