Ocho de cada diez pacientes que se vacunan contra las alergias se curan

La contaminación causa síntomas respiratorios en las grandes ciudades, los ácaros del polvo en zona de playa y el polen en el campo y en zonas semiurbanas

Más de 8 millones de personas en España son alérgicas al polen

Más de 8 millones de personas en España son alérgicas al polen / INFORMACIÓN

J. Hernández

J. Hernández

El 80% de los pacientes que sufren alergia y se administran la vacuna mejoran y curan su enfermedad, evitando tener que tomar medicamento sintomático de forma diaria. De esta forma mejora mucho su calidad de vida, afirma la alergóloga del Hospital de Sant Joan d'Alacant, Mónica Antón, que recalca que "la vacunación es el tratamiento curativo que tenemos en nuestras manos".

Las vacunas contra la alergia son inyecciones regulares que se aplican durante un período, generalmente alrededor de tres a cinco años, para detener o reducir los ataques de alergia. Las vacunas contra la alergia son una modalidad de tratamiento denominada inmunoterapia. También ha llegado ya a España vacunas orales contra el polen de gramíneas.

Los pólenes son la causa de alergia ambiental más importante según la encuesta Alergológica 2015, documento epidemiológico realizado por alergólogos de todo el ámbito nacional. “Es verdad que otros alérgenos ambientales como los ácaros del polvo, los hongos o los epitelios de animales presentan una relevancia muy importante en la alergia respiratoria, y de hecho en nuestra zona, sobre todo en la costa, los ácaros del polvo son causantes de muchas reacciones”, destaca la especialista.

"Los ácaros del polvo, los hongos o los epitelios de animales presentan una relevancia muy importante en la alergia respiratoria, y de hecho en nuestra zona, sobre todo en la costa, los ácaros del polvo son causantes de muchas reacciones”

Mónica Antón

— Alergóloga del Hospital Universitario de Sant Joan

Para poder determinar la intensidad de la primavera de este año en las diferentes zonas geográficas, el Comité de Aerobiología Clínica de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica ha utilizado los datos de temperatura, precipitaciones y humedad suministrados por la Agencia Estatal de Meteorología junto con los datos históricos de pólenes de gramíneas de las diferentes estaciones de su red de captadores, asesorados por el Área de Estadística e Investigación Operativa de la Universidad de Castilla La Mancha.

“Tras el análisis exhaustivo de los datos, se prevé que la primavera en el litoral mediterráneo sea leve, aunque con niveles suficientes como para que los pacientes alérgicos a los pólenes presenten síntomas y consulten a los especialistas en alergología para poder controlarlos", explica la doctora.

Diferencias por zonas

“En cada zona existe una flora propia por el terreno y por las condiciones climáticas; incluso dentro de la provincia existen variaciones, en la zona del departamento de San Juan los pólenes que producen alergia con más frecuencia son el ciprés, las gramíneas, el olivo y la salsola, en menor frecuencia el plátano de sombra y la artemisia”, indica Mónica Antón.

Así, según la zona donde vivan los pacientes, se manifiesta un tipo u otro de alergia. La población que habita en la zona de playa, como San Juan o El Campello, suele ser más propensa a la alergia a los ácaros del polvo. En la zona del casco urbano, en Alicante capital, donde hay mucha contaminación, hay más alérgicos de tipo respiratorio y la población que vive en el campo o zona semiurbana, como por ejemplo en Xixona, Tibi o Torremanzanas, suele sufrir con más frecuencia las alergias a los pólenes. Y a todo esto hay que sumar las alergias a los epitelios de los animales y a los hongos. Esto es extrapolable al resto de la provincia en función de sus características climáticas y geográficas.

El número de pacientes que acuden a los hospitales por problemas de alergia se incrementa año tras año, por el cambio climático, la contaminación y la exposición a alérgenos ambientales, lo que hace que haya más pacientes derivados del médico de Primaria o de otros especialistas. Así, con el cambio climático las primaveras son cada vez más largas y por tanto hay una mayor oferta de polen para el paciente alérgico durante más tiempo.

La contaminación, por otro lado “provoca modificaciones en el polen volviéndolo más agresivo para nuestras vías respiratorias, hace que se agrave la enfermedad y se generan rinitis en las vías superiores y asma en las inferiores y además, la exposición a la contaminación ambiental favorece la aparición de alergia a más tipos de polen”, destaca la experta.

La alergóloga Mónica Antón

La alergóloga Mónica Antón

Mónica Antón añade que “la calidad de vida del paciente es muy importante. El alergólogo puede ayudar al paciente haciéndole el diagnóstico pertinente y recomendado el tratamiento más adecuado. Tratamos de hacer una medicina de precisión y personalizada, para conocer y tratar a cada paciente de forma individual”. Destaca la alergóloga del Hospital de Sant Joan que los antihistamínicos que se utilizan para mitigar los síntomas cada vez son mejores y con menos efectos secundarios, como la somnolencia.

"El alergólogo puede ayudar al paciente haciéndole el diagnóstico pertinente y recomendado el tratamiento más adecuado. Tratamos de hacer una medicina de precisión y personalizada, para conocer y tratar a cada paciente de forma individual”

Mónica Antón

— Alergóloga

En cuanto a recomendaciones para tratar de evitar o paliar los síntomas de la alergia, señala que hay múltiples medidas de evitación ambiental para esta época que puede facilitar la vida de los pacientes alérgicos a pólenes, como ponerse gafas de sol; no llevar las ventanillas del coche bajadas; no tender la ropa en el exterior, ya que en la ropa mojada se pega el polen; revisar los niveles de polen en las páginas web de la Sociedad Española o de la Asociación Valenciana de Alergología e Inmunología Clínica evitar salir al campo si los niveles son muy elevados.

Según los expertos, la alergia es una enfermedad de niños y jóvenes pues aparece en la infancia pero con la edad van apareciendo manifestaciones que pueden dar lugar a enfermedades más graves. Aconsejan a los padres que revisen bien la piel de los niños para descartar eccemas o dermatitis atópicas, que suelen ser una de las primeras manifestaciones en la infancia y que también estén atentos a la clínica respiratoria como estornudos, moqueo, lagrimeo o asma y que vigilen si son alérgicos a algún alimento.