¿Cuántos alicantinos padecen hígado graso?

Uno de cada cuatro ciudadanos de la provincia padece una patología hepática que puede derivar en cirrosis y cáncer a consecuencia del exceso de peso. Doble cribado en la provincia para detectar esta enfermedad

Cribado de hígado graso, antesala de la cirrosis y otros problemas, con un nuevo aparato en el Hospital de Alicante

Cribado de hígado graso, antesala de la cirrosis y otros problemas, con un nuevo aparato en el Hospital de Alicante / Pilar Cortés

J. Hernández

J. Hernández

Uno de cada cuatro alicantinos sufre hígado graso principalmente a causa de la obesidad. Una enfermedad de momento sin cura que puede desembocar en cirrosis y cáncer y que antes se asociaba con el consumo de alcohol pero que cada vez tiene una mayor relación con el exceso de peso por consumo de alimentos ultraprocesados, grasas y azúcares, sobre todo bollería industrial y edulcorantes que se utilizan en la industria alimentaria como el jarabe de fructosa.

La pandemia ha impactado negativamente en los hábitos saludables. Una de las complicaciones de una vida más sedentaria es la obesidad y el síndrome metabólico, que conllevan problemas de diabetes y el depósito de grasa en el cuerpo y fundamentalmente en el hígado.

Para predecir el riesgo de enfermedad hepática avanzada, que en algunos pacientes tiene como consecuencia final el trasplante hepático, el Hospital Doctor Balmis de Alicante trabaja en una herramienta de diagnóstico precoz que consiste en un doble cribado de pacientes con una analítica y una prueba de imagen en aplicación de un protocolo con Atención Primaria para generar los circuitos asistenciales que permitan garantizar y facilitar al máximo la implementación de esta estrategia diagnóstica, en la que tendrá un papel destacado el médico de Familia. 

Los médicos de Familia participarán activamente en esta herramienta pionera en la provincia

Este asunto se abordó en la XXXIII Jornada de actualización clínica y de laboratorio de la Asociación Valenciana del Laboratorio Clínico (AVELAC), coordinada por el Servicio de Análisis Clínicos del hospital alicantino. Un encuentro dirigido a personal facultativo especialista en Análisis Clínicos y Bioquímica de toda la Comunidad Valenciana que analizaron las distintas estrategias novedosas de laboratorio.

Precisamente el Hospital Doctor Balmis, que trata a un número muy elevado de pacientes con patología hepática, es pionero en la provincia en el citado sistema de cribado, impulsado por el servicio de Análisis Clínicos en colaboración con Digestivo y Atención Primaria. Está entre los primeros hospitales de la Comunidad en instaurar este programa de derivación de pacientes.

Actualmente se está diseñando el programa informático para que los médicos de Familia puedan solicitar las pruebas a través del sistema Abucasis y se facilite la determinación analítica de un índice de riesgo de hígado graso y fibrosis.

"En los últimos estudios epidemiológicos existe una prevalencia de hígado graso del 25%. Además, el incremento de la tasa de obesidad infantil en las últimas décadas en nuestro país aumentará la frecuencia de hígado graso en adultos en los próximos años. Según las estadísticas, cuatro de cada diez niños sufren sobrepeso y cuando pasen a adultos tienen probabilidad de desarrollar esta enfermedad. El 10% de los pacientes que lo padecen desarrollan una inflamación hepática y van a tener a lo largo de su vida problemas graves de salud relacionados con enfermedades de este órgano", explica Pablo Bellot, adjunto de la Unidad Hepática del Servicio de Digestivo del centro hospitalario, que diseña el doble cribado junto a Rocío Alfayate, jefa de Servicio de Análisis Clínicos y a María José Ferri, adjunta de laboratorio.

"En los últimos estudios vemos una prevalencia de hígado graso del 25%. Cuatro de cada diez niños sufren sobrepeso y cuando pasen a adultos tienen atisbo de desarrollarlo. El 10% de pacientes que lo padecen desarrollan problemas graves de salud"

Pablo Bellot

— Adjunto de la Unidad Hepática del Servicio de Digestivo del Hospital de Alicante

Los pacientes con diabetes y obesidad son población de riesgo en esta patología que no da ningún síntoma. "Muchas veces diagnosticamos a los pacientes cuando la enfermedad ya está muy avanzada y no podemos hacer estrategias terapéuticas y preventivas del daño hepático. Las sociedades científicas recomiendan hacer un cribado o screening en población de riesgo para identificar pacientes con hígado graso y aquellos que tienen más probabilidad de desarrollar problemas graves porque al ser una enfermedad silente no da la cara hasta que el afectado está en una situación irreversible".

