Solo hay un 22% de mujeres en inteligencia artificial

El 70% de los empleos en 2050 estarán relacionados con las STEM, áreas vinculadas a las ciencias, ingenierías y tecnologías, en una sociedad dependiente de la inteligencia artificial y con el internet como uno de sus exponentes más generalizados.

Pero apenas hay un 22% de mujeres profesionales vinculadas a la inteligencia artificial, y cuatro de ellas hicieron ver este jueves en la Universidad de Alicante a medio millar de alumnos de toda la provincia que su trabajo es divertido.

Talento

Arquitectura de ensueño que mejora estancias y convierte patios de patios de luces en escenarios de película; nanomateriales que dan una vuelta de tuerca a la Ingeniería Química en contaminación de aguas o del aire y reciclajes novedosos a partir de patatas; experimentos con nitrógeno líquido o impresiones en 3D. Así recibió este jueves el campus de Alicante a medio millar de estudiantes de toda la provincia en una jornada dedicada a captar talento femenino para las ingenierías, y que no olvidarán fácilmente por lo divertida que la hicieron tanto las actividades prácticas alrededor de la Plaza de Europa, como los ejemplos de su trabajo que presentaron cuatro prestigiosas profesionales, entre el apenas 22% de mujeres que se dedican a la inteligencia artificial: Susana Soler, Nuria Oliver, Noelia Cases y Ana Giménez.

El programa «Quiero Ser Ingeniera» de la Universidad de Alicante recibió a alumnado de los institutos Jorge Juan y Salesianos de Alicante, San Vicente y María Blasco de San Vicente del Raspeig, La Foia d’Elx , Mediterráneo de Torrevieja, Navarro Santafé de Villena, Luis García Berlanga de Sant Joan d’Alacant, Rafal, Vega Baja de Callosa de Segura, San Pascual de Dolores y Colegio Feyda de Alicante.

Crear

La ingeniera informática y directora del Centro de Competencias Tecnológico de Alicante del Banco Sabadell, Susana Soler, les soprendió para bien con su soltura en el escenario y, micrófono en mano, logró que los estudiantes se implicaran en la aparentemente sesuda charla que iban a recibir. Pero nada más lejos.

Les hizo ver a base de ejemplos cercanos que la ingeniería está en todas partes, que sin ella no hay internet ni móviles ni aplicaciones que valgan, instagram incluido, y que el mundo está en manos de la ingeniería, en el sentido de que es imprescindible porque aporta la seguridad de la conexión en la nube que lleva nuestras gestiones y relaciones.

Empleo del futuro: profesionales independientes unidos en plataformas laborales

Nuria Oliver, ingeniera de telecomunicación y cofundadora y directora de la Fundación ELLIS Alicante, que se atrevió a mostrar sus dotes para el baile clásico en el escenario, y se sumó como la primera a las interpretaciones espontáneas de alumnos que practican baile moderno, también les invitó a emplear el «aburrimiento» para crear.

Les hizo ver que la tecnología está diseñada para ser adictiva y un uso constante, pero que precisamente logró que el móvil mereciera el término smartphone de inteligente detectando cuándo no lo usamos.

Retos

Por la tarde, la ingeniera Oliver se trasladó al Espacio Séneca para seguir disertando entre los periodistas Cristina Martínez y DanielTerol sobre algunos de los retos de la inteligencia artificial, a partir de ejemplos de uso en los que es pionera como en la moda, con el diseño inteligente de ropa que «habla», dirigida a usuarios que no pueden expresarse, siempre buscando la integración de las tecnologías.

Su sueño, como dijo ante los estudiantes, es que el día de mañana buena parte de ellos levanten la mano a la pregunta de quién quiere ser ingeniera, teniendo en cuenta, como apuntó la vicerrectora María Jesús Pastor, que para el año 2050 más del 70% de los empleos estarán relacionados con las áreas Stem de las tecnologías y las ingenierías.

Noelia Cases y Ana Giménez, arquitectas de Trenza Studio, mostraron a su vez la importancia de contar con habilidades «blandas» como trabajar en equipo y la apertura de mente hacia otras disciplinas porque, advirtieron al alumnado, una vez que se acaba la carrera y se empieza a trabajar, no se deja de seguir aprendiendo y hay que «saber venderse» para hacer llegar proyectos que, dijeron, «mejorarán este mundo».