Homenaje a los exiliados republicanos del Stanbrook en el Puerto de Alicante entre ruido de obras y banderas tricolor

La historia se ha personado en el Puerto de Alicante. En esta mañana de sábado ha tenido lugar la ofrenda de flores anual en recuerdo de los exiliados republicanos que al final de la guerra zarparon en el buque Stanbrook desde la dársena de una ciudad que ya estaba vencida a las tropas franquistas. Este acto, que ha congregado a unas 50 personas, se ha realizado entre el ruido de las obras, que se están realizando en la zona portuaria y que por cierto ha impedido la clara sonoridad de los interlocutores.

Las vallas amarillas y las banderas tricolor han jalonado así un acto en el que ha participado la consellera de Innovación y candidata a las Cortes del PSPV por Alicante, Josefina Bueno, la secretaria autonómica de Cooperación y Calidad Democrática, Toñi Serna, o el presidente del Puerto, Julián López Milla. En cambio no ha asistido ninguno de los integrantes del bipartito integrado por PP y Cs.

Esta evocación de la memoria histórica ha comenzado sobre las 12 de la mañana frente al busto del capitán Archivald Dickson, ataviado con ornamentas republicanas. El coordinador de la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica ha arrancado la ceremonia cronificando lo sucedido en ese mismo puerto y engrandeciendo la importancia de Alicante en la Guerra Civil. A su vez, ha reivindicado "la construcción de una paloma de mármol como sinónimo de libertad" en la plaza de Francisco Tomás y Valiente.

El micrófono, a no muchos decibelios, lo ha tomado después Julián López, presidente de la Autoridad Portuaria, quien ha catalogado el Puerto de Alicante como "ubicación perfecta" para la celebración de esta ofrenda floral. También se ha mantenido firme en la importancia de recordar unos hechos "que son tristes pero que hay que mantener en la memoria".

La siguiente intervención ha sido del director general de Calidad Democrática, Responsabilidad Social y Fomento del Autogobierno, el eldense Iñaki Pérez, quien, con unas flores de color rojo, amarillo y violeta en la mano, ha alegado la importancia de mantener presente "un pasado traumático pero de lucha por las libertades y por la democracia".

Por su parte, Toñi Serna ha admitido que "trabajar en memoria y en calidad democrática no es nada fácil". A pesar de ello, ha instado a seguir trabajando en ese ámbito y ha recordado a su abuelo, quien se subió al Stanbrook en su exilio a Orán.

Alicante como un símbolo

Por su parte, Josefina Bueno ha apelado a "que el olvido no se lo lleve todo". La consellera ha catalogado la ciudad de Alicante como "un símbolo de la represión fascista y totalitarista" y ha aprovechado para cargar contra pensamientos racistas y xenófobos "porque en su día ellos fueron los que nos acogieron en el exilio".

El acto ha durado una media hora y ha finalizado con el lanzamiento de las flores con los colores de la bandera republicana al mar. Además, antes de marcharse, el coordinador de la comisión ha honrando a todas las personas que tuvieron que huir "por prácticas incívicas" y ha recordado los homenajes preparados para la jornada del domingo 26 de marzo.

Ese día hay convocada una concentración junto a la parcela 12 del Cementerio de Alicante donde se encuentran las fosas comunes de los republicanos fusilados por el franquismo entre los años 1939 y1945. Ese evento tendrá lugar a las 11 de la mañana y contará con la participación de la Asociación de Familiares Represaliados por el Franquismo del Cementerio de Alicante, que actualmente trabaja en la exhumación de las fosas para conseguir rescatar los restos de varios combatientes del bando republicano en la Guerra Civil.

A su vez, ese mismo día por la tarde, en torno a las 18:30, se realizará también una ofrenda floral ante el memorial erigido en recuerdo del poeta Miguel Hernández en la antigua cárcel de Alicante, hoy convertida en los juzgados.