El Laboratorio de Análisis Clínicos del hospital alicantino

El Laboratorio de Análisis Clínicos del hospital alicantino

En los casos de hígado graso se produce inflamación y daños en las células de este órgano, lo que puede causar fibrosis y, con el tiempo, una cirrosis hepática y/o cáncer de hígado. La fibrosis hepática supone un estadio intermedio de la enfermedad, que habitualmente retrocede con la dieta, ejercicio y la pérdida de pesoA día de hoy no existen fármacos que curen o mejoren de forma considerable la fibrosis pese a que se lleva investigando más de dos décadas. La base del tratamiento son los cambios en el estilo de vida pero a veces es complicado aunque no haya que seguir un tratamiento farmacológico ni gastar mucho dinero. Solo un 10% de los pacientes con hígado graso consiguen perder peso y mantener la pérdida en el tiempo. 

Los médicos realizan un seguimiento porque los pacientes con fibrosis avanzada tienen riesgo de descompensarse y de sufrir una cirrosis o un cáncer de hígado. Se controlan en las consultas, con analítica y ecografía cada seis meses para tratar a tiempo esas complicaciones porque el paso final en algunos pacientes es el trasplante hepático.

La enfermedad hepática metabólica o hígado graso es ya la primera causa de trasplante de hígado en EE UU, un país que tiene un enorme problema de obesidad infantil, que en España se está ya viviendo. "Cada vez vemos más problemas de obesidad infantil y esta es una enfermedad que evoluciona muy lentamente. Desde que uno se hace obeso hasta que pueda desarrollar una cirrosis pueden pasar 20 ó 30 años. Si se presenta obesidad a los 5 años pueden aparecer complicaciones graves como la cirrosis a los 30 ó 40 años; lo que nos genera una inquietud enorme por el aumento de la obesidad infantil en las últimas dos décadas".

Protocolo

El objetivo de esta estrategia es "elaborar un protocolo para pacientes con riesgo de enfermedad hepática grave, fundamentalmente personas con diabetes y obesidad, a través de una estrategia de cribado que consiste en la realización de una analítica y ecografía. Si estas pruebas descartan esta enfermedad se hará una nueva evaluación a los dos años y se indicarán medidas de cambio en el estilo de vida, con los 10.000 pasos diarios que recomienda la Organización Mundial de la Salud como mínimo, ejercicio y dieta cardiosaludable", señala la doctora Rocío Alfayate.

Actualmente, ante una sospecha en base a la analítica sobre todo del nivel de transaminasas, el médico de Primaria deriva al paciente al hospital pero con el sistema que se está perfilando se pretende que sea este profesional el que inicie el cribado, lo que agilizará el circuito.

"Nos adelantamos y ya desde Primaria intentamos identificar el paciente que tiene riesgo para poder derivarlo facilitando al médico de Familia, que también tiene mucha carga asistencial, las herramientas para poder hacer un cribado"

Rocío Alfayate y María José Ferri

— Jefa de Servicio de Análisis Clínicos del Hospital de Alicante y adjunta de laboratorio

"Con ello, podremos adelantarnos para que desde Primaria se identifique al paciente que tiene riesgo y, en este caso, derivarlo al hospital, facilitando a los profesionales de Familia, que también tienen mucha carga asistencial, las herramientas para poder hacer un cribado”, explica la doctora María José Ferri. Para ello se facilitará a los especialistas en Medicina de Familia el resultado de determinadas fórmulas que combinan parámetros como el índice de masa corporal, que es el peso y la altura; las transaminasas, las plaquetas, la albúmina, la edad y si el paciente es diabético con el objetivo de establecer el riesgo de fibrosis o enfermedad hepática avanzada que tiene un determinado paciente.

Cribado de hígado en el Hospital de Alicante con la prueba denominada elastografía

Cribado de hígado en el Hospital de Alicante con la prueba denominada elastografía / PILAR CORTES

El facultativo estudiará, en base a esos índices, el riesgo de fibrosis hepática, antesala de complicaciones graves, que tiene el enfermo. El cribado se completa con una prueba denominada elastografía o FibroScan, una tecnología para toma de imágenes médicas de ultrasonido especial que mide la rigidez y dureza del hígado y los cambios grasos.

El Hospital Dr. Balmis cuenta con la tecnología que permite realizar esta prueba no invasiva, la cual consiste en una técnica de ultrasonidos indolora, a la que se somete el paciente en ayunas y que dura unos diez minutos. 

"Emitimos una onda de vibración que atraviesa el hígado y medimos su velocidad. En los hígados que están fibróticos, muy duros, la velocidad de la onda es mayor, y en el sano, al ser más blando y menos rígido, su velocidad es menor. Con esto podemos hacer una estimación bastante precisa del grado de fibrosis e incluso un diagnóstico de cirrosis", explican los especialistas.

Esta estrategia conjunta busca facilitar el cribaje a los médicos de Familia y que puedan pedir la analítica y la elastografía a los pacientes de riesgo: si el valor de las dos pruebas es alto, el paciente deberá ser derivado a atención especializada.

Los beneficios que espera conseguir el área de Salud de Alicante con esta estrategia son la detección precoz, agilizar el proceso, recortar tiempos y detectar casos que se escapan.