Mater Desolata, la hermandad activa en el barrio de Carolinas

Desde Carolinas al centro de la ciudad en más de cuatro horas de procesión. La Hermandad Penitencial Mater Desolata parte en la tarde del Viernes Santo en uno de los recorridos más largos de toda la Semana Santa alicantina. Su base reside en el barrio, desde donde comienza la procesión y realiza un recorrido por Tomás López Torregrosa, uno de los puntos de mayor interés.

"El 90% de los miembros de la hermandad somos gente de aquí, del barrio. Aparte de compartir unos valores cristianos, es una forma de hacer encuentro en el barrio, y un signo de devoción y religiosidad", explica José María Roselló, el hermano mayor de la hermandad de Carolinas.

Nuevo recorrido

Las obras en el entorno de la calle Sevilla han obligado a modificar el recorrido de la procesión, que sin embargo mantendrá su esencia en el barrio, donde cuenta con uno de los momentos más importantes: "Este año tenemos que cambiar el itinerario por las obras en las calles Valencia, Sevilla y el entorno de la Tabacalera. Pensamos que uno de los puntos importantes, además de la salida de la parroquia, puede ser el paso por [el barrio de] San Antón", considera Roselló. El motivo, explica, es que se trata de calles más estrechas y en las que hay un mayor recogimiento.

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Desde el paso por el barrio, por calles singulares de Carolinas Bajas y Carolinas Altas como Garbinet o Jaime Segarra, la procesión se dirige por la Cuesta de la Fábrica hacia el centro, antes de pasar por la Parroquia de la Misericordia en el barrio de San Antón.

La procesión toma la Rambla cerca de las 21.30 horas de la noche, más de tres horas después del inicio de la procesión, hasta realizar su estación de penitencia en la Concatedral de San Nicolás: "Entramos a San Nicolás para la estación de penitencia y terminamos allí. El entorno de la Concatedral es uno de los puntos de la procesión", apunta Roselló sobre un paso que termina su recorrido cerca de las 22.30 horas de la noche.

Mismas imágenes

Este año, la hermandad esperaba poder estrenar la cartela frontal del paso del Cristo, realizada por José María Leal Bernáldez, aunque finalmente no se va a llevar a cabo: "Teníamos pensado estrenar una novedad, pero el año pasado ya estrenamos", explica el hermano mayor de Mater Desolata, quien subraya que ya antes de la pandemia se estrenó la imagen del Santísimo Cristo de la Expiración y del Espíritu Santo, una obra del propio imaginero Leal Bernáldez. Las imágenes, apunta Roselló, representan lo mismo en todas las hermandades y cofradías: "Al final todas representan lo mismo, es el mismo Jesús y la misma Virgen".

La hermandad está formada por cerca de 300 personas, de los cuales 85 son los costaleros que llevan a cabo las más de cuatro horas de recorrido: "Nos gustaría tener muchos más porque solo tenemos un relevo. El problema que tenemos nosotros también es que el recorrido es uno de los más largos y salimos el Viernes Santo, que siempre es fiesta", explica Roselló en referencia a la dificultad para encontrar costaleros.

La hermandad no trabaja solo durante la propia Semana Santa, sino que lleva a cabo actos a lo largo del año: "Todos los meses tenemos alguno. En diciembre tenemos el ensayo solidario; en febrero tuvimos un Vía Crucis en Fontcalent; en Navidades también participamos en el Concurso de Belenistas. Al final, estamos todo el año, salvo quizá en julio y agosto, porque si paramos, se para la hermandad. Lo que no se idea y se piensa siete meses antes luego es difícil hacerlo", subraya Roselló, quien remarca que Mater Desolata es "una hermandad de barrio".